4 de octubre a las 21:02.
Querido diario,
hoy he descubierto una triste realidad. Ruth me ha explicado que ni Ana ni Mía son mis amigas, que nunca lo han sido. ¿Es demasiado tarde para deshacerme de ellas? ¿Me acompañarán el resto de mi vida? No lo sé, pero tenemos discusiones muy contínuas. Ana me dice que no puedo comer, que si lo hago recuperaré todo lo que he perdido de golpe... Y Mía me dice que coma lo que quiera, pero que después debo vomitarlo todo obligatoriamente. Yo sólo digo que se vayan a la mierda las dos.
Hoy me desmayado delante de mi madre. Le he dicho la excusa de que he hecho mucho ejercicio físico, aunque tampoco es una excusa, porque es la pura realidad. Sé que soy muy inocente, pero yo no sé qué más hacer. He tardado muchísimo en darme cuenta de que tengo dos trastornos alimenticios, ¿qué le voy a hacer? Sólo existe una persona en el mundo capaz de ayudarme a salir de esto. Ya no hay marcha atrás, pero sé que ahora el objetivo es avanzar.
PD: Mamá quiere ponerme un psicólogo personal, pero le he dicho que no.
PD2: Ruth y yo hemos comido esta noche hasta hincharnos, pero luego no he podido evitar vomitar. Creo que el proceso tendrá que ir un poco más despacio.