Días 73 y 74.

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Día setenta y tres:

Salí de nuestro departamento esta mañana en pijamas y pantuflas. El sol me estaba golpeando justo en la cara, así que me la pase frunciendo el seño en todo el camino. Lo único que necesitaba ir a comprar era algo de leche para mi cereal, pero por supuesto, nada es como lo planeamos.

Cuando me vieron, alrededor de cinco o cuatro chicas empezaron a gritar, e instantáneamente se acercaron a mi. La verdad no estaba de humor, pero me puse mi mascara de actuación. Tu sabes como es esto. Ellas empezaron a hablar conmigo totalmente emocionadas, me hablaron de infinidad de cosas pero ninguna de esas era importante para mi, yo solo forzaba una sonrisa con los labios.

De repente, todos se quedaron calladas al darse cuenta de mi apariencia, y una de ellas lentamente se acerco mas a mi y me dio un abrazo. Aunque tal vez pudo haber sido una excusa para tocarme, me sentí muy bien cuando la chica me abrazo. La verdad no quería, pero empecé a llorar en sus brazos. Ella solo se quedo ahí parada, abrazándome hasta que finalmente deje de llorar y me separe para limpiar las lagrimas de mis mejillas.

"Todos la amábamos, sabes. Ustedes se amaban, era realmente obvio. A ti también te amamos, Bru, nunca lo olvides. Por favor, nunca lo olvides." Ella susurró, y me apretó en sus brazos un vez mas antes de alejarse.

Ella ni siquiera me pidió un autógrafo o una foto, y fue ahí cuando me di cuenta que: a nuestras fans les importamos verdaderamente. No solo por el hecho de que somos famosos, o 'guapos'.

Me di cuenta de muchas cosas hoy.

Pero una de esas cosas en particular que tengo la necesidad de compartir contigo es que me di cuenta que no puedo vivir sin ti.


Día setenta y cuatro:

Trate de luchar contra el impulso, pero me ha estado llamando desde hace algún tiempo. Golpee otro espejo hoy, con mi mano buena por supuesto. Ver el liquido rojo saliendo de las cortadas en mi piel me fascina, y me quede ahí sentado en el piso viendo como mi mano se desangraba hasta que la sangre se secara y se me entumiera.

No sentí nada de dolor, solo sentí una inmensa tranquilidad atravesar mi cuerpo hasta que caí inconsciente y no pude sentir nada más.

99 días|| Brunaela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora