CAPITULO 14 Realeza.

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---Yukito---

Sentí mi corazón destruido, todo mi ser lo estaba, antes me hubiera dado tanta dicha saber que me casaría con Takeshi, pero ahora no...

Al único que amo es a Akihiko...

Y es por ese amor que lo dejaré ir, no quiero que nada malo le pase, quiero que este bien, me moriría sí mi padre lo llega a meter a la cárcel.

Que cruel es el destino...

¿Por qué cuando por fin estoy amando de nuevo me separan de esa persona?

¿Acaso mi pecado es amar demasiado?

No es justo, no es justo, yo quiero ser feliz, merezco serlo...

Mi vida está arruinada...

¿Por qué mi padre me odia tanto?

Takeshi está hablando con mi padre mientras toma mi mano con delicadeza, quiero gritar y llorar pero con la mirada que me dedica mi padre me lo dice todo, debo ser sumiso y hacer lo que ellos digan...

Tan cruel...

-Bueno creo que debemos darle la noticia al príncipe Nowaki y a mi hijo mayor. –comento mi padre.
-¿Q-Qué?
-A mí me parece más que perfecto Steven.
-E-Es muy pronto. –murmure.
-Claro que no, -me miro mi padre- es mejor ahora, así pueden casarse lo antes posible, ¿no?
-Sí por mi fuera, me casaría con Yukito hoy mismo. –me beso la mano.
-Se nota que aprecias mucho a mi hijo.
-Debo corregirlo, -lo miro- no lo aprecio, lo amo.

"Mentiroso"

-Es mi vida entera.

"Eres lo peor"

-Sin él no soy nadie.

"Deja tu falsedad"

-Bueno vamos.
-Disculpen, debo ir...

Me aparte de Takeshi y salí de la habitación hasta chocar con mi hermano.

-Yukito me alegro verte.
-Hiroki yo...
-Mira, -me interrumpió- te lo manda Akihiko, es hermoso.

Me dio un brazalete que tenía grabado en el centro Y x A, nuestras iniciales, mis lágrimas comenzaron a caer sin poder detenerlas.

-¿Qué sucede hermano? –me tomo de los hombros.
-Yo...
-Aquí estás Yukito, -comento mi padre- ven un momento.

Guarde el brazalete en mi bolsillo y me acerque a mi padre, tomo mi mano y se la dio a Takeshi. Todos los presentes nos miraron con confusión.

Nowaki, Hiroki, Tsumori y Gilbert estaban bastante consternados por lo que sucedía.

-Bueno quiero tener el placer de comunicarles algo. –comento mi padre.
-¿De qué trata Steven? –pregunto Nowaki.

Takeshi comenzó a acariciar mi mano y me dedicaba una sonrisa, yo trate de quitarle mi mano pero no me lo permitía.

-Soy el padre más feliz del mundo, creo que nadie podría superar esta dicha que tengo.
-¿Por qué lo dices? –comento mi hermano.
-Porque, -se colocó detrás de nosotros- Takeshi y Yukito pronto contraerán nupcias.

Todos se sorprendieron y más mi hermano que se había quedado congelado.

-Miren. –comento mi padre, tomo mi mano y les mostro mi anillo- Yukito ha aceptado, los hubieran visto hace rato, la mejor confesión.

Me pegue al pecho de Takeshi para no mirar a mi hermano, que me pedía explicación con esa mirada que solo me dedica a mí.

-Soy tan feliz a tu lado. –susurro en mi oído.
-Por favor Takeshi, no digas más por favor.
-Pronto serás Yukito de Stoker.
-No es justo. –murmure.
-Tenemos mucho de qué hablar, ahora que me cuidaras y más aún que serás mi esposo.
-Takeshi, quiero hablar contigo. –comento Nowaki- Vamos al despacho.
-Claro primito.

Takeshi me tomo del mentón y me beso.

-Ya vuelvo.

Ambos príncipes se encerraron en el despacho.

-¿No felicitarás a tu hermano? –comento mi padre.
-F-Felicidades Yukito, -mascullo Hiroki- debemos hablar.
-Lo sé. –susurre.
-Bueno Gilbert, ya cumplimos con nuestro deber aquí, -sonrió mi padre- vendremos después, ah y Hiroki, prometo buscarte un pretendiente, puesto que cuando Nowaki se casé no serás tan útil para ellos, ya que la condesa tendrá a sus protectores.

Mi hermano solo bajo la mirada mientras que mi padre y padrino caminaban hasta la entrada y salían por la puerta.

Nos quedamos solos los dos.

-Yukito.
-¿S-Sí?
-Que fue toda esa escena.
-Yo...

Él se acercó a mí y me tomo de los hombros.

-¿Qué está ocurriendo?
-M-Me casaré con Takeshi, yo...
-No mientas Yukito. ¿Qué ocurrió?

Quería contarle lo que ocurrió en aquella habitación pero el miedo me invadía, mi padre me lo prohibió, no quiere que se lo diga a nadie o Akihiko sufriría las consecuencias.

-Y-Yo me di cuenta que amo a Takeshi y...
-SABES QUE NO ES VERDAD.

Me sorprendí ante la determinación de mi hermano.

-AMAS A AKIHIKO Y LO SABES, ASÍ QUE AHORA MISMO ME DIRÁS QUE ESTÁ PASANDO.
-No puedo decírtelo, no puedo, -lo abrace- por favor no me preguntes nada.
-Yukito.
-Así que, no vayas con Akihiko, y-yo le diré que me casaré.
-Pero...
-Se lo que hago. –sonreí a medias- Debo hablar con Takeshi.

Decidimos charlar de otras cosas en lo que los príncipes salían del despacho. Fueron horas las que pasaron encerrados hasta que salieron, Takeshi tenía una sonrisa en sus labios y Nowaki se veía tan enfurecido.

Mi hermano se fue con Nowaki a otro lado para calmarlo y Takeshi se colocó frente a mí.

-¿Me esperabas amor?
-Por favor no sigas con esta farsa.
-No es farsa, -me tomo mis manos- estoy enamorado.
-Mentiroso, -gruñí- me quieres fastidiar mi vida porque no te rogué como tus miles de chicas lo hacen.
-¿Acaso estás celoso?
-Quisieras.
-Bueno, ¿de qué quieres hablar?
-Takeshi, yo...
-Quiero que jamás vuelvas a acercarse a ese tipo peliplata, ¿entiendes?

Metí la mano en mi bolsillo y acaricie el brazalete que me dio. Mi celular comenzó a sonar y me aparte de Takeshi para contestar.

-¿Sí?
-Yukito, ¿Cómo estás?
-M-Mao. –comente.
-¿Quién es? –gruñó Takeshi.
-Solo quería avisarte que dentro de la próxima semana tenemos ensayo y reunión con el señor Laforet.
-E-Esta bien, estaré puntual.
-Genial, Eiri te manda saludos, nos vemos.
-Hai.

Al colgar Takeshi me tomo de la cintura y me pego más a él.

-¿Quién es Mao?
-E-Es mi amigo.
-Sí claro.
-Takeshi.
-Yukito, sé que cantas en una banda.
-Eso...
-No le dije nada a tu padre porque veo que los disfrutas, así que está bien, -beso mi frente- quiero que sigas cantando para mí.

Me sorprende su actitud, es como si hubiera cambiado, pero aunque eso sea cierto, yo ya no siento nada por él, yo no quiero atarme a su vida, quiero estar con Akihiko.

-L-La boda...
-¿Sí? –me miro.
-¿Cuándo será?
-Supongo que en un mes.

Necesito ver a Akihiko, quiero verlo...



---Hiroki---


Si debo de utilizar una palabra para describir todo lo que siento es CONFUNDIDO, todo esto que mi padre está haciendo, comprometer a mi hermano con la peor persona, estoy seguro que Yukito no lo hace porque quiere, lo está obligando, quiero saber el motivo por el cual mi padre se comporta así con nosotros.

¿Qué le hemos hecho?

Después de calmar a Nowaki que seguía alterado por el comportamiento de su primo nos dirigimos a su habitación y me abrazo fuertemente.

-N-Nowaki.
-Hiro-san, solo contigo puedo estar tranquilo.
-Te amo. –susurre.
-¿Enserio?
-Waaaaa, no dije nada.
-Yo igual, -se dejó caer en la cama- me siento tan cansado.
-Han pasado muchas cosas. –suspire.
-No lo entiendo.
-Ni yo, -suspire- mi padre está...
-Tranquilo Hiroki, pase lo que pase, -me jalo recostándome a su lado y acurrucándome en su pecho- haré lo que sea para protegerte.
-Nowaki...
-Encontraré una solución para que nada nos separé.
-Eres un príncipe y...
-Y estaré contigo eternamente.

Quiero creer en sus palabras, quiero estar siempre a su lado, pero un estatus nos separa.


Paso una semana en la cual una gran noticia tenía de cabeza a todo el país...

La condesa de Michael de Partinni llegaba a Japón para reunirse con su prometido el príncipe Kusama Nowaki.

Lo acompañe al aeropuerto puesto que quería recibirla y acabar con el compromiso lo antes posible.

Esperamos un par de horas hasta que llego en su avión privado, una mujer de cabello ondulado color rubio, tenía una hermosa figura, usaba un vestido color lila, quito sus lentes obscuros dejando ver sus ojos color escarlata.

Muchos fotógrafos comenzaron a tomar fotos y Nowaki se acercó a ella presentándose.

-Soy Kusama Nowaki.
-Nowaki. –sonrió ella y lo beso.
-¿Q-QUÉ DEMONIOS?



---En la casa de la reina---


-Aun no puedo comprender porque tratas mal a tus hijos. –comento Gilbert.
-Es mi vida.
-DIABLOS STEVEN, -gruñó el peliblanco- SON TUS HIJOS.
-LOS TRATO ASÍ PORQUE NO LO SON.
-¿C-Cómo?
-Yukito y Hiroki no son mis hijos, esa zorra me engaño con otro.
-Eso...
-POR ESO LES HARÉ PAGAR LA TRAICIÓN DE ESA MALDITA.  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora