Prólogo

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Esa noche Lee tuvo un sueño que lo despertó exaltado, en su mente se procesaba aquel recuerdo en donde el moría a causa de un hombre de aspecto malévolo y sádico. Se levantó de su cama y se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador, tomo un vaso de jugo y volvió a su habitación, el recuerdo le giraba por toda la cabeza. Decidió que la mejor forma de olvidar seria dibujar aquel ser, tomo lápiz y papel y comenzó a rayar de aquí para allá.

Una vez terminado aquel bosquejo, se fue a la cama y pudo conciliar el sueño. Aquella noche era fría y tenebrosa pero eso no impidió que Lee durmiera plácidamente

Al día siguiente, en la escuela tuvo síntomas extraños, síntomas que lo ametrallaban por adentro. El plantel decidió que la mejor opción era mandarlo a casa, pero ellos no sabían que le esperaba.

Lee llego a casa y noto que había algo que le causaba escalofríos, subió a su cuarto y la sorpresa que se llevó fue que el dibujo de aquel hombre estaba desecho, era como el agua derretida de un hielo.

Limpió inmediatamente el desastre y al darse la vuelta fue atacado por aquel hombre. Lee no lo comprendía, y de momento fue golpeado por una ventisca de hielo frio que lo hizo desmayarse y quedar completamente helado.

Cuando recupero el conocimiento, despertó y llamo a la policía, pero estos no tenían registro de ese hombre.

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