Solo sé que quieren matarme

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Me han llamado de muchas formas, en su mayoría desagradables. Vivo con mi madre Maria y mi padre Mike, aunque no veo mucho a mi madre, prefiere pasar el rato en su trabajo de modelo y rodearse de personas de "mayor categoría".
Si no es por mi padre estoy casi siempre sola, tengo profesores particulares y no me dejan salir mucho, solo conozco a un chico de mi edad, se llama Derek y no es lo que seguro pensaría cualquiera que disfrute de los clásicos del romance, pues nosotros solo somos amigos.
Un día estaba con papá en el jardín, cuando le llegó una llamada, el vio que era el número de mamá y la puso en altavoz... Esa llamada cambió toda mi vida.

Xxx. ¿Hablo con el señor Carter? Lamento informar que su esposa acaba de tener un accidente automovilístico, ella no sobrevivió...

(...)

Cuando mamá murió todo fue muy lento, no tuve tiempo de procesarlo, mucho menos papá, él estaba destrozado.
Lo que me hizo despertar fue lo poco que sabíamos de su muerte, la policía nos estaba diciendo que lo lamentaban, que había sido una buena mujer y que la ciudad estaba triste por lo ocurrido, esto porque era una reconocida modelo, todos la conocían, caminar con ella era difícil, pues todos le pedían una foto.
Dejé de ver el parque al cual se dirigía mi mirada perdida y me giré para ver a papá... Estaba mal, los ojos rojos y las lágrimas en sus ojos eran lo que más resaltaba, una imagen desastrosa, él apoyó su cabeza en sus manos y se puso a llorar. Iba a abrazarlo cuando me fijé que había un hombre vestido de traje con unos lentes oscuros y un sombrero, podía ver que estaba hablando por celular lo que más me llamó la atención fue que hablaba mientras me miraba de arriba a abajo y cuando me fijé bien, en sus labios creí poder leer mi nombre y el de mamá, estaba mirándolo fijamente hasta que escuché a mi padre hablar.

- Hija ¿estás bien? el oficial te estaba hablando - dijo casi sin voz.

- Ah... lo siento, pero usted sabe de casualidad ¿quién es él? - dije apuntando al señor o al menos en donde solía estar, pues solo se veían policías y gente curiosa que quería saber qué había ocurrido.

- No sé a cuál de todas esas personas apunta, pero ahora mismo no se preocupe del resto - dijo el oficial, algo en su forma de decirlo y en su actitud me llamó la atención. - ¿Me podría acompañar para hacerle unas preguntas?

- Bueno, supongo que... - paré de hablar al ver pasar el auto de mamá cubierto con una funda sobre una grúa. Lo más extraño era lo que pude apreciar en una parte donde la funda estaba mal puesta. - ¿Por qué hay agujeros en el au-

- ¡Señorita acompañeme! - Habló el oficial casi gritando.

- ¿Q-que... yo, ya voy - me levanté y seguí al oficial, me llevó cerca de un callejón al otro lado de la calle.

- Lamento lo que pasó con su madre, pero necesito su cooperación. Hay papeleo que hacer y su padre no ha podido ayudarnos mucho, si usted coopera, su padre también lo hará.

- Entiendo, es solo que creí ver... - fui interrumpida por varios disparos.

- ¡Al suelo! - gritó y me tiró al suelo, desenfundó su arma y corrió fuera del callejón.

-¡_____! - escuché y me levanté rápidamente.

- ¡Papá! ¿Donde estás? - recorría todo el lugar desesperada hasta que lo vi, fui corriendo a abrazarlo, no nos queríamos soltar, hasta que él se separó un poco, me miraba pálido, seguí su mirada hasta mi chaqueta... donde tenía sangre, mucha sangre. Me miró preocupado y entonces fui yo la que se puso pálida, yo no estaba lista para morir...

Solo sé que quieren matarme EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora