Me siento un poco nerviosa por lo que pueda llegar a pasar, no concibo la idea de atacar a mis amigos, me siento como la peor mierda del mundo, tal vez los demás no lo noten pero no quiero enfrentarme con ellos; yo solo quiero matar a Isabela, eso es lo único que me alienta a no huir y abandonar todo. Tal vez esté un poco obsesionada por vengarme pero gracias a eso no me deprimí, creo que el odio es más fuerte que la tristeza.
Hago el mismo procedimiento que todos y la punta de metal sale despedida a gran velocidad, en segundos se sujeta del techo, con precaución desciendo en el oscuro túnel hasta la abertura que abrió Mark en el subnivel número dos, para nuestra suerte el ascensor estaba en la parte más baja y no fue un estorbo en nuestro descenso.
Al parecer llegué tarde porque hay tres guardias muertos y los chicos estaban por dirigirse a las escaleras, desprendo la cuerda de mi cinturón y sigo a Lewis para no perderme; en camino a nuestro objetivo Mark levanta su mano en señal de alto cortando nuestro cortando nuestro avance, seguido le dispara a un guardia que estaba en la parte inferior de las escaleras que dan entrada al subnivel, sin hacer mucho ruido el guardia cae y nos disponemos a entrar.
Este nivel era una zona donde almacenaban armas, vehículos y otros artefactos; cientos de estantes formaban hileras uniformes, dándole el aspecto de una amplia bodega de suministros, a lo lejos se podía ver dos de los miembros del escuadrón, estos nos los conozco, creo que son nuevos; uno de ellos tiene el cabello negro y ojos del mismo color, su tez morena le daba una apariencia caribeña, él estaba recostado en la puerta, a su lado hay otro chico, uno rubio de ojos verdes, al parecer estos son los reemplazos.
Los chicos no se percataron de nuestra presencia y decidimos ocultarnos entre los estantes para preparar un ataque directo; poco a poco sin ser vistos logramos estar cerca de ellos y apuntar nuestras armas para neutralizarlos.
–Amor ¿quieres salir cuando se termine el turno? – Dice el chico rubio.
–Obvio que sí Ricardo, se me antoja ir a un restaurante. – Die el chico de cabello negro.
–¿A cuál quieres ir Sebas?
–Escuche unos rumores sobre un restaurante de comida humanoide, dicen que un general trae ingredientes de allá y los vende a un buen precio; yo no he probado la comida de esos extraterrestres, varios dicen que es deliciosa pero quiero comprobarlo con mi propio paladar amor.
Mark le dispara al chico de cabello rubio y Lewis al chico de cabello negro, ambos caen al suelo instantáneamente, antes de morir, tratan de tomarse de la mano pero un segundo disparo los retama antes de tocarse. Lewis ve con tristeza la escena pero sigue adelante en la misión.
Todos caminamos hasta llegar la puerta, Marshall oprime un pequeño botón que estaba en su costado y esta se abre dándonos la entrada a otro ascensor, tal parece que es la única, solo pensar en ver a los chicos de nuevo me pone un poco nerviosa.
–¿Es la única entrada? – Pregunta Andrómeda.
–Lamentablemente sí, nos vemos obligados a un ataque directo, tenemos que asesinarlos antes de que llamen refuerzos. – Responde Mark.
–¿Y si...? No olvídenlo. – Dice Lewis.
–Tenemos que dejarlo a la suerte. – Dice Henniel. –Alisten sus armas.
Los seis entramos al ascensor, la tensión era tan fuerte que logró incomodarnos a todo;, mi pierna tiembla con cierta frecuencia incomodando a Marshall a tal punto que me golpea levemente con su codo para que deje de moverla; el tiempo corre muy lento, los segundos se convierten en horas y mi desesperación aumenta a medida que bajamos.
El ascensor se detuvo, la puerta tarda en abrirse e inmediatamente somos recibidos con un torrente de balas, antes de ocultarnos a los extremos puedo divisar a Rayan pero creo que él no me reconoció. Andromeda deja caer una granada luminosa y los disparos se detienen por unos segundos, dándonos la oportunidad de salir y resguardarnos detrás de unos monitores; el contraataque empieza, Lewis, Marshall y yo abrimos fuego contra mi antiguo escuadrón pero ellos se cubren detrás de unos pilares y responden al ataque; seguido Henniel lanza una bomba de humo.
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El Nuevo Edén
Science FictionEn un futuro no muy lejano la humanidad está al borde de la extinción, la crisis ambiental desatada por las constantes guerras nucleares destruyó gran parte del planeta, dotándolo de un aire tóxico que eliminó la mayoría de plantas y animales, dejan...