Vivir esperando una oportunidad.
Vivir esperando que alguien llegue y te salve.
Vivir esperando dejar de ser ignorada.
Vivir esperando que alguien te quiera realmente.
He vivido toda mi vida esperando. O al menos mi adolescencia se ha basado en eso.
Familia, amigos, escuela. Ellos no se dan cuenta, nunca se han dado cuenta, nunca se han detenido a pensar sobre la persona a su lado con quien ha convivido por años, ¿es realmente feliz?, ¿está realmente lleno?, ¿Su vida hasta ahora ha llenado sus expectativas?, ¿Alguien le hace daño?, Todas esas preguntas nunca nos las hemos hecho, nunca hemos imaginado si su vida es realmente buena.
Solamente hemos sido unos JODIDAMENTE egoístas, nunca nos hemos preocupado por las demás personas realmente, somos egoístas y unos JODIDOS hipócritas.
Es tan triste nuestra sociedad, tan llena de la letra "I" ignorantes, idiotas, inmaduraos, etc.
Sufro de ansiedad y un poco de déficit de atención, por lo tanto generalmente mis textos perderán el hilo más de una vez. Maestros han pensado que lo inútil que soy es porque hay gente detrás de mi apoyándome de una forma chueca, pero sorprendentemente soy una persona que si se lo propones lo hará aunque suela ser difícil, doloroso, etc. Un poco de mi historia se ha basado en el rechazo que he tenido durante toda mi vida, el nunca haber escuchado un "lo hiciste bien" o un "yo te apoyaré" -Quiero aclarar que si lo he escuchado pero siempre ha sido de gente que habla de dientes hacia afuera-. "Nunca haces bien nada", "¿Por qué eres tan tonta?", "Tu no puedes lograr ser eso", "No eres bueno en nada", "JAJAJAJA -C- ¿Crees en serio que lo lograras? Ya te voy a ver volviendo", y existen tantas más, tantas palabras más llenas de envidia, de horror, de asco, no sé cómo he sobrevivido a tan triste adolescencia, en la cuál ni mis padres, ni mi hermano, ni mi familia, ni mis amigos han podido apoyarme, que triste se siente saber que nadie te escucha.
Nunca les ha pasado que de repente estas hablando, contando un poco sobre tu día a día y nadie pone atención, siempre te interrumpen, ya sea por una mosca que estaba pasando, porque tu hermano habla sobre su trabajo, tu madre se levanta de la mesa para mejor hacer otra cosa y así, creando a un monstruo, un monstruo que comenzó a guardarse todo, su felicidad, su molestia, su tristeza, su enojo, su amor, etcétera y todo eso le hace escribir esto, porque preferiría hablar con un psicólogo a hablar con una madre que le recordará a cada instante tu mísera existencia, que triste historia.
Tal vez si mandara esta carta a algún psicólogo me dirían que necesito expresarme más, que yo debo seguir tomando iniciativa, pero, no, no quiero porque solo me estaría lastimando más, porque nunca me harán caso, porque si yo no estuviera estas dos personas serían felices juntos.
Que triste es que no te guste la soledad y realmente seas la persona más sola que has logrado ver, que triste.
