Viviendo en una fraternidad(VCC#1)

Capítulo 39.

PRIMER COMENTARIO AQUÍ

—Por suerte te vio Jake. Sino, no me quiero imaginar qué te estaría haciendo ahora.

—No hubiera visto nada que no haya visto antes.

—Ya. La diferencia es que tú antes querías y ahora no, ¿no?

—Sí—suspiré.

—Ven, te acompaño a tu cuarto. Creo que necesitas descansar— me dijo. No hay nadie que me conozca más que Amanda.

No contesté nada, simplemente asentí con la cabeza mientras me ponía en pie. Ella se levantó y me cogió por los hombros.

—Lo que te pasa a ti no pasa ni en las telenovelas— dijo con una sonrisa melancólica en la cara.

Anduvimos hacia mi habitación sin dirigirnos palabra alguna. Cuando llegamos nos tumbamos en la cama y ella me empezó a acariciar el pelo.

Después de unos cuantos minutos así, alguien llamó a la puerta.

—¿Se puede?— preguntó alguien del otro lado.

— Adelante— dije aún con los ojos cerrados.

La puerta se abrió y miré para ver quién era.

Dios mío. Tenía un labio partido y un gran cardenal en el pómulo izquierdo.

—¡Jake!— grité levantándome— Oh Dios mío... Esto es culpa mía— dije acariciándole el hematoma mientras él hacía una mueca de dolor.

—No es tu culpa— dijo sonriendo.

—Bueno... Yo me voy, os dejo solos— susurró Amanda, acercándose a la puerta para, a continuación, cerrarla tras ella.

—Muchísimas gracias, Jake, enserio— dije mirándolo a los ojos.

—No es nada— contestó con una sonrisa ladeada acompañada de un encogimiento de hombros.

—Siéntate en la cama, yo iré a por un poco de agua oxigenada y algodón.

Él asintió, haciendo caso a mis órdenes. Yo me dirigí al baño y abrí el espejo, que era como un armario pequeño, encontrando ahí desde la mariguana que me dio Dave hasta tiritas de Peppa pig.

Agarré el bote de agua oxigenada y un poco de algodón y me volví a dirigir a mi cuarto.

Cuando llegue cerré la puerta tras de mí y me dirigí a la cama, en la cual estaba sentado Jake. Me puse de rodillas a él y abrí el bote. Dejé caer unas gotas en el algodón.

—Bien, esto te va a escocer un poco— dije, acercando el contenido a su labio.

Empecé a dar pequeños toques y al principio parecía que no le hacía mucho afecto.

Al principio.

—Me cago en la Santa madre del agua oxigenada— dijo cerrando los ojos fuertemente.

—Lo siento, pero es que sino se te va a infectar.

—Lo sé.

—¿Por qué lo hiciste?— pregunté, aún dándole pequeños toques en el labio.

—Llevas en la casa casi cuatro meses, ¿qué querías que hiciera? No te iba a dejar con ese asqueroso— dijo.

—Muchísimas gracias. No sé cómo agradecértelo— dije sonriéndole.

—No hace falta que lo hagas.

Después de eso no nos dirigimos la palabra, hasta que él lo hizo.

—Alaska, te tengo que contar algo— dijo con un poco de preocupación.

—¿Qué ocurre?— pregunté mientras fruncía el ceño.

—El otro día, en la universidad, estábamos en clase de historia y me dormí, como de normal. Al acabar la clase había una nota en mi mesa y, cuando la abrí, leí que ponía que iba a ser papá.

—¿Qué?— pregunté sorprendida.

—Que iba a ser papá. La chica me puso el número en una esquina por si quería ocuparme de mi hijo o no.

—¿Y bien?

—Aún no me he atrevido a llamarla...

—Dios mío, Jake. ¿Sabes lo que es el preservativo?— pregunté.

—Es que cuando las ganas atacan... Atacan... Pensé que tomaría la píldora o yo que sé.

—Pero... ¿Sabes qué chica es?— pregunté, alzando las cejas.

—Claro— dijo obvio—. Suelo recordar el nombre de las tías a las que me tiro.

—¿Y cómo se llama?— pregunté frunciendo el ceño.

—Jenna.

N/A: Holaaaaa.
Hasta aquí él capítulo de hoy. Sé que no es muy largo, pero no he tardado tanto como los otros en subirlo. Voy a empezar a ver una serie llamada Shameless, ¿la conocéis? Si es que si y la habéis visto, decidme que os parece (NO SPOILER). Por cierto, ¿queréis hacer un grupo en instagram de la novela? Espero allí conoceros y poder hablar. Si queréis pasarme vuestro instagram y os voy añadiendo (:
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En multimedia: Jake
Capítulo dedicado a: punkSdead
Besos, tita Ángela.