MARY:
Mystic Falls, Virginia. No es el mejor lugar para empezar de nuevo, teniendo en cuenta lo que había hecho hace casi veinte años. Pero mi hermana se había asegurado de borrar todos los rastros de esa noche, y a mí, de la memoria de todos. Lo cual supuse que era una cosa buena. No había manera en que yo quisiera que ninguna de estas personas supiera lo que había hecho. Era una persona diferente. No hay necesidad de rebelar cosas del pasado.
El sol había salido y brillaba, el viento sopla de vez en cuando. Mi pelo rubio se encontraba hoy rizado, cayendo sobre mis hombros, mis ojos marrones veían el cambio de la pequeña ciudad en los últimos veinte años. No era el mismo Mystic Grill, ni la misma biblioteca, nada era lo mismo. Espero que mi casa sea la misma.
Cuando llegué a mi antigua casa, había un coche en el asfalto. Acababa de salir, pero yo quería saber quien había decidido vivir allí después de todo lo que había sucedido. La mayoría de las personas probablemente reaccionarían de otra manera.
Llamé y unos momentos después, la puerta se abrió. Me sorprendí al ver mi propia cara mirando hacia mí.
- ¿Hope?- pregunté.
Una expresión de horror cruzó la cara de Hope y salió al porche, cerrando la puerta detrás de ella. Ella era un par de minutos más mayor, pero éramos hermanas gemelas .
- Mary- dijo- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo saliste?
-Pensé que no saldría - Cuando Hope no dijo nada, me di cuenta de que alguien me había encerrado en aquel purgatorio. Pero, ¿Quién lo haría? ¿Quién podría? Y ¿Cómo iban a saber siquiera que estaba allí? - Nunca me ibais a dejar salir, ¿verdad?
- Mary...- Hope comenzó, pero sólo rodé los ojos y me alejé. Sus hijos habían salido al porche, su marido nos mira con recelo.
-Bonita Familia-dije por encima de mi hombro.
Escuche a su marido preguntar quién era y la respuesta de Hope fue que yo no era nadie. ¿Nadie? Era su hermana. Pero parecía que había olvidado eso mientras me encerraba, planeando no liberarme nunca. Si ella hubiera sabido lo que es vivir en ese infierno.
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_______________________________________Yo tenía mi música puesta en voz alta, como siempre. Toda la ciudad estaba desierta. Todo el maldito universo estaba desierto donde yo estaba. 10 de mayo de 1994, obligados a vivir el mismo día una y otra vez. Todo a causa de algún error estúpido que cometí casi un año antes. Mi hermana gemela, Hope, creyó que sería más seguro para mí estar aquí. Más seguro para todos.
Alguna canción de Nirvana era reproducida a través de los altavoces mientras yo limpiaba la casa por enésima vez. Había entrado en una rutina bastante aburrida. Despertar, ducharme y regresar a la cama. Pero pasó el tiempo.
Cuando oí los golpes en mi puerta, estaba segura de estar soñando o imaginándolo. Bajé la música y lo escuché otra vez, creyendo que perdía el juicio finalmente en este agujero Infernal. Pero luego llamaron de nuevo, tres pequeños golpes contra la puerta. Vacilando, contemplé la puerta, insegura de si debería abrir. Había estado aquí casi un año entero y nunca había visto a nadie más. Algo tenía que estar mal, ¿verdad?
El golpe llegó una vez más y obligué a mis pies a moverse hacia la puerta. Con un profundo suspiro, abrí. En el otro lado se encontraba un chico de aproximadamente mi edad, ojos oscuros, cabello corto y oscuro. Sostenía una bolsa de patatas fritas y un CD de Moyley Crue mientras aparecía una sonrisa en su cara.
- Al fin.- dijo el.- Un poco de compañía.
- ¿Y tu quien eres?-Le pregunté con recelo.
- Kai -Dijo, empujando el CD en su mano con la bolsa de patatas fritas y luego ofreciéndome su mano libre para estrecharla con la mía. Le salude vacilante.- ¿Y tu eres?
- Mary, ¿Qué haces aquí? - Estaba en medio de una pequeña ciudad llamada Mystic Falls en Virginia. Aun cuando había estado en el mundo real, nunca realmente conseguimos a muchas nuevas personas en la ciudad.
Kai sonrió- Estoy atrapado aquí-dijo.
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Kai. Si estaba fuera, tuvo que ser por Kai. Por supuesto, habíamos tenido esta enorme suerte y no le había visto durante semanas, ni siquiera en el purgatorio. ¿ Así que, dónde estaba ahora? ¿Y por qué me había ayudado a escapar de ese lugar? Necesitaba un trago.
- Disculpa-Llame la atención de un transeúnte.-¿Dónde está el mejor lugar para tomar algo por aquí?
El joven sonrió con satisfacción.- ¿Eres nueva por aquí? - me preguntó.
- Algo así.
- La barra en Whitmore está bastante bien-Sonreí agradecida y me gire para marcharme , pero el hombre hablo tras de mí.
- ¿Me necesitas para mostrarte el camino?
- No, solía vivir aquí. Pero gracias.-Hice caso omiso de sus próximos comentarios y su solicitud para unirse a mí y me encamine dirección a Whitmore.
Salir de Mystic Falls sería bueno para mí. Después de todo, me había más o menos criado aquí durante veinte años. Whitmore estaba lleno de gente. Era un instituto, después de todo. Ignorando algunas de las curiosas miradas que recibí, me dirigí a la barra. Esto estaba vacío a principios del día, excepto la camarera. Pequeña, con cabello rizado ,pelo rubio y una toalla colgada sobre su hombro derecho.
Y allí en el bar...estaba Kai.