♡Capitulo veintitrés♡

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Candas

Abro mis ojos y lo primero que veo es la poca luz que hay en la madrugada, miro a mis lados y veo arboles moviéndose un poco por el aire, ¿aire?, pero si yo tengo calor, miro a mi lado y veo a un hermoso lobo blanco dormido abajo de mi, sus patas me cubren mi cintura.

Me quiero parar pero sus patas no me dejan, lo muevo un poco, pero el maldito solo se acomoda más, hago lo que se hacen en las películas, le hago cosquillas en su nariz, pero ni hací, lo miro maliciosamente y...

— ¡Haaa! — Grito en su oreja provocando que se sobre salte.

Pero, como la tonta que soy olvide que yo estaba encima de él y caí en el piso. Croos miro a todas partes pero no vio nada, después me miro a mi y le sonreí.

— Croos, ¿por qué no te quedas hací? — Puse mi mejor cara. Él me miro e hizo sus orejas para atrás. — Te ves tan hermoso. — Me acerque a él y acaricie su pelaje. — Pareces un enorme perro de peluche. — Gruño. — Lo siento... Oye, ¿me llevarías como si fueras un caballo? — Me miro y se sentó, — ¿es un si?

Movió su colita: — Croos, ya me empiezas a caer mejor, pero solo un poco, no te emociones, — me acerque a él y el camino hacia en frente. — Bueno, un poco más de lo que dije. — Se acomodo, me senté en su espalda y él se alzo. — Croos, ¿te gusta ser alfa? — Gruño, — ¿eso es un no? — Volvió a gruñir.

— Camina más rápido. — Se detuvo provocando que cayera, pero me volví a subir en él. — Croos, anda parate, tengo hambre, — acaricie su pelaje y comenzó a caminar. — Eres muy caliente, — suavemente gruño y movió su espalda. — Cuando vuelvas a tu forma natural, ¿podrías ser hací de tierno? — se detuvo y giro su cabeza mirándome. — Tu lobo es precioso, y hací me siento protegida. — Sus enormes ojos negros brillaron. — No te emociones, aún no olvido que me hayas secuestrado, que me hayas violado, que me hayas humillado... — Raramente mostró sus colmillos, mostrando una supuesta sonrisa y chillo. — Ya, avanza...

Él comenzó a trotar y yo comencé a reír, se sentía gracioso, el viento mañanero estaba fresco y su pelaje era tan suave, después de tanto tiempo sonreí de felicidad, extrañamente sentí que estaba completa, pero yo le diré masoquismo.

[...]

Después de un rato, me encontraba desayunando, Croos decidió bañarse.

— ¿Disfrutaste el viaje? — Preguntó Croos sentándose en la silla.

- Pues... Bien, me caes mejor convertido en lobo.

Sonrió: — Soy genial en cualquier forma, solo que no has conocido la mejor parte de mi. — Dijo arrogante.

— Aja, claro... Oye, ¿por qué de repente quieres cambiar?

Se puso serio: — Es por la época de celo.

— ¿No me dijiste que solo era para procrear?

— Si, pero también...

— Alfa, lo buscan unos hombres raros. — Dijo Mark entrando.

— Te diré cuando vuelva... — Se paro y beso mi frente.

Suspire: — Veo que ya se llevan mejor, ¿no es así? — Pregunto Mía entrando.

— No, solo tuvimos un buen rato.
— ¿Sabes?, pronto será la época de celo.

— ¿Qué cárajo tiene eso que ver?

— Bueno...

— Espera, sientate.

Ella se sentó en una silla frente a mi: —La época de celo es para procrear...

Hasta la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora