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Había conectado el cuerpo a unas máquinas en el laboratorio de Alphys, hacia tiempo que no era científico pero todavía podía hacer muchas cosas. No tuvo que convencer mucho a la científica pues le resultaba interesante el cuerpo humano y su extraña morfología. Sentía desvanecerse la esencia de la muchacha forzando el portal a abrirse.
Volvió a la barrera , sentado en el lateral del pasillo sin saber que hacer, solo ante aquella situación. Sentía el aire fresco entrar por el ahora portal, no podía meter a nadie en aquel lio, acabarían siendo tratados como traidores y no podía arrastrar a nadie a esa condena.

¿Quien o que era?¿como había llegado ahí? ¿Que estaba esperando? Estaba tratando de hacer algo pero ya no recordaba el que. No sentía miedo ni felicidad. ¿Estaba muerta? Si estaba muerta ya no tenía sentido seguir peleando por existir. La oscuridad se fundía con ella. Pero... Una pequeña molestia rondaba su mente. ¿Que era lo que esperaba? Sentía que era importante. Debería sentirse triste, lo presentía, algo importante.

Sans entró al pequeño cuarto deprimente, escabado de manera simple y tosca en la roca. Estaba al lado de la barrera. En el centro, una rudimentaria vitrina con siete almas cada una en su respectivo recipiente. Justo al lado de la barrera. Cogió aquel recipinte contenedor del alma de Frisk, sabia que aquello estaría en su consciencia durante mucho tiempo. Condenar su pueblo al cautiverio. Cogió aire agobiado, pequeñas gotas de sudor corrían por su frente.
Ya no parecía un alma, ya no parecía un corazón, ahora era una especie de bola enmarañada de energía roja que lentamente parecía deshacerse. Apretó los dientes, estaba tenso, la barrera volvió a caer volviendo a encerrar a los monstruos e inmediatamente se teletransporto. Deseaba que al menos esa traición no fuera en vano pues el estado del alma era pésimo.
Apareció en el laboratorio de Alphys, en la oscura habitación donde estaba el cuerpo de la humana aunque con las prisas cayó al suelo y con el golpe el colgante salió despedido de su bolsillo. Sans fue a cogerlo, el objeto se había abierto dejando entrever la fotografía del interior. Pero había algo extraño en la imagen. Ya no estaba Chara en la imagen. Sans lo miró asombrado, no podía ser verdad.
- Es un poco tarde para darse cuenta - levanto la vista alertado por la voz para darse cuenta de que Alphys estaba aterrorizada en un rincón del cuarto y la camilla estaba vacía. De detrás de la camilla  tendido en el suelo algo que debería estar prohibido por las leyes de la naturaleza. Su piel extremadamente pálida dejaba entrever un oscuro elemento que corría por las venas y a su vez goteaba por sus perdidos ojos manchando su característica sonrisa de negro. Pero no podía moverse, no podía más que mover sus extremidades de manera errática tratando de ponerse en pie prueba de que no era más que un engendro mal hecho. Sus ojos carmesíes se movían a todos lados sin centrarse en nada.

Aquella oscuridad que en algún momento le ofreció paz ahora se volvía amenazante. Nada había cambiado pero se sentía amenazante. Sentía el miedo. El miedo de otra persona ¿que era lo que había olvidado?¿estaba olvidando algo?
“Frisk,  lucha” sonaba tan... Desesperado...¿Frisk era su nombre? Se oían sollozos y eso le causaba gran tristeza. Algo quería aflorar en su memoria. Sollozos de alguien importante “Frisk solo una vez más por favor, vuelve otra vez más” sentía la necesidad de consolarlo ¿era su culpa? Esa voz le incitaba a luchar. No se iba a dejar absorber por la oscuridad, necesitaba consolarle.

Una distante voz te llena de determinación

Había una luz, una distante y diminuta luz. Quien le llamaba con tanta desesperación estaba ayí.

El alma de Chara era visible quizás a causa de su permanente estado de ataque y Sans pensaba aprovecharlo. Sugetó el recipiente donde el alma de Frisk comenzaba a desaparecer. ¿Era demasiado tarde? Subio el cuerpo a la camilla otra vez y Alphys por fin se levantó temblorosa.
- ¿Q-que esta p-pasando? - Parecía asustada, era normal ella no sabía nada.
- Luego te lo explico, pero necesito tu ayuda - Alphys se aproximó manteniendo las distancias con aquello, observando aquel ser que poco se parecía al humano dulce y tierno que había visto en sus monitores.
- ¡SAAANS! - como un gutural rugido sonaba la voz de Asgore entrando al laboratorio complicado las cosas. Debía darse prisa.
- Alphys, rápido un contenedor de alma
- ¡S-Si! - la pequeña científica salió del lugar apresurada y Sans solo podía mirar y esperar.
- ¡SE QUE ESTAS POR AQUÍ! - Alphys entro corriendo con el recipiente de cristal en el que Sans sin problema alguno capturó la negra esencia y justo después quedó mortalmente inmóvil el cuerpo.
- SAL DE AHI, DEVUELVE EL ALMA - Asgore sonaba más cerca. Abrió el recipiente de Frisk y lo que quedaba de su maltrecha alma fue absorbido por el cuerpo. A penas era nada de lo que un día conoció de aquella alma, aunque el cuerpo no estaba mucho mejor. Limpio la cara de Frisk con la manga, su delicadeza fue extrema no quiso presionar la piel de la chica.
- Frisk, lucha - Se abrazó al cuerpo. Olia ferroso por todo aquel lugar y el cuerpo de la chica estaba frío. Se quitó la chaqueta que era el único abrigo tenía y la cubrió.
- Sans, su alma estaba deshecha - Alphys se acercaba colocando su mano sobre el hombro del otro a modo de consuelo - Parece importante para ti, p-pero no se puede hacer nada - trataba de consolar al esqueleto pero era inútil. Las lágrimas del esqueleto caían rodando por sus pomulos. Perder a palabras fue difícil. Pero Frisk... Ella merecía un final feliz.
- Frisk solo una vez más por favor, vuelve otra vez más - Los pasos de Asgore se escuchaban furiosos por el pasillo cada vez más cerca. Pero ya daba igual. Ella estaba muerta - ¡FRISK ABRE LOS OJOS! - la puerta se abrió de golpe y Alphys dejo escapar un pequeño grito nervioso.
- SAAAAANS - Entro encolerizado pero quedo asombrado ante la escena. El esqueleto con su osamenta descubierta cubría con su ropa el gélido cuerpo de la humana y la sujetaba entre sus brazos. Se podía ver su dolor, sus lágrimas caían en silencio apretando más a la chica contra el. El alma del esqueleto se enteveía por sus costillas, con una grieta que comenzaba a aparecer - Oh cielos ... Era más que una amiga - el rey se acercó cauteloso hasta el esqueleto - Sans debiste decirlo

Al principio el perseguir la luz se sentía frío y doloroso, aun así continuó. Aquella luz estaba lejos. Era cansado. “¡FRISK ABRE LOS OJOS!” Sonó más cerca, sentía que debía alcanzar la voz. Porque esa voz era importante para ella, era alguien especial. Alguien a quien no deseaba ver llorar.

- no quiero perderte ... No me dejes solo ... - un secreto guardado por el esqueleto desvelado como última esperanza de despertar aquel cuerpo. Un secreto que a esas alturas era obvio para los dos espectadores. Sans se había encariñado de más con la humana.
- Duele - aquella áspera voz salió del pequeño bulto que Sans sostenía en brazos - S-Sans - la pequeña mano de la niña se agarró a una costilla del otro apenas tenia fuerzas para moverse era obvio que estaba débil. Muy débil.
- D-Deberiamos estabilizarla para que se recupere - Alphys traía algunos instrumentos médicos y comenzaba a conectar los a los brazos de la chica y Sans la volvía a colocar sobre la camilla. Asgore había quedado mirando la escena.
- Sans... Yo... No sabia que erais tan cercanos Sans. Lo siento. - Lanzó el alma de Chara contra el rey sin siquiera mirar al rey. No quería mirarlo, no quería verlo. Sabia que estaba mal lo que había hecho.
- Toma tu alma, vuelve a abrir la barrera - estaba furioso, furioso con Asgore por haberla matado, furioso con Frisk por no cumplir con su palabra, furioso consigo mismo por no haber podido protegerla.
- Pero... ¿Esta alma? - el ojo de Sans brillaba sin control, había perdido la tranquilidad totalmente. No podía estar tranquilo cuando Frisk estaba ahí tendida, luchando por respirar, por vivir.
- Es Chara, utilizala para algo útil - sonaba amenazante, sonaba como si estuviera a punto de perder el control.
Con Chara abriendo la barrera ya no daría problemas
- E-Esto va a ser largo - Alphys sujetaba la muñeca de la chica alarmada comenzando a quitar vendajes y suturar heridas. La mayoría eran bastante feas, cortes profundos del tridente y quemaduras graves.
- Sans, mantente determinado - Asgore dio el asunto por zanjado y se marchó con rostro entristecido. Dejaba atrás un alma rota y otra luchando por vivir.

Undertale : Pacifista Genocida Pacifista Donde viven las historias. Descúbrelo ahora