7. Problemas del más allá

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Los días pasaban de manera rutinaria y monótona. Stan estaba atento a cualquier ayuda para Kyle y siempre le preguntaba a Dessin y a Damien si podía ayudar en algo con su intento de volver todo a la normalidad.

Constantemente iba a visitar a su familia y se alegraba de ver como de a poco parecía que cada uno de ellos lograba seguir adelante... Aunque, había una excepción que lo hacía preocuparse más de lo que debería: su padre.

Habían pasado casi dos semanas ya, y su padre seguía bebiendo como si su vida dependiera de ello, y eso no provocaba más que rabia y frustración por parte de Stan, quién a pesar de lograba ver lo mal que estaba, no podía hacer nada para decirle lo que de verdad pensaba, que en realidad lo perdonaba por todos sus errores y que, sin importar cuantas cosas malas pudo haber echo, seguía siendo su héroe.

Pero muy a su pesar, lo único que podía ser era ver todo como un espectador y aunque lo quisiera, no podía intervenir en las acciones de su padre.

— Oye Stan— El azabache levantó la vista hacia su mejor amigo, quien estaba recostado en su cama estudiando para su siguiente examen- ¿Te encuentras bien? Te noto algo distraído...- Stan negó con la cabeza y sonrió de oreja a oreja, se acercó a su pelirrojo amigo y se sentó a un lado suyo.

— No te preocupes, sólo estaba pensando— Kyle miró a su amigo y desvío la mirada nervioso. Stan lo miró con una ceja alzada, hacía un tiempo ya que Kyle actuaba de manera evasiva hacia su persona— En realidad yo debería preguntarte a ti si estás bien.

— Si, si, todo está bien...— Kyle miró la hora en su celular y se estiró en su cama— Creo que es hora de que vaya a dormir.

— Está bien...— Kyle guardó sus cuadernos y se acostó en su cama, apagando de paso la luz y dejando que el sueño se apoderada de su cuerpo.

Aunque el tiempo halla pasado y aunque las cosas entre ambos parecieran ir de igual forma, Kyle seguía analizando cada segundo la pequeña conversación que había tenido con Wendy, y aunque no quisiera admitirlo, se a dado cuenta también que la necesitad que siente por estar junto a Stan es más gran grande que un simple cariño hacia su amigo. Y eso realmente le asustaba.

Le asustaba porque sabía que lo suyo, por más que intentara que fuera real, no podría serlo. Stan ya no está realmente con y con el paso de los años posiblemente desaparezca de su vida sin dejar rastro alguno, y eso le daba realmente pavor.

Pero aún así, muy en el fondo, su corazón le decía que algo se podía hacer, algo podía cambiar para que su amigo finalmente volviera, para que las cosas fueran como antes y para que el pudiera volver a estar, en carne y hueso con Stan, para finalmente poder volver a abrazarlo, a tocarlo o incluso... A besarlo.

Sus mejillas ardieron ante aquel pensamiento y rápidamente se tapó completamente con las mantas, esperando que este pudiera ocultar su sonrojo y, a pesar de que estuviera oscuro, también pudiera evitar que el azabache lo viera.

Stan le miró curioso desde su escritorio, apenas Kyle se había acomodado para dormir Stan había decidido salir un rato como suele hacerlo, pero al ver como el pelirrojo se trataba de esconder entre las sábanas la curiosidad entró en su ser y lentamente se fue acercando hacia su mejor amigo.

***

Tick tock, tick tock, tick tock....

Dessin caminaba de un lugar a otro de manera nerviosa, el tiempo se le acaba y aún no tenía suficiente pruebas como para poder rescatar al azabache de su terrible final.

"Si ahora es un fantasma, entonces tendrá que desaparecer"

Un escalofrío recorrió su espalda al recordar las palabras que le había dicho cierto dinosaurio cuando fue al cielo con Damien.

Volviendo a sentir [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora