Mi nombre es Nicté, soy la oveja negra de mi familia misma que es "la mas prestigiosa y rica de todo el país", dueños de la aerolínea Farú y bla,bla,bla. Da igual.
A continuación leerás mi vida, leerás lo mas asombroso, extraño y bipolar que existe...
Aitor es el gemelo de Astrid, tienen 25 años. Astrid es la favorita de mamá y la típica zorra niña de papi, Aitor el favorito de papá y el mujeriego aspirante a chico malo que se hace el bueno delante de nuestros padres. Yo sabia que el corria en las ilegales, me di cuenta por las llantas de sus coches, siempre las cambiaba cada 15 o tantos dias porque se ponian lisas y unos cuantos golpes que veia en sus vehículos.
Los restantes de la carrera que pudieron llegar, hicieron su entrada. Pero cuando llego el tipo del Chevrolet que intenta volcar los autos me sorprendi. Es el mismo con el que me tope en el restaurante del hotel donde me hospedo.
Se quedo viendome unos segundos y decidio ir a saludarme.
- Heey, ¿que tal?-
- Pues ya ves- Respondi con poco interés.
- Eres la chica del hotel ¿no?-
-Si, eres de esos mala fe en la pista eh-
- Jajaja, no que va solo intento llegar al primer puesto, igual que todos.
- Mmm, ya-
- Y... ¿vuelves para Samana?- Me pregunto tratando de sacar conversacion.
- Si, dejare la moto aqui y me voy en un rato, ¿tu vas?-
- Si de hecho ya me voy, espero mañana verte Farú- me guiño un ojo y se fue.
Le dije a Rey que guardara mi moto y que en unos dias la vendria a buscar. Llegue a la casa gracias a Dios ninguno de los dos estaban aqui, subi a tomar una ducha, me puse un pantalon negro, una camiseta basica blanca, unos tenis blancos y me hice una coleta. Busque la llave de mi Hummer y la llave de mi habitacion.
Son las 2:40am, tengo un laaargo camino por recorrer. Llegue a las 6 y algo de la mañana ya que me pare en un establecimiento 24hrs por un poco de comida y café, al llegar me fui directo a la cama, con todo y ropa.
Aun con la cara enterrada en la almohada tome el telefono y marque a recepcion para que me trajeran desayuno o almuerzo... o lo que sea. Me levante super tarde eran las 3:15 de la tarde. Cuando llego la mucama dejo un carrito con todo tipo de comida, le agradeci y le dije que por favor pusiera el letrero de no molestar.
Comí y luego fui a tomar una ducha.
Me puse esto:
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Me hice un moño alto y me puse unas pantuflas color gris, revise mis snaps ya que tengo cerca de 1000 personas, si lo se para ser alguien antisocial es raro que tenga tanta gente en las redes, pero ahi nadie me conoce, nadie sabe quien realmente soy, solo ven lo que yo quiero que vean y a parte de eso solo me siguen por ser hija y hermana de los Farú.
Casi lo olvido, Astrid es una modelo famosa y Aitor trabaja en uno de los aeropuertos de papá en NY. Han sido la masilla de nuestros padres por eso siempre los han querido mas que a mi, si es que me quieren cosa que dudo, y yo he sido la oveja negra que los contradice en todo.
Salí al balcon el cual tiene una vista maravillosa que da al mar. Recoste mis antebrazos en la barandilla y cerre los ojos sintiendo la brisa en mi cara, estaba algo así como en el aire alejada de todo, pero la voz de alguien en el balcon de al lado me saco de mi trance.
- vaya, pero si es la belleza de las carreras- Me saludo Sebastian en un intento de ser sensual.
Di la vuelta y ahora estoy recostada en mis codos dando la espalda al mar.
- ¿que pasa chico de mala fe?- respondo en un tono sarcástico.
- Jajaja, vaya nombre me has puesto- Se puso en la misma posición que yo.
- Te lo haz ganado con mucho esfuerzo querido-
- No es por ser metiche ni nada pero... según escuche eres hija de Nicohlas Farú y se supone que vives en Santo Domingo, ¿que haces aquí?- Me dice rascandose la nuca.
- Eso mi querido amigo no es de tu incumbencia- Le guiñe un ojo y me entre a la habitación.
- No,no,no te vayas- Se metió a mi balcón y luego a mi habitación.
- ¿Que te pasa?, ¿porque te metes a mi balcón?- Me lancé a boca abajo en la cama, la verdad no tengo animos de estar de mal humor, estoy cansada.
- es que quiero conocerte- Solto una risa nerviosa.
Me volteé y le di una sonrisa sarcástica.
- Hola, soy Nicté y tengo 19 años, estudié turismo y pronto vivire en Inglaterra, eso es todo te puedes ir- Volví a darme vuelta.
- Y tienes un hermano que ummm...- Eso ultimo lo susurro.
Me levante rapido con una sonrisa burlona en mi cara. El me miro rojo de la verguenza.
- ¿que dijiste?- Aún mantenia mi sonrisa.
-Ehhh...¿yo? Nada, yo no dije nada.
- No, dijiste algo sobre Aitor, te oí perfectamente. No puede ser, eres gay- Estalle en carcajadas.
El parecía un poco avergonzado y la verdad sentí culpa por burlarme de el. Cosa rara jamas siento eso.
- Hey, no te preocupes no le contaré a nadie, y solo me rio por el momento pero no soy quien para burlarme de ti. Perdon por reírme- El levantó la mirada y me dio una sonrisa llena de alegría para luego abrazarme.
- Gracias, eres solo envoltura.
- Wooo, ya estuvo bueno no más abrazo, no me gustan- hice cara de asco- y pues no te equivoques, no soy solo envoltura.
Salí de nuevo al balcon y me senté en uno de los sillones. Y el me acompañó. La verdad el tiene algo que me hace no quererlo golpear y mandarlo a tomar por culo, cosa muy rara. ¿será brujo o algo?
En lo que duramos hablando me contó que lleva mucho con el conocimiento de que es homosexual, pero que pocas personas lo saben. Es hijo del dueño del hotel y por eso siempre esta aquí, vino a vivir aqui pero se ira porque ya se canso segun él. Siempre me ha querido conocer porque dicen en las calles que soy una leyenda tanto en peleas como en carreras. Y su nacionalidad es italiana, rusa y dominicana.
- y... ¿que hay de ti?, ¿no tienes nada para contar?.
- Pues no... solo que me fui de mi casa hace 3 días y planeo ir a vivir a Inglaterra que por cierto supuestamente compraría ayer mis boletos pero se me olvido y pues hoy, bueno hoy no tengo ganas de nada.
- Te comprendo, es duro conducir tantas horas.
Incline mi cabeza hacia atrás y me hundí en mis pensamientos, ¿que sera de mi vida ahora?, ¿mi vida cambiará en Inglaterra?, ¿con que me topare?. Sentí algo molesto en mi cuello y abrí los ojos, me había quedado dormida en esa misma posicion y el chico ya no estaba.
Me levante del sillón, tome una ducha y me vestí. Decidí ir a comprar el boleto.
Si contemplas mucho un abismo, el abismo termina por contemplarte a ti
