Only Lovers Left Alive

Capítulo I, II, III

Ｃａｐíｔｕｌｏ Ｉ - Ｍｅｌａｎｃｏｌíａ．
''Recordar es fácil para el que tiene memoria.
Olvidar es difícil para el que tiene corazón. ''
　
-JiHo ¿Qué haces?
-Compongo.
-Pero... ¿y la música?
-No hago música. Es una composición sensorial... la madera y yo; estoy sintiendo... escuchando.
　
Woo JiHo, un vampiro de época viviendo en el mundo actual como un músico y compositor sin nombre, sólo vendiendo sus canciones para sobrevivir. Vivía en una modesta casa, a las afueras de la ciudad, cerca de un frío lago, rodeado de árboles, con él: con Kim YuKwon; vampiro también, notablemente más bajo y con unos afilados ojos que permanecían adormilados. YuKwon, su eterno enamorado, viajaba junto a JiHo por el mundo a través de los años; siempre a su lado siendo su soporte, sosteniendo su mano.
　
-¿Estás bien...? - YuKwon se metió en la cama, a un lado del vampiro que recostado, abrazaba su guitarra acústica -te ves... deprimido.
-La depresión y la melancolía son cosas muy diferentes, Kwonnie.
-Sin embargo, en ambas, la tristeza es crucial.
-Nostalgia. Esa era la diferencia que le daban los psicoanalistas.
-Entonces ¿te sientes melancólico? -el bajo tomó con sus manos la guitarra, la despegó del cuerpo del otro y con cuidado la dejó del otro lado de la cama para poder acomodarse en el desnudo pecho de su amado.
-Kwonnie... ¿cuánto tiempo tenemos aquí ya? ¿tres años?
-Tres años.
-¿No extrañas aquellos tiempos? - los brazos de JiHo rodearon el torso de YuKwon y lo estrujaron un poco.
-No extraño el tiempo pasado. Sólo disfruto el presente. A tu lado.
-Antes éramos más libres. Podíamos ser nosotros sin necesidad de estarnos escondiendo.
-Siempre nos hemos escondido...
-Pero no por esto...
-Il y a des moments dans la vie où la question de savoir si on peut penser autrement qu'on ne pense et percevoir autrement qu'on ne voit est indispensable pour continuer à regarder ou à réfléchir...
-YuKwon...
-¿Mh?
-Te amo...
-Yo te amo a ti, JiHo.
　
　
Ｃａｐíｔｕｌｏ ＩＩ - Ｓｅ ｎｅｃｅｓｉｔａ ｕｎ ｍａｓｏｑｕｉｓｔａ ｐａｒａ ｔｅｎｅｒ ｕｎ ｓáｄｉｃｏ．
''Va todo lo demás a su ruina, y sólo nuestro amor no desfallece...''
　
-Te he traído el desayuno - YuKwon se quedó de rodillas junto a la cama apoyando los antebrazos en el colchón. Llevaba consigo una copa color bronce, vieja, llena de sangre fresca del banco del hospital. JiHo llevaba días así, en cama, recordando la época del renacimiento, recordando aquellos días en el que él y YuKwon podían beber sangre humana con descaro paseándose por los castillos, aquél tiempo en el que sólo debían preocuparse por ser dos hombres en una relación.
-No tengo hambre - respondió y se dio la vuelta para quedar recostado boca abajo, dejando a la vista su desnuda espalda.
-Tienes que comer.
-YuKwon.
-¿Mh?
-No tengo hambre.
　
YuKwon bajó la mirada, dio un trago a la copa y empapó los labios en la sangre. Así le besó la mejilla, dejándole marcada la boca; bebió un poco más y ahora fue la comisura de los labios los que fueron atacados por el beso. Pronto JiHo se había dado una vez más la vuelta, y con su novio encima llenándole de besos ensangrentados, él sonrió. Sonrió por primera vez en mucho tiempo.
-Me encanta tu sonrisa - dijo YuKwon.
-Y a mí la tuya- susurró JiHo. Y dio su último trago de sangre en un beso con su amado.
　
Estaban acostumbrados a pasar el día juntos, charlando, riendo, incluso cantando y bailando, pero últimamente los cambios de humor de JiHo lo mantenían postrado a la cama, lamentándose de la vida. YuKwon no la tenía fácil; todo intento de alegrar a su novio fallaba colosalmente haciéndole enfadar.
　
-¿Cuántas veces tengo que decirte que no quiero recibir visitas? - JiHo lanzó la camisa al suelo, la perfectamente planchada camisa negra que su novio le había entregado.
-Tienes que verlo... quiere hablar sobre tu música.
-No tengo tiempo para esas cosas.
-JiHo, tienes que hacer algo ya. Te la pasas en la cama todo el día. Ya no has compuesto nada ¿no dijiste que querías trascender?
-Si mi música es buena trascenderá, además tengo meses sin poder componer ni una buena pieza.
-JiHo...
-¡Cállate! Y saca a ese hombre de mi casa, no lo voy a ver. YuKwon, te juro que si no lo sacas en cinco minutos, bajaré y lo mataré frente a ti.
-Prometiste no matar a ningún humano nunca más ¿faltarás a tu promesa?
-¡Sácalo ahora!
-No lo haré.
-¡YuKwon! Te vas a arrepentir.
-Lo siento.
　
''Estás loco. Puedo mantener un secreto, ya deberías saberlo. Pero te digo, sería el escandalo más indignante y delicioso de la historia.''
　
　
Ｃａｐíｔｕｌｏ ＩＩＩ - Ｍｕｅｒｔｅ， ｎｏ ｓｅａｓ ｏｒｇｕｌｌｏｓａ．
''¿Por qué entonces tu orgullo?
Después de un breve sueño despertamos eternos,
Y ya no habrá más muerte: muerte, tú morirás.''
　
　
-¿Qué horas es?
-Las tres de la mañana.
-¿Las tres de la mañana? ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo?
-Dos semanas.
-¿Dos semanas? ¿Por qué no me despertaste?
-¿Cómo podría despertarte y romper tu calma? Sin duda alguna, JiHo, tu mirada es mi paisaje favorito, pero no podría levantarte de la profundidad con la que dormías. Dime ¿soñabas conmigo?
　
JiHo se sentó en la cama, estiró los brazos hacia arriba y el sonido de su columna al tronar, retumbó por la habitación. Recargó la espalda en la fría pared, sus vellos de los brazos se levantaron por el contraste con su cálido cuerpo y volteó a verlo, diciéndole con la mirada que se recostara a su lado. YuKwon hizo caso al instante, se acomodó en su torso, colocando la mejilla en el pálido pecho del otro y una de sus manos le acariciaba el vientre.
-Soñé contigo.
-¿De verdad? ¿Y qué fue?
-Nos soñé eternos. Te soñé sonriendo. Sonriéndome, tus ojos siendo un lucero que alumbraba mi camino, esas pequeñas rendijas que los esconden cuando sonríes eran suficientes para aluzar mi alma. Soñé tu mano sobre la mía, tu aroma... tu piel. Nos soñé eternos, pero también, nos soñé humanos.
-JiHo...
-¿Sí?
-Te amo...
　
JiHo tomó los costados de YuKwon para levantarlo, para poder delinearle el rostro con la mirada; las piernas de YuKwon se acomodaron a los costados del cuerpo de JiHo, y ahora, sobre él, comenzó a trazar un camino de besos desde la punta de su nariz hasta su pecho. Por otro lado, JiHo introdujo las manos bajo la playera de YuKwon, subiéndola, tanto hasta llegar a sus hombros donde tuvieron que separarse por un momento para poder deshacerse de ella.
　
Las posiciones cambiaron, ahora YuKwon era quien estaba contra la cama, con JiHo sobre él. Sus prendas inferiores habían desaparecido. Piel contra piel. El calor de sus cuerpos se volvía uno, las manos de YuKwon se aferraban a la espalda de JiHo y la habitación se llenaba de gemidos por el placer provocado al ser uno mismo.
　
- Dite grande et terrible, car telle tu n'es point ...
-Mgh... Ah...
　
Los labios de JiHo invadían el cuerpo de YuKwon, presionaba su boca, succionaba su piel, mordía suavemente lo largo de su cuello al ritmo de las fuertes embestidas.
　
-Ceux sur lesquels tu t'imagines triompher...
Si un vampiro bebe la sangre de otro vampiro, el bebedor morirá.
-Ne meurent, pauvre Mort ; tu ne peux me tuer.
-JiHo... ah...
-Nous tirons du repos, du sommeil, tes images, grand plaisir ; de toi-même en doit sortir bien plus.
　
Un gemido, un suspiro, una suave mordida que poco a poco iba aumentando.
　
-Et nos meilleurs sont les premiers à te rejoindre...
-Ahh...
-Tu soulages leurs os, tu délivres leurs âmes ! Tes maîtres sont : destin, hasard, rois, furieux ; Tu demeures avec poison, maladie, guerre ;
　
Los colmillos de JiHo se hicieron presentes. Afilados, blanquecinos, como frías navajas contra la piel de YuKwon.
　
-Un charme, ou le pavot, peuvent nous endormir...
-JiHo...
　
La suave melodía de sus cuerpos al chocar... los gemidos armonizando la empañada ventana...
-Autant, mieux que ton dard. Pourquoi donc tant d'orgueil ?
-Así...
　
La sangre del cuello de YuKwon manchando las sábanas...
　
-Un somme, et nous nous éveillerons éternels ...
　
JiHo colocó una de sus manos sobre el pecho de YuKwon, estiró la diestra y tomó una filosa cuchilla de plata que tenía sobre el tocador. Y mientras el más bajo, nublado por el placer gemía su nombre al llegar al clímax, sin notar que de los gruesos labios de su amado corría su sangre, cerró los ojos, aferrándose más a él.
-Et la Mort ne sera plus ; Mort, tu mourras...
　
Y JiHo clavó el puñal en el pecho de YuKwon. Las manos que le tomaban, perdieron la fuerza por completo, y el ahora sin vida cuerpo de su novio, yacía bajo él, sobre las sábanas.
　
-Seremos eternos en nuestro hogar... donde el futuro no nos abrume... volveremos a nuestras raíces... - JiHo tomó la mano de YuKwon, le besó los dedos ¡Como le encantaban los dedos de YuKwon! Siguió su recorrido por el brazo, subió hasta su cuello y lo devoró. Lo devoró clavando los colmillos con fuerza, degustando de su dulce sangre, saciando su apetito carnal con el más puro elixir -YuKwon... te amo...
　
Y tras un par de minutos, la sangre del vampiro hizo efecto en el otro, el cual cayó sin vida sobre el cuerpo de su por siempre amado.

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Quotes de Focault, Donne y García Márquez.
Basada en la película con el mismo nombre "Only Lovers Left Alive ".