Tomé las llaves de mi camioneta y la última maleta que me quedaba, este sería un largo y agotador viaje a mi nuevo hogar en Los Ángeles. Una parte de mi estaba muy contenta porque por fin tendría el departamento para mi (era un departamento que mi padre había comprado hace varios años y que fuimos solo un par de veces en vacaciones) y sería independientemente adulta, pero otra y la mayor parte de mi estaba aterrada porque sabía todas las responsabilidades que esto traía. Agradezco a mis padres de haberme regalado ese departamento, ya que no quedaba al otro extremo del país, sinó a tan solo un par de horas en avión y nueve horas y media por la ruta oeste hasta San Fransisco, la casa de mis papás.-Dame eso, la cargo yo- Luke tomó la maleta y la dejó junto a las otras en los asientos traseros de mi camioneta.
-Gracias Luke. ¿Podrías ir a buscar a Taylor y a Edward? Acabo de mandarles un mensaje y ellos ya están listos en la casa de Ed-
-Si claro, pero si necesitas subir otra maleta se lo pides a papá o a Paul. No quiero que hagas mucha fuerza-
-Está bien, apúrate-
Les había pedido a mi hermano y a mis amigos que vinieran conmigo a Los Angles porque eran muchas horas conduciendo y porque no podía estar sola con casi nueve meses de embarazo. Por cierto mi panza ya no daba más de lo grande que estaba y creo que he subido algunos kilos de más porque me he devorado casi toda la cocina de mamá.
Entré a casa a alistar algunos bocadillos para el camino, en la cocina aun estaban mis padres y la señora Cameron.
-¿Ya está todo listo tesoro?- Preguntó mamá sacando su vista de su móvil y regalándome una tierna sonrisa.
-Si, sólo venia a buscar algo para comer en el camino, sabes que a Luke le da mucha hambre-
-Les he preparado algo de comer señorita Diana, está todo en esa canasta- La anciana apuntó la cesta que estaba en cima de la encimera de la cocina- La echaré tanto de menos- La señora Cameron arrugó aún mas sus ojos y comenzó a llorar.
-Yo también la extrañaré mucho, pero recuerde que vendré muy seguido para acá. No es como si me fuera a África o a Francia- Dije estas palabras en un fuerte abrazo. Aspiraba el aroma del cabello de la anciana, su típico olor a lavada que me recordaba mi infancia cuando la señora Cameron se dormía antes que yo siempre que mamá le pedía que me contara un cuento en la noche.
-Ya basta de llantos, que ya es suficiente con escuchar a Sarah llorar- La niñera se alejó de mi al escuchar la fría voz de mi padre y sentí una rabia que subía de mi pecho a mi cara por lo insensible que era Arthur Hemmings.
-Iré a ver si se me queda algo en mi habitación- Dije alejándome lo mas rápido que pude de la cocina, llevándome la cesta conmigo antes de que se me escapara alguna palabrota.
Subí las escaleras y abrí la puerta de mi antigua habitación. No había nada ahí, tan solo la cama y los muebles, ya no estaban mis libros, ni mis adornos, ni mi ropa, ni mis zapatos, ni mi maquillaje ni discos ni nada. Era tan extraño ver mi habitación así, sin nada de mis recuerdos, tan fría, como si nunca hubiese reído en estas cuatro paredes, como si nunca hubiese llorado.
Me estiré en mi cama y no se cuanto tiempo estuve así pero de repente mi teléfono comenzó a sonar y no lo encontraba por ningún lado. ¿Saben donde estaba? ¡Debajo de la cama! No se como rayos hizo mi teléfono para llegar allí.
Llamada telefónica.
-¿Aló?-
-Diana ya vamos llegando, espéranos afuera- Dice Luke por la otra línea.
-Ya voy-
Fin de la llamada telefónica.
Tomé la cesta y mi móvil y baje con cuidado las escaleras, me despedí como por novena vez de mis padres y de la señora Cameron, esta vez bien rápido para que no volvieran a llorar y salí a esperar a mi hermano y a mis amigos afuera.
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Embarazada de mellizos ~ Harry Styles
FanfictionTaylor me entrega el test pero mis manos están temblorosas y sudadas, por lo que me cuesta cogerlo. Creo que nunca había estado tan nerviosa en mi vida. Edward tiene su mirada pegada al objeto que ahora sostengo en las manos y se que él esta igual d...