Llegaste corriendo y tomaste mi mano, pude sentir tu respiración agitada junto con un débil llanto. Te lamentaste una y otra vez, no hay vuelta atrás. Te escuche rezar, tu no eras creyente. De verdad quiero sentirme triste, pero hace unos días que no puedo expresar lo que siento. Eras la única persona que me había hecho sentir asi, me hacías tan bien. Recuerdo cuando me dijiste "enamoraté de mi, no te vas a arrepentir" unos meses antes de que pidas ser tu novia. Y si, sigo son arrepentirme.
Estoy tranquila, no es la palabra indicada, pero es algo similar a lo que siento. Vuelvo a escucharte rezar, quiero decirte que ya no importo, que continúes tu vida que tienes una sola.
Besaste mi mano y me pediste que me quede. Todo se escucha lejano y despacio.
Ya es demasiado tarde, puedo sentir como mi alma se despega de mi cuerpo.
Veo como rápidamente gritaste al ver que mi corazón había dejado de latir, te agarraste la cabeza con tus dos manos dejando que tus lágrimas salgan sin parar. La habitación se lleno de personas y te sacaron de allí.
Salí contigo y me senté a tu lado. Intente hablar pero no me escuchabas. Al instante sale él médico y te dice lo que no querías escuchar. Te sentate de nuevo a llorar. Te hable aunque no supieras que estoy ahi. quiero que sepas que nos voleremos a ver, tu alma y la mía. Mientras esperó que él cielo me contenga en sus estrellas durante esta larga espera.
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THE MOON AND THE TRUTH
KurzgeschichtenUn conjunto de historias sobre la vida, él amor, él y ella.