La vida, cómo cambia

Hasta nunca Beita

Lina despertó por el sonido de la lluvia afuera de la habitación, y Mario seguía durmiendo plácidamente. Qué bonito era verle dormir.

Era temprano, las 8:23am, y Lina no iba a despertarle sólo porque se aburriera, así que como cada mañana, entraba a wattpad a leer, y a instagram a ver fotos.

Una hora y algo después, Mario despertó. Lina le dio un largo beso de buenos días, y se acurrucaron juntos.

Ya espabilados, empezaron a hablar de la noche anterior. Lina le contó lo que Bea dijo en su cuarto, y él quedó sorprendido, cagándose en la chica, que se metía siempre en lo que no le importaba, creyéndose la más, la más lista y la que siempre tenía razón. A Lina ya hacía tiempo que algo no le gustaba, pero pese a no darle buena espina, intentó pasar del tema, pero esto ya era el colmo. ¿Qué más que inventarse para separarles?, ¿qué manera de despreciar a una persona hasta el punto de hablar esas barbaridades de ella?

Lina recibió un mensaje. Bea, resacosa perdida, pidiéndole que le contase lo que ocurrió la noche anterior, porque no recordaba nada.

Bebiste de todo un poco, mezclando, te sentó como un tiro. Empezaste bien, bailando como una loca, y luego acabaste por dejar que te sobasen toda clase de chicos, porque ni te dabas cuenta de quiénes eran, en medio de la pista. Te sacamos y querías beber más, pero estabas realmente mal. Te tuve que llevar al baño, donde no dijiste ni una palabra. Te ibas a los lados y quizás hayas despertado con algún hematoma o chichón. A las 4 tuvimos que llevarte entre los dos al coche porque estuviste cerca del coma etílico. Te subí al cuarto sin que tus padres se enterasen y allí empezaste a llorar y a decirme que no te gustaba Mario, y en fin, esas cosas que tú piensas sobre él. Te dejé dormida y me fui, nada más.

Bea, sin saber que Lina y Mario estaban juntos, leyendo lo que decía, se sinceró pese a encontrarse con tal dolor de cabeza. Que si le parecía mal que la dejase de lado, que si no entendía por qué le sentaba mal dar su opinión... En fin, todo lo demás ya lo había dicho.

¿Y sabes qué te digo Lina? Que se acabó, esta amistad de tanto tiempo no va a seguir más, porque estoy harta, y tengo amigos que me aprecian más y me preferirían antes que a una pareja, y además, sólo hace 3 meses que os conocéis, a dónde crees que vas a llegar. Hasta nunca.

Automáticamente, Lina estalló de risa, sabiendo la clase de tonterías que podía llegar a decir, solo por querer captar atención. Se sentía demasiado importante, y quería que Lina se arrastrase, cosa que ella no iba a hacer. Estaba tan en las nubes, que creía que merecía que rogasen por ella y no veía la hora de montarle una paranoia a Lina. Pero ella ya la conocía suficiente.