Heridas al corazón (Justin Bieber)

Capitulo 4.

Después de esa absurda comida, mi madre y yo fuimos a una de las tiendas de ropa más visitadas en ese centro comercial, llamada BEAUTY, mientras veíamos algunos vestidos, mi gran acompañante, no había parado de hablar de Justin, y de lo grandioso que era ese chico, para mi era un chico común y corriente, y en realidad esto comenzaba a ser insoportable, esta bien él era muy lindo y caballeroso, pero me imagino que solo lo hacia por compromiso y por quedar bien com su madre.

- Mamá por favor, podrías dejar de hablar de él, pereciera que fuera un Dios o algo parecido, además hemos venido a comprar un simple vestido, no a hablar de un chico que apenas conocemos- dije harta de ese tema

- Esta bien- dijo mi madre, mientras veía algunos vestidos- ¿no te gusta este?- dijo enseñándome un vestido que podría llegarme a las rodillas, era de tirantes, con muchas piedritas plateadas en la parte de superior de él, y en la parte de abajo la tela estaba un poco amplia, esa parte era color blanca, en realidad el vestido era muy bonito, pero si escogía ese tenía que comprar algo para tapar mis heridas.

- Es muy lindo, pero no crees que a estado habiendo un poco de frío, y esos tirantes aran que me congele- le dije ocultando la realidad que era que no quería que vieran mis cortes

- Podríamos comprar alguna chaqueta o no sé algo parecido- dijo buscando con la mirada a alguna de las vendedoras de la tienda, supongo que para preguntarle algo sobre eso. Cuando encontró a una, y le hizo una seña para que viniera hacia nosotros.

- Disculpe señorita, podría enseñarme alguna chaqueta para este vestido- dijo señalando al vestido que me había mostrado ase algún momento

- Claro que si, permítame un momento- dijo la chica y se alejó de nosotros

- Bueno entonces ¿si te llevaras este vestido?

- Supongo que si, de todos modos solo es para una sola noche mamá, por si no lo sabes yo no uso vestidos- le dije, eso era cierto, ya hasta había olvidado la última vez que utilice uno de ellos.

-Mira si ese vestido no te gusta, podemos escoger otro, lo único que quiero es que tú te sientas bien- dijo mi madre con una sonrisa en su rostro, yo simplemente la mire y le di una de mis sonrisas falsas y asenti con la cabeza que ese estaba bien.

¿Desde cuando a las personas les importaba como me sentía? Que yo recuerde mi madre ni siquiera me pregunto si yo quería asistir a esa fiesta, o tampoco si yo quería estar en esa tonta comida con Pattie y Justin, y ahora sale con que lo único que quiere es que yo me sienta "bien", era adsurdo.

La chica de la tienda regreso un una chaqueta blanca de cuero, según ella era perfecta para ese vestido.

- Andrea, ¿por qué no pasas a uno de los probadores?- dijo mi madre dándome el vestido y la chaqueta

- Esta bien- le dije y mire a la misma chica que me veía con una sonrisa en su rostro, me pregunto porque siempre tienen que fingir que una persona le agrada, sabiendo que por dentro la miran con asco, me imagino que es por que ese es su trabajo.

Entre a uno de los probadores, me comencé a quitar mi pantalón y mi sudadera, me probé el vestido,me mire al gran espejo, para mi, me veía como una tonta niña de mami, observé mis heridas, que comenzaban a dar picason, por que empezaban a cicatrizar, me puse la chaqueta, creo que la chaqueta era lo que hacia verme mejor, quizás y porque las cicatrices ya no se percibian.

Tocaron la puerta:

- Hija, ¿ya te los probaste?- dijo mi madre detrás de la puerta del probador

- Si mamá- le dije sin ganas

- Por que no sales, me gustaría ver como te queda- yo simplemente abrí la puerta, y vi a mi madre con algunos otros vestidos en su entrebrazo, observé el rostro de mi madre, tenia grabada en él una gran sonrisa

- ¡Wow! Te vez hermosa- dijo mi madre mirándome de pies a cabeza- con otros zapatos luciras espectacular

- ¿que tienen estos?- no se ni porque preguntaba, solo yo me atrevería a ponerse unos converse con un vestido de "princesita", quizás y era la costumbre de siempre contradecir a mi madre.

- Andrea, no puedes ponerte esas cosas con este hermoso vestido, ¡por dios!- dijo mi madre, mirándome con desaprobación

- Esta bien mamá, tendré que parecer una de esas chicas falsas que me imagino que siempre asisten a las fiestas- dije con un tono de molestia

-Entonces ¿este está bien?

- Si, ya quiero irme a casa- dije seca

- Bueno, pero aún faltan los zapatos, cambiate y vamos a pagar- dijo mi madre cerrando la puerta para que pudiera ponerme mi ropa.

Comence a quitarme el vestido y la chamarra, y después el vestido. Después de habermelos quitado me puse mi pantalón y mi sudadera, ahora que me miraba al espejo, no podía encontrar algo que fuese lindo en mi, me sentía tan falsa, tan vacía, asquerosamente simple, sin gracia, inserbible, era así, como yo me sentía, ¿quién podría enamorarse de una chica que se lastima así misma para sentir felicidad? Era tan patetica.

Por que no podía tener lo que yo quería, me sentía vacía y sola, pero al mismo tiempo con unas ganas infinitas de recibir amor, un amor sincero, que jamás había podido sentir.

Quería regresar a la época en la que no me importaba nada y hacer lo que me gustaba era lo que me hacia feliz.

Unos golpes me sacaron de mis pensamientos no sé, cuanto tiempo había estado ahí, encerrada.

- Andrea, ¿estas lista? Tenemos que ir a comprar tus zapatos - dijo mi madre

- Si, si mamá, en un momento salgo- dije y abrí la puerta del vestidor

- Bueno vamos- dijo mi madre dirijiendose a las cajas para poder pagar, y conmigo detrás de ella, saqué mi celular para mirar la hora, eran un poco más de las 6:00 de la tarde, ahora lo único que quería era llegar a casa,tomar una ducha, tirarme en la cama, y escuchar mis canciones favoritas hasta quedarme dormida, ya que no me habían dejado tarea.