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Laura caminaba por una ancha avenida, no reconocía el lugar ni sabía como había llegado hasta allí. Desde su posición no podía ver el final de aquella calle, pero al mirar hacia atrás, distinguía con claridad el edificio a lo lejos. Las paredes pintadas de un color rosa pálido y las ventanas blancas, siempre abiertas para dejar entrar el perfume de las distintas flores que adornaban el jardín, le traía ese sentimiento de nostalgia que hacía mucho no sentía. Si miraba fijamente, casi podía notar la figura de su madre sentada en la entrada con su equipo de mate, parecía estar esperando algo, o alguien, a ella quizás. Sus ojos se nublaron por unas cuántas lágrimas que se negaron a caer, sin embargo, sus pies siguieron su curso hacia adelante, dejando atrás lo que fue su hogar.
El tiempo parecía haberse detenido en un eterno y silencioso amanecer. No sabía cuantas cuadras había caminado, pero sus piernas comenzaron a sentirse pasadas y la fuerza poco a poco la abandonaba. De repente, a lo lejos, donde parecía ser el final de la avenida, un edificio blanco de puertas de vidrio opaco se alzaba imponente. Y frente a éste, Mark.
Al verlo, sus energías se renovaron e intentó correr hacia él, no obstante sus piernas aún permanecían adormecidas.
En ningún momento dejo de caminar, aunque cada vez se le hacía más difícil moverse.
De pronto, sombras negras con forma casi humanas comenzaron a amontonarse sobre las veredas. No sabía porqué, pero sentía miedo, los ojos vacíos de estas apariciones la seguían en cada movimiento. Controlándola, reprimiéndola, amenazándola…
A medida que la distancia entre ella y Mark se acortaba, los seres se multiplicaban cercando sus costados, advirtiendo algo que ella no comprendía. Pero no le importaba, sabía que en los brazos de Mark, estaría segura.
Los espacios se habían reducido considerablemente, lo que antes había sido un ancho camino, se había convertido en un angosto pasaje entre miles de sombras, que, aunque no se movieran la amedrentaban con sus presencias.
Casi estaba allí, casi podía oír como Mark susurraba su nombre, el sol había comenzado a iluminar el cielo, transparentando las oscuras entidades, asegurando que pronto se desvanecerían. El miedo poco a poco iba desaparecido y se sintió triunfante frente a esos seres.
Sin embargo en sólo dos segundos el cielo volvió a oscurecerse y los seres ganaron poder separando de sus cuerpos largas extremidades que intentaban envolverla y arrastrarla hacia ellos. En su garganta pujaba un grito desesperado con el nombre de aquel que ahora no sonreía y se encontraba rodeado por estos seres, que aunque no lo tocarán ni mostrarán un sentimiento negativo hacia él, no le permitían moverse.
El terror se apoderó de su cuerpo cuando ella tampoco pudo avanzar. Por el contrario, era empujada hacia atrás. Nuevamente giro su vista hacia el principio de la calle, sorprendiéndose de ver su casa en total tranquilidad y a su madre, que en la misma posición era acariciada por los suaves rayos de sol que sólo llegaban a ese punto.
Sin intención, sin su propio consentimiento sus piernas comenzaron a moverse en dirección a su casa. Al principio Laura se resistía, pero mientras más buscaba a Mark, más se agitaban esos lazos queriendo aprisionarla.
La angustia la llevo a buscar refugio en brazos de su madre y a la vez que la distancia entre ella y su casa de acortaban sus piernas de volvían más livianas y las sombras iban quedando atrás.
Sin poder evitarlo, su mirada se dirigió una vez más hacia Mark y lo comprendió todo. Ahora él se encontraba iluminado por el sol y su sonrisa se había restaurado, brillante y dulce como siempre. Los lazos que lo habían rodeado ahora lo abrazaban con devoción.
En el fondo de su alma quiso volver a él y ser quien lo abrazaba, pero como si esos antes pudiesen leer a través de ella, se precipitaron sobre su cuerpo, cubriéndola por completo. Dejando que a lo lejos la imagen de su casa y su madre desaparecieron en la oscuridad de sus ojos. Con sus piernas paralizadas cayó de cara al suelo, incapaz de moverse por más que lo intentara con todas sus fuerzas. Las lágrimas que no habían querido salir ahora brotaban de sus ojos casi ahogándola en ellas y con un doloroso quejido lo llamó.
-Mark…-
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-Lau… Lau... ¡Lau despertate! Lau…- la voz llegaba a sus oídos casi como traída por el viento. La oscuridad donde estaba inmersa poco a poco fue desapareciendo, dándole lugar a una luz cegadora que en principio lastimó su vista.
-Mark…- su vos era apenas audible y contenía toda la angustia reciente.
-Tranquila amor, fue sólo un sueño… ya está… estoy acá, con vos…- los brazos del mayor la rodearon transmitiéndole toda esa seguridad que tanto había ansiado mientras soñaba. Se sintió un poco tonta por haberse dejado arrastrar por aquellas imágenes pero era todo tan reciente que no podía dejar de temblar.
-¿Estas mejor? ¿Qué soñaste?- el mayor cambio de parecer al ver la tristeza que expresaban los ojos de la chica -No me lo digas, mejor esperemos a que estés más tranquila. Sólo récords que fue un mal sueño, nada más ¿Si?-
Laura asintió sin ser capaz de hablar. Algo en su interior del gritaba que no había sido sólo un sueño.
Intento levantarse y el miedo que la embargo casi le hace soltar un grito al no poder mover sus piernas, como si esas sombras aún siguieran aferradas a ella. Al bajar la mirada, vio que era el cuerpo de Yugyeom el que no le dejaba moverse al usarla de almohada. Sonrió más tranquila, mirando la expresión inocente del maknae dormido.
-Quizás me ponga celoso…-susurro Mark en su oído, ganándose la atención de la chica. Que rio bajito después de depositar un suave beso en sus labios.
-¿Qué hora es?-
-Creo que las seis de la mañana… ya tendríamos que habernos ido- suspiro el mayor mirando todos los cuerpos amontonados a su alrededor, completamente inconscientes. -Pero te ves hermosa cuando dormís, no quería perderme ningún detalle… se que soñaste conmigo… ¿Ya estas mejor?-
-¿Cómo sabes?-
-Porque me llamabas entre sueños… ¿Fue algo feo?-
-Sólo una pesadilla nomas- Laura no quería recordar y menos aún que estaban tan frescas las imágenes dentro de su cabeza -Estaban teñido de rosa y usando vestido…- bromeó
-Ya tuve el pelo rosa hace un tiempo… y no me quedaba nada mal…- le guiño el ojo con picardía.
-Bueno si te vuelves a teñir de ese color te aseguro que te sacaré una niña foto para inmortalizar el momento y tener de que reírme después…-
-¡Ey!- Mark comenzó a hacerle cosquillas mientras reía.
-mmmmmm- se quejó Yugyeom cuyos movimientos de Laura le movían la cabeza.
Ambos se quedaron quietos por un segundo casi conteniendo la respiración hasta que el menor se acomodo un poco y siguió durmiendo.
-Eso estuvo cerca- rieron por lo bajo para luego compartir una serie de besos cortos y juguetones.
-Laura ¡¿Ya viste esto?!- Min entraba golpeando la puerta, despertando sin querer a todos los miembros de Got7 -o no… esto se pone peor…- se dirigió hacia su amiga tomando la del brazo y obligándola a levantarse del sofá, volteando de paso a Yugyeom que cayó sobre las piernas de un asustado BamBam.
-¿Qué haces?- la voz de Mark terminó de despertar a todos y corto el movimiento de Min, que separo su mano del brazo de Laura.
-¡Ustedes que hacen! ¿Creen que soy tonto? ¿Qué no sé quienes son? ¡¿Acaso tienen una idea de lo que han hecho?!- Min estaba claramente enojado, pero Laura no entendía porque.
-¿Qué estas diciendo…? ¿Acaso…?- por primera vez la voz de JB se escuchó preocupada.
-¿Que crees vos…?- respondió sarcástico Min, a la vez que casi estampaba la pantalla de su celular frente a la cara del líder.
-No puede ser…- nadie más pudo ver lo que el amigo de Laura mostraba, pero no les hacía falta, la cara de JB decía todo. Los habían descubierto.
-Quiero que se vayan ¡Ahora!- grito el dueño del departamento.
-No, Min… Puedo explicarlo, fue mi culpa. Yo los llamé y…-
-Laura, no tenés idea de como se manejan las personas como ellos. Si se enteran de quien sos, no te podes imaginar lo que te pueden llegar a hacer. Lo del otro día va a ser un chiste-
-¿Qué pasó Lau?- Junior ignoro el ambiente hostil que se había instalado. Centrándose en la muchacha que no sabia como responder.
-Hace casi un año que está acá conmigo y nunca le había pasado nada. Pero aparecieron ustedes y ya quisieron secuestrarla y subirla a una camioneta ¿Coincidencia?- Todos quedaron helados ante lo que vociferaba Min.
-¿Y vos donde estabas? La dejaste sola y recién apareces, no tenés derecho a decirnos nada- Jackson se encontraba más enojado de lo que sus compañeros alguna vez lo habían visto.
-Lau perdón yo…yo no sabía- el maknae corrió a abrazar a la chica que se mantenía llorando silenciosamente.
-¡No la toques! ¡Ya hicieron suficiente!- la mano que iba destinada a separar a Laura de los brazos del menor fue interceptada por seis pares más, que se interpusieron.
-Nosotros nos vamos a hacer cargo de todo esto. La vamos a proteger- aseguró JB, sin romper el contacto con la mirada del Min Ki.
-No me digas- Sonrió éste, sarcástico primero tienen que poder arreglarse ustedes. De Laura me hago cargo yo-
-¡Yo no soy el juguete de nadie!- por fin la muchacha había encontrado la fuerza suficiente para hacerse escuchar -Ya soy grande Min, puedo sola. Pude hacerlo todos estos meses y lo haré otra vez- se veía el enojo en sus ojos y el chico no pudo rebatir sus palabras -Y ustedes- se dirigió a sus nuevos amigos -las agradezco todo lo que han hecho por mi, lo del otro día no fue culpa de ustedes, fueron sólo unas personas locas y mi mala suerte, nada más. Pero quiero que se vayan antes de que tengan problemas.
- Ya es tarde para eso señorita- una persona parada desde la puerta escaneo a cada miembro del grupo, que se quedaron mudos al verlo.
-Mánager…---------------------------------------
Chicas ya estamos llegando al final dos capítulos más y listo. Hice este un poco más largo por haberme tardado tanto en actualizar. Espero que les guste.
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Sintiendo más de Lo Que Se Debe... Got7
FanfictionSólo buscaba vivir en Corea y disfrutar su juventud... pero la vida da mil vueltas y lo que por lo general, son sólo sueños, a veces se vuelven realidad. El problema viene cuando por esos sueños un grupo puede llegar a disolverse...