Capítulo 10: Nacimiento de los ángeles

660 18 1
                                    


Taylor me tomó de las manos y no se como logró que llegásemos hasta la calle.

A lo lejos vi mi camioneta moviéndose a toda velocidad sin ningún tipo de respeto por las leyes de transito, de hecho Luke ni siquiera la estacionó cuando llegó donde nosotras, tan solo lo vi salir sudando de la camioneta y corriendo hacia mi.

Me tomó como pudo y me dejó recostada en el asiento trasero. El rubio se disponía a entrar en el asiento del conductor pero le sostuve de la mano antes de que lo hiciera.

-Conducirá Edward, quiero llegar a la clínica con vida- Le dije entre gemidos.

Mi hermano bufó pero le entregó las llaves a Edward y entró en el asiento trasero junto a mí.

Por el camino sudaba como un indígena en plena caza de tigres, los bebés no paraban de patear y mis ojos se cerraban inconcientemente. Luke acariciaba mi cabello y me decía cosas que no era capas de oír y al mismo tiempo decía cosas por su teléfono.

Cuando llegamos a la clínica que mamá me había dicho, unas enfermeras me esperaban con una silla de ruedas, Luke me subió a ella y caminó junto a mí hasta la sala de parto.

-Lo siento, solo puede entrar el padre ¿Es alguno de los dos?- Alcancé a escuchar decir a la enfermera. No escuché la respuesta de los chicos pero en unos minutos ya tenía a Luke a mi lado.

-

-

-

Mi hermano me tomaba de la mano y lloraba como María Magdalena, miles de gotas salían de mi frente y estaba dando el máximo esfuerzo por pujar.

-Vamos, ya va saliendo- Me decía el doctor, yo seguía pujando con mas fuerza y Luke me alentaba mas.-Ya salió el varón- Mi hermano estaba a punto de desmayarse, estaba pálido como Taylor y también sudaba.- Sigue pujando-

Así pasaron los minutos, las horas hasta que por fin escuché las palabras que daban fin a mi sufrimiento.

-Aquí viene la chica- Anunció el doctor.

-Vamos hermana, es tu último esfuerzo-

Inhalaba por la nariz, exhalaba por la boca, pujaba. Era ese el patrón que gracias a Dios había acabado.

Escuché el llanto por segunda vez y esta vez si que quería conocer a mis hijos.

Una enfermera llegó con un bebé en brazos y me lo entregó.

-Es el niño- Recibí a mi pequeño Theo con orgullo y con curiosa observé su rostro.

Theo era bellísimo. Tenía una piel clara pero no llegaba a ser blanca, el escaso cabello que se le veía era color oro, sus ojos estaban cerrados y era difícil describir la majestuosidad de sus poco determinadas facciones. Besé su frente y lo apegué más a mi pecho, quería sentirlo junto a mí.

Alcé la cabeza y vi que ahora era Luke quien se acercaba con el otro bebé y lo dejaba junto a mí.

-Esta es Olivia- Miré el rostro de mi hija, que se parecía demasiado a su hermano, su rostro era bello como si de ángeles se trataran.

Hace algunos meses atrás me planté la idea de llegar a querer de corazón a los pequeños, ahora que los tengo junto a mi me dan ganas de matarme a mi misma por tan solo pensar en haber abortado, siento que amo a estos bebés, siento que daría la vida por ellos y tan solo llevo cinco minutos con ellos.

-Es hermosa- Dije entre lagrimas besando la cabeza de mi hija.

-Lo es- Afirmó Luke- Dame, quiero conocer a Theo- Entregué al pequeño a su tío y tan solo me quedé con Olivia.

Embarazada de mellizos ~ Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora