CAPÍTULO 11

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Lauren: ¿Qué? ¡¿Qué haces tú aquí?! - Gritó

X: ¡LAUREN! ¡LAUREN!


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Respiró agitadamente, le dolía el pecho, realmente estaba harta de las pesadillas, la dejaban agotada y de mal humor. Miró su reloj en el celular, faltan 3 minutos para que suene la alarma. Se sentó en la cama y esperó a que las imágenes desaparecieran.


Luego se levantó y fue hacia su baño, debajo de la ducha se dejó llevar por los pensamientos, las lágrimas solo cayeron.


Salió del baño, entonces sonó su celular. Parece que las personas les gusta llamar a Lauren justo antes de que vaya al colegio.


Verónica: ¿Lauren?

Lauren: ¿Qué pasa Vero?

Verónica: Lucy no va a ir al colegio, al parecer ayer que la dejé en la puerta de su casa no pudo llegar a su habitación, amaneció en el sillón de la sala. No se siente bien. Llegaré a tu casa, mi padre estaba aquí ayer en la noche y pasará a dejarme a tu casa antes de irse al aeropuerto.

Lauren: De acuerdo. Llámame cuando estés aquí.


El padre de Verónica es abogado, no tenía el mejor puesto del mundo, pero ganaba bien en una gran firma de abogados de Miami. Para él viajar nunca fue un sacrificio, no era un hombre de familia. Verónica nunca tuvo problemas con eso, siempre fue muy madura para su edad, sabía cuidarse por ella misma, sabía escoger buenas amistades, su madre siempre le dijo que la vida es única, que debía vivir bajo sus propias convicciones y no esperar a nadie. Además los padres de Lucy siempre estaban pendientes de ella gracias a la amistad que su madre les había dado.


Lauren terminó de arreglarse y bajo las escaleras. Le parecía extraño que Chris no hubiera ido a levantarla.


Michael: Hola hija – Le habló desde el comedor.

Lauren: Hola papá ¿Qué haces aquí tan tarde?

Michael: Bueno, me tomé el día libre, pero tendré que regresar mañana. – Michael trabajaba todos los días, era supervisor de un centro comercial y nunca descansaba, andaba de un lado a otro, pero le gustaba su trabajo. Además le daba dinero para gastos importantes de la familia.

Lauren: Ya entiendo ¿Es hoy? – Bajó la cabeza.

Michael: Sí, es hoy. Por eso estoy aquí. – Nunca dejaba el trabajo si no era por una cosa importante.

Lauren: ¿Y dónde está? – Lo miró a los ojos.

Michael: Aún no ha bajado de su habitación. Será un día pesado, está preparándose.


Lauren fue a la cocina y agarró una lata de jugo. Alguien bajaba las escaleras.


Clara: Hola hija, ¿vas a acompañarnos ahora?

Lauren: Contigo no voy a ningún lado Clara.

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