- Michael? Michael!!
Mi madre se encuentra en la sala de la casa y yo tengo 3 personas acá en el sótano, 2 que se encuentran sin vida y, uno más que está amarrado y sedado, por que mierda volvió?
No se para que carajo viene a descomponer mi vida de nuevo,
Subo las escaleras poco a poco, en el trayecto me quito la playera sucia y salgo moviendo lentamente la puerta poco chirriante para terminar cerrándola detrás de mi, salgo por la cocina.
- Por que demonios gritas?
- Por demonios no contestas?
- Eso no importa, que es lo que quieres?
- Llegar a ver a mi hijo en mi casa, y también quiero que se le quite lo amargado.
Dijo viéndome con odio.
- Eso no va a pasar. Madre....
Digo mientras tomo un vaso de la alacena.
- Cómo era mi padre?
- Por que preguntas eso Michael?
Ella sospecha pero se como engañarle.
- Me parezco a el?
- Si, un poco... Pero, por que hasta ahora me preguntas por el?
- Por que me vi al espejo, tengo barba un poco crecida, no eh dormido muy bien así que tengo ojeras y más arrugas de lo usual, supuse que tal vez así se veía mi padre.
- Si, pero acostumbraba usar ropa y comer un poco más.
Me mira con sospecha aún y toca mi clavícula.
- Que, no comes?
- Si
- Entonces? Que le pasó a tus lonjas?
- Hago ejercicio, además eso no importa! Me abandonas cada que puedes y quieres que me mantenga "sano"
- Fui a trabajar, y no te abandoné, nunca lo eh hecho, siempre vuelvo.
- Claro que me abandonaste, recuerdas cuando dejé de importarte?
- No ha pasado eso!
- Claro que si! Así que no vengas a joderme y si te vas a ir hazlo de una buena vez.
Dije sin dejarla hablar y subí a mi habitación, entre más lejos esté del sótano, mejor.
Ella sube apresurada por las escaleras detrás de mi, y ya en el pasillo me toma del brazo.
- Michel...
Yo sólo la escucho. Me quedo estático...
- perdóname
Me suelto de ella y me encierro en mi habitación.
Me pego a la puerta de espaldas y me dejo caer al piso.
Siempre viene a alterar el orden precario que había establecido antes...
No entiendo por que tiene que hacer eso de desaparecer y después volver como si nada hubiese pasado.
Escucho como se aleja por el pasillo.
Inmediatamente escurren un par de lágrimas por la cuenca de mis ojos, y ahí está de nuevo, esa sensación... La reconozco inmediatamente, es algo que no puedo negar, simple y llanamente es ese vacío .... Ese "no se qué" que destruye tanto a los hombres.
Ese sentimiento de no pertenecer a nada y ser todo al mismo tiempo.
Me había jurado, como muchas veces, que esto de sentirme basura no volvería a ocurrir. Pero igual que otras veces vuelve a suceder, cuando ya no escucho a mi madre andar por ahí la preocupación invade mi ser. Me levanto y abro la puerta levemente.
No le veo por ahí, así que bajo son hacer ruido, ya en el final de la escalera puedo visualizarla intentando abrir el sótano. Hago un ruido fuerte golpeando con mi pie el último escalón y me dejo caer al suelo, veo como mi madre voltea hacia donde yo y se acerca.
- Levántate
Ordena con una voz fría.
- Si me ayudas no me enojo.
Dije viéndola a penas por encima y de alguna manera con odio.
Me extiende la mano muy obligadamente, yo pienso que a veces sólo dice que me ama para quedar bien y evitar que yo la odie.
A veces me molesta el hecho de saber que en verdad me odia y que jamás tendré una madre amorosa llena buenos sentimientos hacia mi.
Tomo su mano y me levanto torpemente, hago gesto de dolor y ella frunce el ceño tanto que parece preocupada, entonces caigo en cuenta de que ya tengo su atención.
- Dónde es que te duele?
- Aquí.
Intento parecer herido y le señalo débilmente las costillas.
- No se siente fractura, tal vez sólo es el golpe.
Retira su mano de mi "herida" y se da media vuelta dejándome con la duda, a caso no le importó que me cayera?
Le sigo los pasos y ella se encuentra frente de la puerta del sótano.
- Por que está cerrada esta puerta?
- No lo se. Dije intentando aparentar indiferencia, ella voltea a verme con esos ojos interrogativos, se acerca lentamente hasta que la tengo a unos centímetros. Hay algo en su boca ese algo que me dice que está molesta.
- Que?
Pregunto mostrándole un carácter fuerte, no dejaré que ella note mi evidente nerviosismo.
- Escondes algo Michael, no podrás engañarme, así que es mejor que me cuentes toda la verdad con detalles de lo que hiciste.
Bien, eso fue más que una amenaza y en realidad se nota molesta.
Bufé y rodé los ojos llevándome los brazos cruzados al pecho.
- Abajo es un desastre, eh hecho algunas cosas de las que me arrepiento tal vez pero ya sin irremediables.
Me mira con una cara de furia, podía sentir el calor imanando de su cuerpo, en definitiva su cólera era palpable y no pienso arriesgarme, pondré solución definitiva a esto, tal vez no es la mejor manera pero es lo que hay así que me aferraré a esto tengo, yo mismo.
La tomé de las manos viéndola fijamente a los ojos.
- Madre, yo eh encontrado a mi padre.
Ella abre los ojos como platos, estoy seguro que no me cree ni media palabra de lo que le eh dicho.
- También hablamos acera de algunas cosas, así que me mudaré con el, lejos ... Muy lejos de ti. No podrás abrir el sótano, yo lo eh cerrado con llave a propósito, no quiero que te desahagas de mis maletas, así que por favor no intentes detenerme, no me quedaré por más que ruegues y llores.
Gracias por cuidar de mi y sobre todo gracias por hacerme quien y como soy.
Ella sólo me mira incrédula, hace gesto de querer hablar pero no lo hace, entonces de lleva las manos a la boca y un par de lágrimas escurren por su cara.
No dice nada sólo se aparta de mi lado, yo veo la escena en cámara lenta, se sienta en la sala y mueve la cabeza en señal de reprobación. No se como se siente y no quiero averiguarlo.
Ojalá decida largarse y me deje terminar mi propósito.
Subo a mi habitación en silencio, de hecho la casa permanece en silencio sepulcral, poco a poco va poniéndose el sol y se hacen presente gran cantidad de sombras marcadas detrás de los objetos o debajo de ellos.
Mi habitación en particular tiene un tinte especial, es algo tétrico como la oscuridad hace las esquinas más filosas, como el marco de la ventana adquiere una profundidad extraña, y como van cambiando los sentimientos al paso por esta oscuridad perpetua.
No me explico como es que siempre pasan cosas tan ruines y bajas por mi mente, mucho menos le encuentro sentido a las vidas que eh quitado...
Me siento en el marco inferior de la ventana, todo es tan tranquilo pero extraño.
Pocas personas pasan rápidamente por la calle y de repente se vacía ...
Así como mi mente... Poco a poco se va vaciando para dejar un nada que me atemoriza de sobre manera, quisiera que muchas cosas no fueran como lo son ahora pero no hay nada más que desee que la Paz.
Escucho a lo lejos los sollozos de mi madre, eso sólo significa que está en su habitación y que puedo bajar.
En el sótano todo huele de cierta forma, esa en donde el aroma dulce y ferroso abruma la nariz, entró tratando de no hacer mucho escándalo.
Y ahí están mis pecados aguardando para después atormentar mi existencia, como es que puedo hacer todo esto estando consciente de que lo que hago está mal, y peor aún... Que ya eh asumido toda consecuencia y responsabilidad por ello... Y, aún así no me importe.
Después de todo tal vez para esto eh nacido, para ser quien soy... Y hacer lo que hago.
En la mesa de trabajo se encuentra en carne viva mi más reciente trabajo, temblaba y estaba totalmente perlado de sudor, su piel violácea y una expresión indescifrable en la cara. Me acerco y mueve los ojos nerviosamente y después llora.
Le acaricio la frente con suavidad casi sublime, trato de parecer amigable, entonces mi víctima hace un par de movimientos y logra destaparse la boca, poco a poco el tiempo se hace lento tanto que parece todo estático, en un impulso de casi microsegundo tomo una jeringa y lo sedo. Un gritó un tanto agudo salía brevemente de las entrañas de aquel sujeto.
Subo tan rápido como puedo, voy directo a la habitación de mi madre, la señora ya se encontraba de pie en el pasillo con un semblante temeroso, me mira con duda y después pregunta.
Por qué estás despierto a esta hora?... Escuchaste eso?
Si, pensé que alguien había entrado a la casa... Por eso me levanté a revisar.
Bajó con cautela y encendió todas las luces que tuvo a su alcance, como si la luz fuera a salvarla de un posible robo.
Yo aún con la jeringa en mano le seguía sigilosamente por detrás, ella caminaba lento entre las sombras tenues de la cocina, poco a poco fui acortando la distancia y llenando la jeringa de aire, más y más cerca... Tengo su cuello desnudo a mi merced, y ella voltea, yo disimulo.
Que ocurre?
Pregunta con mucho fastidio.
No quería despegarme de di, yo... Tengo miedo.
Ríe escandalosamente.
Miedo? Por favor!
Se ruboriza de tanto reír, y después me mira.
Cariño, tu no sabes que es el miedo. Siempre has sido así... Tan... Sádico
Después aparta la vista repentinamente y hay algo que es tristeza en su semblante.
Yo se que es lo que no quieres que yo vea en el sótano y también se que me asesinarás a sangre fría en cuanto tengas la oportunidad.
Yo sólo me quedo estático, estoy sumamente sorprendido, después de todo ella tiene razón me conoce bastante bien.
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Mike Is A Killer •5sos•
FanfictionMichael Gordon Clifford es un estudiante promedio de 16 años de edad, su vida se basa prácticamente en observar al Rubio ojiazul que se encuentra a diario por los pasillos del colegio, en prometerse que nadie lo lastimaría y en pasar largos periodos...