AMOR POR ACCIDENTE

CUÁNDO LO CONOCÍ.

Abrí la puerta del salón de clases y al entrar sentí las miradas sobre mí inmediatamente así cómo la sangre  que subía por mi rostro de la vergüenza. Sabía que estaba roja cómo un tomate porque siempre me pasa debido al color tan claro de mi piel. 

Para ser la chica de nuevo ingreso a mitad de curso  y llegar tarde el primer día era una pésima primera impresión.

-Eh... Lamento llegar tarde ¿puedo entrar?- le dije al señor calvo que estaba escribiendo en la pizarra y volteo inmediatamente hacia mí.

-Buenos días ¿usted es?-dijo prolongando la s más de lo normal. 

-Oh si, me llamo Alexandra Sanz y soy de nuevo ingreso.

-¡Que bien! pues sea usted bienvenida señorita Alexandra, mi nombre es Peter Thompson, por favor tome un asiento-me ordenó a la vez que indicó con su mano hacia los bancos.

-Gracias- contesté y con el corazón latiendome a mil fui al primero que miré vacío.

Traté de respirar más lento y de cubrir mi rostro con mi cabello suelto porque algunos todavía seguían mirándome. Saqué mis cuadernos y plumas para escribir lo que había en la pizarra.

No habían pasado ni 10 minutos cuando el profesor tuvo que salir a dirección por unos papeles que había olvidado, cuándo la puerta se cerró todos comenzaron a hablar con los que tenían a su alrededor. Yo sólo continué escribiendo y de pronto noté que la persona que estaba sentada frente a mi banco se giró y ladeó su cabeza hacía mí. Alcé mi rostro y no pude pronunciar palabra alguna debido al impacto que causó el azul intenso de sus grandes ojos con pestañas largas y rizadas. 

-Mi nombre es Matthew-dijo extendiendo su mano hacia mí-mucho gusto.

-Ah, mucho gusto-dije a la vez que estreche su mano-me llamo Alexandra.

-Sí, pues bienvenida Alexandra-y sonrió ampliamente dejando ver su sonrisa tan brillante y esos dientes tan perfectamente parejos.

-Gracias Matthew-y le regale una sonrisilla nerviosa.

Noté que iba a decir algo más pero en eso una persona llegó a mi lado.

-¡Hola! Soy Danna-dijo alegremente.

-Hola Danna, mucho gusto.

-El gusto es mio, espero que podamos ser amigas- y me sonrió pero no fue la mejor sonrisa que había visto en el día, definitivamente ese puesto se lo llevó el chico de ojos azules.

-Sí, claro que linda y gracias de nuevo-le dije devolviendo una sonrisa de cortesía, no que me haya salido de tanto entusiasmo por conocerla, cómo me ocurrió con el chico.

Noté que le gustaba hablar mucho porque en ese momento iba a salir algo más de su boca pero la puerta se abrió y corrió a su banco.

Matthew también tomó su posición anterior y ya no volvimos a hablar hasta la hora del almuerzo. 

Sabía que no debía esperar mucho de las personas pero la verdad es que, pensé que me darían la bienvenida grupal cómo lo habían hecho en las escuelas anteriores, pero no lo hicieron.

Nadie a excepción de estos dos chicos habían sido amables, ni siquiera el profesor, pues me di cuenta que lo irritó mi retraso y el ¡que bien! tan sólo fue una cortesía.

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¡Hola chicos! Por favor denme una manita arriba, apenas es el comienzo pero esta historia se va a poner interesante, NO es otra historia típica.

Y si gustan dejarme una sugerencia o comentario también se los agradecería infinitamente. 

De antemano, muchas gracias. :D <3   

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