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Una mañana en la playa un joven de unos brillantes ojos naranjas, caminaba por las orillas del mar, con la mirada fría y tierna a la vez, sereno y pacífico admiraba con alegría la belleza del océano, pronto llegó a una zona donde habían muchas rocas y decidió sentarse en una de ellas, quedando así frente a un paisaje divino.
No pasó mucho tiempo en aquel lugar pues una mujer desesperada exclamaba -¡Yoshio!¡¿dónde estás?!- pronto esa voz se oía mucho más de cerca, era ella su prometida que lo buscaba, ella era bella como un amanecer, de ojos marrones claros, cabello largo y negro que brillaba a la luz del sol

- ¿para que me necesitas Aika?- pregunto él en un tono desanimado

- quiero que estés conmigo me dejaste sola y te fuiste te estuve buscando desesperada - respondió ella de forma testaruda

- perdón por causarte aquel amargo disgusto, pero ahora quiero estar solo - dijo él ya molesto pero de manera calmada

-¡ok, si no querías salir conmigo debiste decirmelo!- exclamó ella molesta, dio media vuelta y se fue corriendo

Él solo la veía pero no hizo nada por detenerla, se quedó solo caminando, el estaba feliz pues no estaba ella, para que le reproche de todo, salió de la playa dándole un último vistazo para recordar tan bello paisaje, se en camino directo a casa, sabía que tendría problemas, su prometida habría ido llorando en busca de su suegra, pedirle que hable con su hijo y cosas por el estilo, mientras caminaba distraído una joven de cabellos dorados corría apresurada, todo fue muy rápido, ella se estrelló con él dejando caer aquel maletín de cuero negro que le había regalado su padre hace apenas unos meses, algunos papeles importantes estaban tirados por el piso, el reaccionó, le vio el rostro y la reconoció era ella, la chica de la que se había enamorado cuando estaba en primer grado, siempre bella como un anochecer estrellado

- ¿Naomi-chan eres tú?- interrogó al instante

- si y...tu...¿quién eres?

-Soy yo Yoshio, estudiamos juntos desde la primaria

-Así! Es cierto! Como estas que es de tu vida?- pregunto entusiasmada

-Yo estoy tranquilo, aunque con uno que otro problemilla nada mas- sonrio tiernamente

-Que bueno, oye justo ahora iba de camino a mi trabajo, así que ya me tengo que ir, voy un poquito retrasada- dijo dando un rápido movimiento para así quedar de pie

-¡oh! Bueno te ayudare a recoger tus cosas- dijo él, mientras recogía aquellos papeles con escritos y cuentas, se levantó y le dijo:

-Fue un gusto haberte vuelto a ver después de tanto tiempo- sonreía mientras entregaba los papeles

-Si lo mismo digo espero volverte a ver de nuevo- respodio ella sonriente

-bueno yo ya me voy adiós- dijo ella dándole un beso en la mejilla como siempre lo hacía de esa manera tierna y dulce

-si adiós, cuidate- le respondió él , se dio vuelta y siguió su camino.

Más tarde llegó a su casa y efectivamente allí estaba su prometida llorando y su madre con una cara molesta

-¿que le has echo a Aika, Yoshio?- preguntó

-Madre yo no le he echo nada- respondió él serio

-Y por que esta llorando- le reprochó

Yoshio no dijo nada y volvió a callar como siempre lo hacía subió asu habitación mientras su madre le gritaba el solo apresuró el paso al subir por las escaleras, cerro la puerta de su habitación , se lanzó a su cama y se quedo dormido.

Cuatro horas después se despertó, salió de su habitación, la casa estaba silenciosa eso era extraño revisó y no había nadie, el estaba solo, se vistio y salió de casa, se fue a un parque dónde acostumbraban haber muchas personas, pero ese día era diferente casi nadie se encontraba allí apenas unos perros que por la zona rondaban, mientras caminaba veía a unos niños jugando con un balón blanco, eran los unicos, se distrajo mientras veia los pajaros en los árboles y.... un golpe lo tumbo al suelo, un joven que por allí andaba alegre sus ojos azules como el mar brillaban de emocion, su cabello rojizo cautivava a aquien lo viera, lo vio y rápidamente corrió a ayudarlo, lo tomo del cuello, mientras le daba palmaditas en la mejilla para que reaccionará.

Yoshio no tardó en despertar, abrió lentamente sus bellos ojos que vieron directamente esos ojos azules como el mar haciendo ese momento más intenso en ese instante Yoshio solo podía pensar en aquella persona, al verse deslumbrado por su belleza, ¡que importaba si fuera chico o chica! lo único que importaba era lo bello que era.......
Continuará.........

Bueno espero que les guste mi libro soy nuevo y como ya se ayan dado cuenta el personaje principal lleva mi nombre no importa, esta historia relata lo que yo quisiera que pasara con alguien que quiero, no se en fin voten y comenten si les gustó adiós

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