Después de diez cervezas exactas, parecía desorientada y se reía más que de costumbre. Todos ya estaban bastante entonados y se habían levantado a bailar.
—Vamos. Deja de ser tan cascarrabias y baila un poco —me dijo Cat arrastrando las palabras y casi a gritos por el sonido de la música. Negué con la cabeza, por millonésima vez, y la empujé para que se uniera a los demás. Soltó una carcajada y se va tambaleando.
A veces mi hermana podía ser un grano en el culo.
Pasé la mirada por el gentío bailando y no me detuve hasta que mis ojos se toparon exactamente con lo que querían ver. Estaba bailando junto a los demás, cantando a todo pulmón. Me alegraba que decidiera bailar con el grupo y no por su cuenta. Era una chica imán de problemas. Tenía una fina capa de sudor en el cuerpo y el largo pelo negro se le pega a la frente mientras movía las caderas.
Sus caderas... Divagué.
Ella es muy preciosa. Nadie podría negarlo jamás.
Mierda, Scott. Controla tus estúpidos pensamientos. Me reprimí mentalmente.
—Hola, Scott —puse los ojos en blanco al reconocer la voz procedente a mi espalda.
—Hola, Collette —dije de mala gana. Ya no había forma de permanecer como una persona amable a lado de esta chica.
No sabía cómo había podido tener algo con ella, me sirvió claro, pero estaba harto de tener que soportarla.
—Creí que vendrías con Dakott —dijo y se sentó a lado de mí. Me di cuenta que pronunciaba mal su nombre a propósito.
Mi hermana tal vez podía ser un grano en el culo, pero Collette era peor.
—Dakota, —la corregí— y si he venido con ella—. Señalé con la cabeza para que la vea. Collette siguió la dirección de mi mirada y se le quedó viendo entrecerrando los ojos.
—¿Por qué no bailas con ella?
—Porque no quiero. —Espeté.
—Yo creo que si hubieses venido conmigo querrías bailar —susurró en mi oído.
Puse los ojos en blanco.
Me daba vergüenza lo ridícula que era. Sí pudiera deshacerme de ella lo haría...
Frené en seco el rumbo que comenzaban a tener mis pensamientos.
—No, Collette. No eres la excepción, te lo aseguro —sólo quería que se fuera para poder seguir viendo bailar a Dakota. Era adorable. Sensual y adorable.
¿Cómo era posible una combinación como esa?
Como vi que no se levantaba ni movió un dedo, me puse de pie y caminé hacia Dakota, estaba de espaldas a mí, así que cuando puse mis manos en su cintura dio un respingo y se giró bruscamente para mirarme. Sus ojos se abrieron como dos platos. Pero me sonrió y siguió bailando, tomé eso como un buen recibimiento y me acerqué a ella para bailar.
Cuatros canciones después, Dakota se había bebido seis cervezas más.
Vaya, para un cuerpo pequeño entraba la suficiente cantidad de líquido.
Un nuevo grupo de chicos subió al escenario y empezó a sonar Lose it, era una canción movida aunque una parte de ella pasaba a ser lenta de repente.
Habíamos estado bailando con cierta distancia, pero en cuanto sonó la voz de la chica en la canción, Dakota se acercó a mí sin dejar de mirarme y se movió despacio, haciendo que yo me moviera con ella. Llegó la parte lenta de la canción, ella dio un giró y pegó su espalda a mi pecho, empezó a moverse mucho más despacio contra mí. Su trasero se frotaba contra mí y cerré los ojos, la sujeté fuerte de la cintura y arqueó la espalda. Siguió bailando lentamente.
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CHAOS
RomanceElla, una estudiante dedicada a su carrera. Divertida e inteligente. Hija mayor de una pequeña familia que aparenta a sus ojos ser perfecta, sin embargo ésta guarda demasiados secretos; secretos que saldrán a la luz hasta que ella se enamora de él...