Por fin se acaba la jornada escolar, pensó Katherine saliendo de su aula para dirigirse a su taquilla y dejar algunos libros que no necesitaría en esa tarde. Aunque, con las pocas ganas que tenía ese día, probablemente Katherine no tocaría su mochila después de dejarla en la puerta de su habitación.
"Hola." dijo Katherine cuando llego hasta donde estaban sus amigos.
"Hey." le respondió Charlotte.
"Buenas" saludó Alex con su voz entusiasta.
"¿Y Kelsy?" preguntó Katherine extrañada de no ver a su amiga ahí.
Charlotte y Alexander rieron antes de que la primera respondiera que estaba persiguiendo a Jake, el hermano de Alex, quien era un año mayor que ellos, además de quien Kelsy (aunque lo negara) estaba demasiado obsesionada.
Así que, mientras esperaban a Kelsy decidieron salir y hablar un poco.
No pasó ni un minuto desde que ya estaban fuera, cuando vieron a Kelsy salir con su característica sonrisa en toda la cara.
"Bueno" comenzó Katherine. "por fin apareces. No te veo en todo el día y tu prefieres ir detrás de tu novio." Katherine terminó chasqueando la lengua y fingiendo estar enfadada, pero por supuesto que no lo estaba.
Después de reírse un poco y gastarle el pelo a Kelsy durante un rato se despidieron y cada uno se fue rumbo a su casa. Excepto Kelsy y Alex, quienes iban juntos. Porque sí, Kelsy decidió hacer uso de su mejor amigo e ir a su casa para seguir acechando al hermano de este.
****************
Horas más tarde, Katherine estaba sentada en su cama intentando hacer sus deberes de matemáticas, que cabe decir que era un tremendo asco en matemáticas.
Luego de intentar un par de veces hacer el mismo ejercicio, decidió dejarlo y pedirle ayuda a su amigo al día siguiente. Ya que en esa clase estaban juntos, claramente iba a sacarle provecho.
Así que Katherine decidió coger su portátil y decidió bajar donde se encontraba su familia.
En el salón estaban su padrastro y hermanastro mirando la televisión, y en la cocina su madre.
"Hola mamá." saludó Katherine dejando su portátil en la mesa.
"Hola cariño." respondió Alice y le dio un sorbo a su taza de café.
Katherine pensó en comer algo, ya que después de estar una hora estudiando, realmente le había abierto el apetito. Así que puso dos rebanadas de pan en la tostadora y mientras se hacían se sirvió también una taza de café.
"¿Qué tal el instituto?" le preguntó su madre.
"Bien. Igual que siempre." dijo Katherine suspirando. "Odio historia. Esa profesora no hace escribir a cien palabras por minuto. Es un asco" reprochó Katherine y su madre se rió.
Katherine es una chica entusiasta, a la que no le desagrada estudiar. Sí ir al instituto, porque era demasiado vaga como para salir de casa, pero no con los estudios. Aunque, si te sucedía eso como a la entusiasta Katherine, entenderías porque luego de la mitad de todo un curso, Katherine ya no es esa "Katherine entusiasta" a la que me refería. Para aclarar esto, Katherine era más de práctica que teoría, es decir, prefería escribir y hacer ejercicios a escuchar a sus profesores durante 40 minutos, excepto a su profesora de historia. A ella preferiblemente era mejor escucharla explicar.
"Bueno, piensa que no te queda mucho." Le sonrió su madre.
"Ya, es que me quedan seis meses mamá." Katherine respondió sentándose con sus tostadas y su café.
"Hola chicas." Saludó entrando James. "¿Qué pasa?"
"A Kate no le gusta su profesora de historia" comentó su madre y acto seguido bebió más de su café.
"Oh, te entiendo Kate." Su padrastro tomo asiento al lado de Katherine y siguió hablando. "¿Sabes? A mí tampoco me gustaba mi profesor de gimnasia. El tío era un capullo sin corazón." Dijo James y Katherine soltó una carcajada.
"James..." dijo Alice mirando a su marido.
"Lo juro. Él se sentaba en las jodidas gradas y nosotros nos tirábamos balones." dijo James. "Y luego estaba ese idiota de turno que te lanzaba los balones a las pelotas." Siguió James riendo de su propia historia. "Ese si era un hijo de su madre. Como lo odiaba."
Katherine lo miraba y se reía cada vez que decía algún taco por la mirada despiadada de su madre.
"¿Y sabes que le pasó al que se quedaba sin pelotas?" preguntó Katherine riendo.
James también rió antes de contestar. "Ese fue bueno pequeña aprendiz." James siguió riéndose. "No, no lo sé. Pero apuesto lo que sea a que tiene un jodido jardín al cual sale cada tarde para tirarle balones a sus hijos. Además del barrigón que tendrá, y no hablar de su pelo-"
"Vale, ya basta." Lo corto Alice riéndose.
"Mira el lado bueno Katie." Habló James. "Solo unos, ¿Cuántos? ¿Seis meses?" dijo James dándole una palmada en el hombro.
"Sí, James. Seis meses" dijo Katherine rodando los ojos.
"Pues eso no es nada. Queda con tus amigos y diviértete." Le aconsejo su padrastro. "Pero nada de alcohol, ni saltarse las clases pequeña listilla."
"Vaya James, acabas de joderme los planes." Comentó Katherine sarcástica.
"Una pena entonces." Se rió James saliendo de la cocina.
"De todos modos no iba a hacerlo mama." Comentó Katherine por si acaso.
"Claramente no Katherine, porque si lo hicieras estarías demasiado castigada." Dijo su madre levantándose de la mesa. "Voy a hacer la cena. ¿Alguna preferencia?"
"¿Puedo invitar a Alex?"
"Alex no es una buena preferencia. ¿Qué me dices de un rico pollo con patatas al horno?" contestó su madre sonriendo.
"¿Y qué tal un rico Alex con patatitas al horno?"
"Quedaría muy horrible Katherine."
A Katherine le encantaba tener esos momentos y conversaciones con sus padres. Eran entretenidas y sarcásticas. Eran perfectas. La sonrisa de sus padres la hacían sentir muy bien. Como que estaba siendo una buena hija.
"Está bien. Alex puede venir, pero no puede quedarse a dormir, ya lo sabes." Señaló su madre. "Y si vais a subir a la habitación quiero la puerta abierta."
"Claro madre." Respondió Kate saliendo de la cocina con su portátil.
Si existe una relación más cercana que la de Katherine y Alexander, no sé qué sería de mí. Katherine y Alexander se conocían muchos antes de conocer a Kelsy y a Charlotte. Ambos se conocieron en primero y a mitad de segundo llego Kelsy. A Charlotte no la conocieron hasta que comenzaron el instituto, cuando ella se mudó a Cooperstown.
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Katie ©
Teen FictionDonde ambos sufren de amor y no se dan cuenta. Déjame contarte la historia de dos personas que se amaban, pero no fueron capaces de decirlo. "¿Por qué no te quedas?" preguntó ella desesperada. "Dejaste de necesitarme." Contestó el cansado. "Te quier...