Again

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Capítulo 6: La ayuda que esperaban.

[Narra Kira]

Cabalgo durante dos días, llegando hacia donde habita la anciana, me costará bastante encontrarla, pero sé que lo haré. Amanece poco a poco, Nox está cansado... Andar sola por las Tierras Perdidas es algo... peligroso. El frío se me cuela por los huesos, pero no puedo hacer fuego ahora mismo, no cuando me están siguiendo. Miro el camino que tomé para venir,
 suspiro, espero que todos estén bien.

—Bien querida anciana, no me hagas buscar mucho—susurro.

Noto como Nox se pone nervioso, le acaricio el hocico tratando de tranquilizarle, ella sabe que estoy aquí, sabe que la busco. Está aquí.

—Dichosos los ojos que te ven, Kira— me doy la vuelta y la observo.

—¿Quién lo diría? deseando no estar buscando por usted por mucho tiempo y nada más llegar me la encuentro—río— anciana... necesito su ayuda.

—Lo suponía—suelta un pequeño suspiro—si no... no hubieses venido. ¿Qué ocurre?

—Esto no es para hablarlo aquí tan... expuestas.

Ella me hace un gesto con la cabeza, debo seguirla, miro hacia Nox. Nunca suelo hacer esto, pero si la situación lo requiere debo hacerlo, con solo mirarlo puedo hacer que haga lo que yo quiera y esta vez sé que con cualquier cosa escapará. Se queda quiero en su sitio, sigo a la anciana sin decir nada. Caminamos durante lo que a mí me pareció una eternidad. Puedo observar una ¿cueva? no tengo ni idea, pero te puedes esperar cualquier cosa de un mago. Entramos, no puedo ver casi nada, excepto algunos reflejos de luz, espero a que ella haga algo, si lo hago yo sería algo así como una ''falta de respeto''. Una vez entras en la casa de un mago no puedes hacer nada por tu cuenta hasta que su dueño lo diga, manías de magos solitarios.

Puedo ver como enciende una llama dándole luz a toda la cueva. Me pide que me siente y así lo hago, espero a que la anciana se siente y me de el permiso para hablar.

—¿A qué se debe tu agradable visita Kira?

—Sé que esuted sabe que tengo una aprendiz, es una prodigio humana—asiente— bien, hace unas horas nos enfrentamos a Las Hermanas, haciendo que perdiesen en combate. Cuando quise darme cuenta mi aprendiz tenía una marca que le recorría todo el cuello hasta la mitad de los omóplatos, está maldita. He conseguido pararla, pero no erradicarla. Necesito que me ayude, sé que usted es la única que puede terminar con maldiciones.

Le toma unos segundos hablar.

—Tiene miedo de que esa niña pueda morir, sé lo que está pasando mi pequeña, pero no puedo ayudarte.

—Anciana, por el amor de dios, es una niña, ella no eligió esto, en ningún momento, creáme que si pudiese cambiarlo desearía ser yo la que pudiese acabar con esto, pero necesito a esa niña viva. Está muriendo—estoy al borde de la desesperación, necesito que me ayude.

—Si muere se ahorrará demasiado sufrimiento.

—Se equivoca, si esa niña muere acabaremos sufriendo más nosotros. Su equivalente es el que está haciendo resurgir la sombra en Mordor. Si ella muere podemos despedirnos de la paz que hemos estado viviendo durante estos siete años...

Mis músculos se tensan, seguiré insistiendo aunque sea lo último que haga. Sé que no dejaría morir a una niña, estoy segura de ello.

—Tienes la misma labia que tenía tu madre, Kira... ¿dónde se encuentra esa niña ahora?

—De camino a Rohan junto con mi esposo, mi padre, el rey Aragorn, su esposa, Faramir y Gimli.

—Debemos partir entonces.

—Muchísimas gracias—digo notando como mis ojos se humedecen.

Parece ser que llegare unos días antes que mis compañeros, doy un suspiro de alivio, y me pongo de pie detrás de ella.

—Partiremos al amanecer, conociéndote Kira sé que no has descansado, así que hazlo.

Tenía el presentimiento de que podría llegar antes o a la vez que ellos, pero parece ser que sí me retrasaré un día quizás.

******

[Narra Legolas]

La preocupación de Klaery me ha contagiado a mí también. Sé que Kira sabe arreglárselas sola, pero ¿y si pasa algo? No debo pensar en esas cosas, pero es prácticamente inevitable.
Estamos a dos días de Rohan y dos días más para volver a ver a Kira.

—Legolas ¿puedo hacer la vigilancia contigo?— la voz de Klaery me sobresalta, miro hacia atrás y la veo envuelta entre una manta y con una gran sonrisa.

—Claro, ven aquí— se sienta a mi lado y se queda mirando hacia la luna.

—Espero que vuelva con la ayuda que esperamos...

Se ve tan pequeña y tierna, la despeino y le doy una sonrisa.

—Vendrán— contesto seguro.

"Sé que la cuidarás como si fuera tu hija" Las palabras de Kira suenan en mi cabeza. Y tiene razón, en estos dos días he cuidado de Klaery como si se tratase de mi hija, de nuestra hija. No puedo evitar imaginarnos a Kira y a mí con hijos.

Miré por última vez a Klaery antes de que se quede dormida sobre mi regazo.
"Saldremos de esta, pequeña" pienso.

[N/A]: INSPIRACIÓN 0 PEQUES.