Camila entró a su última clase, se sentía mejor con ella misma, conoció a la chica de ojos verdes y eso era motivo para estar feliz todo el día.
¿Por qué? Bueno eso es bastante sencillo, Camila ya había visto a Lauren antes de que entrara al colegio.
Hace un año y medio atrás, cuando Sinuhe y Alejandro pasaban más tiempo en casa, a Camila le gustaba compartir el tiempo con su familia. Sofía estaba aprendiendo a usar la bicicleta, Camila la acompañaba al parque por las tardes y luego llegaba Alejandro del trabajo y las llevaba a la casa.
Después de que pasas tanto tiempo a diario en un lugar, aprendes la rutina de las personas que pasan por ahí.
Bueno pues Lauren pasaba por ahí, junto con un grupo de amigos mucho más grande. Era diferente, con más luz, más feliz.
Era la mejor parte de las tardes de Camila, ver a ese grupo de chicos con sus mochilas, tal vez dirigiéndose a una casa a estudiar. Lauren brillaba en medio de todos ellos, le parecía irreal.
No piensen que Camila era una acosadora que seguía los pasos de Lauren y la perseguía. O que la miraba escondida en un arbusto con unos binoculares. No, Camila sólo disfrutaba de la vida y de las bellezas que esconde.
De pronto, hace un año, Lauren desapareció. No volvió a pasar por ese parque.
Camila se sintió cobarde. No sabía nada de ella, ni siquiera su nombre y se sintió cobarde por no haberle hablado nunca. Aunque eso era realmente tonto, Lauren y sus amigos sólo atravesaban el parque, nunca se detenían a sentarse ni nada, sólo acortaban camino, por lo tanto el tiempo que Camila la veía sólo consistía en un poco más de 1 minuto diario. Pero eso era suficiente para ella.
Quizás por eso no pudo decir nada en contra de Austin cuando Lauren estaba en frente de ella, sólo se limitó a verla, la dejó muda literalmente. Pensó que no iba a volver a verla, probablemente había salido de su cabeza, pero ahora estaba ahí, en su colegio, quién sabe porque, pero la vida había conspirado a su favor esta vez.
Camila nunca le ha contado eso a nadie. Era un secreto sencillo, pero contarlo supondría una reflexión sobre todo lo que ella es.
Dinah: Vamos a mi casa. – Había terminado la última clase y estaban en el estacionamiento.
Normani: Tu casa siempre está llena, más ahora que es viernes.
Dinah: Ese es el punto, haremos una cena esta noche, necesito que me ayuden y a cambio les daré un plato de la mejor lasagna que hayan probado en su vida.
Ally: Acepto. – Eso realmente la había convencido.
Camila: ¿Te vendes por una lasagna?
Ally: ¿Qué quieres que haga? ¡Es riquísima!
Normani: Yo también acepto, además tu familia me ama. Soy muy carismática.
Dinah: No seas tonta, te aman sólo porque yo te amo.
Normani: Te odio.
Dinah: No, tú me amas. No puedes resistirte a mis encantos. – Pasó su mano por su cabello coqueteándole a Normani.
Normani: Cállate, van a escucharte.
Dinah: ¡Mani me am..! – Lo gritó pero Normani le tapó la boca antes de poder terminar. Entonces Dinah le mordió la mano.
Normani: ¡Dinah! ¡Qué asco! – Las chicas se partían de la risa mientras Normani buscaba algo para limpiarse la baba de Dinah.
Austin: Hola chicas. – Le puso un brazo en el hombro a Camila.
Camila: Austin, pensé que te tocaba entreno con el equipo ahora.
Austin: Así es, por eso vengo a invitarte a verlo, es el primer entreno del equipo y tu novio es el capitán.
Camila: Yo la verdad ya tengo planes. – Se hizo un silencio incómodo, las chicas entendieron y dejaron solos a la pareja alejándose un poco.
Austin: ¿Cómo que ya tienes planes?
Camila: Si, en la casa de Dinah habrá una cena con la familia.
Austin: Eso no importa, yo puedo invitarte a cenar.
Camila: No es eso Austin, yo en realidad quería...
Austin: No importa los planes que hayas tenido, yo soy tu novio y te estoy invitando a salir conmigo. Una simple cena. – Los planes de Austin eran realmente más que una simple cena.
Camila: Austin mira ellas son mis amigas.
Austin: Y yo tu novio. – La agarró de la muñeca, la desesperación estaba apoderándose de él.
Camila: Basta, me lastimas. – Austin miró que las amigas de Camila se acercaban.
Austin: Bien, luego no me digas que no soy dulce contigo. – Le soltó la mano y se fue.
Normani: ¿Mila estás bien?
Ally: ¿Te hizo daño? – Vieron la muñeca de Camila, estaba roja.
Dinah: Voy a matarlo. – Empezó a caminar pero Camila la detuvo.
Camila: Déjalo, ya sabes que si le haces algo te expulsan, no vale la pena, sólo fue una discusión.
Dinah: ¿Una discusión? ¡Mira tu muñeca Mila!
Camila: No es nada.
El daño está hecho.
"La violencia es el último recurso del incompetente."
- Isaac Asimov
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Write On Me -- |CAMREN|
Teen FictionLos tatuajes habían salvado a Lauren de la ira que sentía. Lauren había salvado a Camila de la realidad que vivía. @OnlyRodas