Capítulo 41.

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Axl Rose.

— ¿Qué se supone que estamos haciendo, Axl? —preguntó mirándome seriamente confundida. No respondí porque no tenía una jodida idea.

— ¿Debo detenerme? —pregunté de inmediato. Ella negó con su cabeza; no parecía tener ni una gota de duda pero no obstante, sus brazos volvieron a rodear mi cuello y tiró de él con fuerza para continuar besándome.

  Me tomó tan desprevenido, creyendo que preferiría hablar de lo ocurrido hace apenas un jodido par de minutos a lugar de continuar. Fue tal mi distracción que mi mano resbaló al costado del asiento del auto cuando decidió tirar con fuerza de mi cuello, y gracias a ello, una parte de mi cuerpo presionó el de ella. La escuché suspirar por el placer y al mismo tiempo, había podido sentir sus manos tomar mi espalda con más fuerza.

  Decir que estaba terriblemente excitado era poco al lado de cuán jodidamente duro estaba ahora. Ahí estaba, desperado por tocarla y escucharla suspirar de esa manera, verla retorcerse de placer sobre ese amplio asiento de piel clara. Ahora, haber resbalado era el mejor tropiezo en mi jodida vida; me hizo escucharla con placer y me puso a sonreír al instante. Incluso, su cuerpo se había arqueado con el mío y aproveché para rodear su espalda con mi brazo y sostenerla junto a mí. No quería perder la nueva cercanía.

  Hubo un momento en que la miré a los ojos. La blanca luz de la luna entraba por algunas ventanas del automóvil, así pude ver su mirada unos segundos. Habría disfrutado de acariciar su rostro y decirle una y otra vez que era tan jodidamente hermosa, pero no hice un carajo. Me había pedido espacio, no podía aprovecharme del sexo para decirle todo lo que tenía por decir. Ella deseaba gozar y me eligió a mí para ello, me consideraba un bastardo afortunado, pero tenía que respetar los jodidos límites y su propio acuerdo. Aunque claro que dejaría de hacerlo apenas ella lo pidiera. Haría cualquier maldita cosa que pidiera. Por eso me encontraba aquí entre sus piernas.

  Por alguna razón, me encontraba demasiado confiado de que sucedería, de cualquier maldita manera, sabía que sucedería. _____ borraría esa jodida línea entre nosotros.

  Deshice la antigua conexión entre nuestros cuerpos cuando me alejé de sus labios porque comencé a recorrer su mentón y su cuello. Nos hice sentar unos segundos, mis manos en su espalda la trajeron conmigo, deshice el delgado nudo de satín de su nuca y después deshice el de su espalda. Ella tomó el ahora trozo de tela y lo dejó caer en el suelo. Mientras besaba sus clavículas y nos recostabamos de nuevo, levanté la tela y la arrojé sobre el asiento delantero. La banda completa había pisoteado este auto demasiadas veces últimamente y _____ ni siquiera llevaba puesto un sostén.

  Recordándolo, una de mis manos subió por su delgado y firme abdomen hasta llegar a la perfecta suave piel tibia de sus pechos. Tocarla nos estremeció a ambos, así que me levanté un par de segundos. Quería observarla. Necesitaba observarla.

  Desde luego que sus tetas fueron lo primero que aprecié. No sabía un carajo sobre tallas pero no importaba una mierda, con ella acostada no podría apreciar su tamaño real de cualquier forma. Me bastaba con que mis manos se encontraran llenas. Algo nuevo capturó mi vista después. Habían algunos lunares que no vi antes esparcidos sobre su cuerpo. A una pulgada del lado izquierdo de su ombligo, había un claro lunar. Directamente había otro sobre su pecho derecho. Cerca de las clavículas, sobre las costillas... Tenía algunos cuantos por ahí. Jodido Dios, estaba tan hermosa.

  Su cintura lucía incluso más pequeña sin una sola prenda encima. Una línea vertical se encontraba en el medio de su abdomen y tuve que pasar mi lengua por su ombligo para que, siguiendo aquella línea, pudiera llegar hasta cualquiera de sus pechos. Los tomé con mis manos una vez que llegué allá arriba solamente para confirmar que eran tetas perfectas.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora