Capítulo XXVI.Noviembre 26.

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Querido diario. Te cuento que al día siguiente (Día 25) de pasar la noche en el departamento de Sam, bueno Adrián y yo nos vestimos rápido para que mi hermana y su novio no nos vieran desnudos en la sala; ¡Ji, ji, ji! Ese día Adrián y yo desayunamos junto a mi hermana y Tibi. Como una hora después nuestros novios salieron a sus respectivos trabajos y nosotras quedamos solas en el departamento.

-¡Vaya, Yam! Te veo muy cambiada... ¡ahora sí eres tú, hermanita!

-Me siento aliviada, Sam... siento que me quité un gran peso de encima. ¡Ah! Sólo que ahora deberé trabajar a ver si me compro ropa...

-¡No te preocupes, Yam! Tengo dos pares de pantalones, unas blusas y un par de tenis que no uso desde hace tiempo...

-¡No puedo aceptarlo, Sam! Yo...

-¿Y qué haré con ellas si nos las uso? Mejor las usas tú ya que tiraste el uniforme de pingüino, ¡je, je, je...!

-¡Gracias, hermanita!

Fuimos a su cuarto donde me mostró las ropas que me regaló, pronto vi que se sentía incómoda. Podía sentirlo entonces quise saber el porqué:

-Te noto preocupada, Sam. ¿Qué ocurre?

-¡Bueno...yo! Anoche fui al baño y caminé desnuda...por la sala. No sé...me preocupaba si me habría visto tu novio...supongo que...dormían...

-¡Eh...! Sam...Adrián y yo...te escuchamos cuando gritabas a Tibi haciendo el amor y...

-¡¡AAHHH NOOOO!! –Dijo en voz alta tapando su boca con las manos.- ¡¡NO TE CREO, YAM...!!

-Bueno y luego...te vimos yendo al baño con sólo una blusa...abierta de botones y mi novio te vio y...no tenías ropa interior...y

-¿QUÉ...QUÉEEE? ¿TRAS DE ESO...ME VIERON DESNUDA? Y YO TRATANDO DE TENER CUIDADO DE QUE NO...ME VIERAN... ¡MALDICIÓN...MALDICIÓN! –Dijo muy sonrojada con sus manos en las mejillas.-

Me sentí mal al verla apenada pero de pronto le dije:

-¡Tranqui, Sam! Regañé a Adrián al verte...

-¡Ah...! Vaya veámoslo del lado positivo hermanita, al menos él vio algo bueno... ¡je, je, je!

-¡SAM! –La reprendí.-

-¡Ji, ji, ji! ¡Tranqui hermanita! Además él no es mi tipo... -Dijo en tono divertido.-

Ese día lo pasé con mi hermana y ya casi en la noche mi novio vino por mí y minutos después llegó Tibi a lo que Adrián y yo nos fuimos en taxi a casa. Ya al estar cerca mi hombre me susurra al oído: "¿A tu casa o a la mía?" ¡Esto me estremecía del placer! Pronto le susurré la respuesta en su oído: "¡A la mía!"

Sonreímos mientras viajábamos llegando pronto a nuestro destino. ¡Diantres! No podía creer lo feliz que era porque ya no soy del convento pues soy una mujer libre y tengo un novio... ¡Je, je, je! O, algo más que un novio, amigo diario. Una vez dentro de la casa me quité las ropas usando sólo una de las blusas que mi hermana me regaló sin ropa interior y me dirigí a preparar algo para que Adrián que ya estaba en boxer y yo comiésemos mientras vemos tele.

Pasábamos los canales hasta que llegamos a uno que vi cuando llegué a casa del convento llamado "Sex White love" (Sexo con amor). Este era de películas porno pero en estas se vivía un drama el cual también se veía "¡de todo!" Así empezamos a ver una llamada "My women and me" (Mi mujer y yo), que trataba de un matrimonio a punto de terminar por la infidelidad tanto del marido como la esposa... y es aquí donde se dan las escenas de sexo.

¡Guau! Todo eso me excitaba sobremanera y al ver el bóxer de Adrián... ¡Diantres!, parecía tienda de campaña, ¡ji, ji, ji! Fue entonces, que nos empezamos a toquetear a la vez que nos besábamos y quitábamos lo poco que nos quedaba de ropa en es sofá... Táchame de inmoral, querido diario pero...yo...lo hice...tomando su...miembro...con mi...boca...pude ver...su cara...quedaba paralizado.... ¡diantres! ¡Me gustaba...verlo así...! De pronto él me tomó y acostó para empezar de nuevo abriendo mis piernas para meter su boca debajo de mí... ¡guau! ¡Esto me enloquece y lo sabe! Tiré de su cabello suavemente...cerré mis ojos mordiendo mi labio... ¡Aaahh! Podía sentirlo morderme... además mordió mis muslos, besó mi ombligo subiéndose en mí y penetrarme como siempre.

Luego empezó con sus afiladas caderas golpeando con más fuerza las mías como queriendo abrirse paso con ese sonido al golpear. Mi respiración se cortaba... Lo rodee con mis piernas presionándolo y era visible que le encantaba. Nos abrazábamos, mordíamos, arañábamos y pellizcábamos a la vez que nos quejábamos de tanto placer hasta sentir el esperado orgasmo... Él se descargó primero...lo sentí dentro de mí... ¡diantres!

-¡Qué...delicia! –Exclamó sin detenerse.-

-¡No...no te de...tengas, querido! ¡Ni...lo...pien...ses...! –Le ordené.-

Ya respiraba por la boca... hasta que por fin, mi orgasmo...este me enloquecía...

-¡Qu..é...deli...cia! –Exclamé viéndolo a los ojos y añadí.- Me...sacaste...el...caldo, que...rido...

-Y tú...a...mí...la, la...leche... -Dijo el muy sinvergüenza.-

Reímos al decirnos esto luego, nos dormimos agotados en el sofá, él sobre mí... Podía sentir nuestros corazones y respiración exaltados...no sé cuánto tiempo dormimos en la sala pero estoy segura que fue un largo rato, ¡ji, ji, ji...! Después nos despertamos para entrar a mi cuarto y terminar la noche ahí. Te cuento querido diario que ese día habrá una pausa en nuestras noches de pasión pues... en el transcurso del día siguiente me llegó el período. Pobre de mi novio pues pasaremos días de no hacer el amor... ¡y pobre de mí...! ¡Re-diantres!

Así pues mi novio dormía conmigo pero usando bóxer y yo, calzones con toalla sanitaria... ¡diantres!

Diario De Una Monja.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora