"Cada pequeña historia, está llena de magia y emociones únicas"
Nuestra historia comienza aquí.
En un perfecto día soleado de primavera, las aves cantaban agradeciendo la calidez del sol, el frío viento de invierno ahora era una fresca brisa que movía las hojas de los árboles de manera suave.
En la lejanía, el molesto sonido de una alarma sonaba de manera escandalosa, perturbando la calma del día, este sonido infernal provenía desde la habitación de cierto joven de cabellos rubios.
Con pereza y frustración, tomó el teléfono y apago la alarma, trató de recobrar su sueño, pero le fue imposible, ya decepcionado se levantó de su cómoda cama y camino a su baño personal, cepillo sus dientes, lavo su cara y se miró en el espejo, su cabello rubio parecía el de un erizo, pues la parte delantera estaba desafiando la gravedad al estar apuntando al cielo, mientras que lo demás caía sin gracia en sus hombros.
Se dirigió a la ducha, el agua fría lo despertó de inmediato y luego de sentirse perfectamente limpio se dirigió de nuevo a su habitación.
Mirándola bien esta podría pasar por una habitación común y corriente, de no ser por el hecho de que era una habitación enorme y llena de cosas extravagantes, desde la reluciente laptop que descansaba en su escritorio, hasta el hermoso piano de caoba negro que se encontraba frente a las puertas de cristal que daban a la pequeña terraza de su habitación.
Camino hasta su clóset, y buscó entre todas sus prendas algo con lo que sentirse cómodo y que fuera de acorde a su estado de animo.
Al final se decidió por una camisa negra con puntos blancos, unos jeans gastados, y sus habituales converse negros.
Sin perder más tiempo bajo corriendo las escaleras hasta el primer piso, al llegar a la sala de estar se encontró con una de sus amigas, una chica de cabello castaño y ojos de un color azul muy hermoso. Su nombre era Katherine Marks.
-Buen día Zack- dijo está con una sonrisa tranquila- ¿Que tal dormiste?- pregunto mientras miraba finamente las ojeras del rubio.
-Hola Katy, pues siento que he dormido en una cama de clavos-dijo mientras se reía apenado.
-¿Te apetece desayunar?- pregunto mientras se dirigía hacia la puerta del comedor- Olvida lo que dije, te invito a un waffle- dijo mientras se alejaba apresuradamente del lugar con una asustada mirada.
El rubio curioso se acercó a la puerta para ver qué sucedía, y entonces pudo ver el espectáculo que había dentro, dos chicas de cabello negro estaban peleando con sartén en mano, amenazando la una a la otra.
-Te dije que no tocaras ese tubo de ensayo, yo no tengo la maldita culpa que tus dedos de princesa parezcan ancas de rana- grito una de las chicas que usaba gafas.
-Bueno genio, si en un principio no hubieses abierto la boca, no hubiese tenido tanta curiosidad en tocarlo, pensé que era un esmalte de uñas!!- grito la otra chica que usaba una cola de caballo, mientras mostraba sus dedos que presentaban un color verde radioactivo.
Asustado por la actitud de las dos chicas se dirigió rápido en otra dirección, tratando de despejar de su mente la migraña que ese par le causaban cada día.
Se dirigió a la sala, donde una chica de cabello rubio y mechones castaños estaba acariciando a un regordete gato de pelaje grisáceo con manchas cafés. Su nombre era Elizabeth Miller.
-Hola Zack, ¿También te sacaron esas dos?- preguntó mientras subía al gato a su cabeza, y este se acurrucaba a modo de sombrero.
-Hola Eli- saludaron ambos, sentándose a su lado, mientras el rubio jugaba con el gato.
-Buenos dias hermano, Kathe- dijo una chica completamente rubia de ojos carmesí, Ruby Valens era su nombre esta era la hermana mayor de Zack, quien lucía algo cansada, y molesta al mismo tiempo.
-Buenos dias Ruby- dijeron ambos de nuevo.
-Hola chicos desayunen rapido nos vamos en media hora- dijo una de las chicas que peleaban en la cocina, específicamente la pelinegra que usaba gafas, las cuales cubrian sus ojos eran de color gris. Esta era Mía Phantem, una de las personas más maduras de toda la casa.
-Ok Mia- dijeron todos al unísono, mientras mostraban una exasperada reacción.
-¿Y la princesita?- pregunto algo irritada Mia, mientras buscaba con la mirada a quien segundos antes había salido corriendo.
-Justo aqui. ¿Me extrañaste?- dijo burlonamente una chica pelinegra de ojos celestes y de piel muy blanca, bueno no tanto como la de Mia. Su nombre, Sasha Velamour, una aficionada a la moda.
-Ya quisieras- dijo mordasmente Mia-Estúpida Sasha- murmuró. La verdad estas dos no se llebaban muy bien que digamos-Bueno desayunen rapido que nos tenemos que ir en 20 minutos -dijo ya irritada por la actitud de Sasha.
-Pero que caracter-dijo rodando sus ojos y bajando las escaleras de manera elegante.
Y quisas se pregunten:¿Porque viven todos juntos?
Los padres de todos eran mejores amigos, y a la vez socios de la misma compañía. Estos realizaron un viaje de negocios 4 años atrás, pero desgraciadamente, su avión desapareció en el medio del mar. En el testamento, todos y cada uno de ellos dejaban explícitamente claro que deseaban que sus hijos vivieran juntos, de esta forma podrían experimentar los lazos de la verdadera amistad, justamente como ellos lo hicieron en el pasado.
Afortunadamente, el deseo de sus padres se hizo realidad, todos se apreciaban profundamente, y cuidaban el uno del otro, bueno, a excepción de Sasha Y Mía.
Luego del incómodo desayuno lleno de palabras mordaces, y de algunos trozos de tocino robados por un gordo gato ninja. Decidieron que era hora de prender rumbo a la escuela. Una nueva escuela, después de todo, sería la primera vez en mucho tiempo en el cual ellos en verdad dejarían de viajar, y se concentrarian en vivir una vida normal, lejos de tutores privados y viajes sin sentido.
Todas las chicas subieron al convertible violeta de Mía, a excepción de Ruby y Zack los cuales se montaron en una motocicleta negra la cual era el tesoro más preciado de Ruby. Tomaron rumbo hacia la nueva escuela. Zack se quitó su casco, y pudo ver como, al bajar la colina, la mansión en la cual sus padres habían invertido tanto tiempo se alzaba como un gigante vigilando la ciudad.
Zack sintió el viento golpear su rostro, y por un momento tuvo sintió un poco de libertad, paz, y tranquilidad. De todos ellos, el era el que se sentía más nervioso, sería su segundo año de preparatoria, y no sabía cómo reaccionar ante tal nuevo ambiente.
-¿Estas bien?-Pregunto su hermana, Zack sólo pudo sorprenderse, ella siempre cuando el se sentía nervioso o asustado.
-Lo estare- Respondió sonriendo, mirando hacia el azul cielo a través de las hojas de los árboles que empezaban a llenarse de ese típico verdor de la primavera.
☆☆☆Continuara☆☆☆

ESTÁS LEYENDO
Melodía De Amor
RomanceZack Valens es un adolescente tímido como cualquier otro, lleno de miedo e inseguridades, su vida puede que no sea la más normal de todas, después de todo, vive el solo con sus 4 mejores amigas y su hermana mayor. Cada una con un carácter único y...