Me desperté sobresaltada. No sabía si lo había soñado o no, pero me pareció escuchar un grito que venía de la sala. Iba a volver a dormir cuando la puerta de mi habitación se abrió.
"Ellie, rápido. Tenemos que irnos, es Tobi", la cara de terror de mi hermana era prueba suficiente de que algo andaba mal.
Agarré las llaves del auto y nos fuimos lo más rápido que pudimos al hospital. El día de ayer parecía tan distante, es increíble como de un segundo a otro todo cambia.
Llegamos, y todo era un caos. Enfermeras que corrían de un lado a otro, doctores que se llamaban a los gritos. Logramos verlos, sentados en la sala, paralizados.
"Señor Anders, ¿qué sucede? Vinimos lo más rápido que pudimos".
Silencio.
Con Sam nos miramos. Parecía como si no estuviéramos ahí. Estaban absortos, en shock mejor dicho. Justo pasaba una enfermera, y le pregunté que sucedía.
"Entró en paro, no logramos que reaccione", las palabras que no quería haber escuchado jamás.
Sam rompió en llanto, Max se levantó y la abrazó. Y yo fui corriendo a la habitación de Tobi.
¿Cómo era posible?, nada tenía sentido. No quería creerlo.
Cuando llegué a la puerta, vi a dos doctores apuntando algo en una planilla. Ya no intentaban reanimarlo.
Creo que grité, y los doctores intentaban decirme algo, pero no los escuchaba. Nada de lo que dijeran serviría. Nada de lo que dijeran, podría...
En eso veo que los doctores corren al lado de Tobi, y miraban el monitor. Había pulso. Fue el sonido más maravilloso del mundo.
"Esto es imposible", creo que dijo uno de los doctores.
"E... Ellie".
"Tobi, estoy acá. Ahora voy por tu familia, ¿de acuerdo?", no esperé una respuesta y fui corriendo al salón de espera. No estaban ahí.
Cuando volví a la sala, descubrí que habían estado ahí hace rato, pero no había reparado en ellos.
Los médicos dijeron que estaba estable, y que después volverían a hacerle estudios.
"Qué susto nos diste, campeón. Nunca vuelvas a hacer eso", le decía el señor Anders.
Max, era un mar de lágrimas; al igual que Sam.
"¿Te acuerdas de algo Tobi? ¿Hay algo que quieras decirnos?", la señora Anders se secaba las lágrimas con la manga de su sweater.
"Había un chico", estaba por ir al baño pero en ese instante me detuve en la puerta. "Me decía que no podía irme, que tenía que cuidarlas".
"¿Cuidar a quién Tobi?, la señora Anders miraba a todos lados y a nada a la vez.
"A Ellie, y a Sam", se mordía el dedo gordo. Siempre lo hacía cuando estaba nervioso por algo, "Matt, dijo que se llamaba Matt".
Rompí en llanto. El mundo daba vueltas, y no entendía nada de lo que estaba pasando. No se de dónde saqué las fuerzas para hablar.
"Di... ¿Dijo algo más, Tobi?".
"Que lamentaba haberte mordido los tobillos".
Sam, en medio del llanto rompió en risas. Yo me levanté y la fui a abrazar. Era todo tan surrealista que necesitaba saber que no estábamos soñando.
Cuando nos tranquilizamos un poco, le contamos a Tobi de Matt. Nos abrazó. No lloró, ni nada, sólo nos abrazó. No necesitábamos más.
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Me tuviste con un "Hola"
Romance"Que quede en claro que sólo hago esto porque mi psicólogo me lo pidió. Si fuera por mí jamás llevaría un diario, demasiado cursi para mi gusto. A ver, por dónde empiezo... Ah sí, esto es inútil". Bienvenidos al diario de Ellie.