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19 de agosto de 2015

Según se rumoreaba en los pasillos, mañana llegaría alguien nuevo. Al parecer muy famoso, ya que todos los enfermeros estaban hablando sobre el tema. Incluyendo a Marie y Alex, a quienes escuché decir que el proceso de adaptación sería bastante difícil, más con una compañera así. No sabía a quién se referían con "compañera", tenía mis sospechas, ya que todos tienen compañeros asignados, menos yo. Supongo que ese chico sería mi compañero, así que supongo que la que haría las cosas difíciles sería yo. Pero espero estar equivocada.

— ¿Cómo estás hoy, Lisa? —Preguntó Marie.

No obtuvo respuesta alguna. Creo que esa pregunta siempre va a estar de más, ya que nadie puede estar bien en este lugar, y no puedes andar preguntando aquello esperando tener una respuesta positiva. Siempre va a ser la misma respuesta, y para eso, no es necesario preguntar.

— Te diré lo que te dije el primer día, si no pones aunque sea el más mínimo esfuerzo sobre esto, no podrás salir rápido de aquí. —Sus ojos me miraban con pena y compasión. Detestaba aquello. No necesitaba su pena, ella no debe depositar expectativas sobre mí.— Vamos, sé que puedes, eres fuerte.

— Déjame en paz, ¿Quieres? Mi respuesta será la misma del primer día. Así que insértala en tu cabeza por siempre. —Estaba cansada de esta situación, y sé que también estaba cansándola a ella.

— Bien, creo que es todo por hoy. —Finalizó, cerrando su cuaderno en donde anotaba todo con fuerza.

Al parecer su amabilidad característica no se había hecho presente hoy. Supongo que no es un buen día para ella, pero tampoco es el mío y nunca lo fue. Aunque ella se "preocupe" por mí, no significa que yo tenga que apiadarme, ya que ayudarme es su trabajo, y yo no tengo uno.

— Mañana llegará tu compañero de cuarto. Te pido que no te acerques mucho a él, es peligroso. —Advirtió. Sabía que en realidad temía que diera inicio a un gran altercado entre mi compañero y yo— Alex se quedará a ordenar todo y a hacerte un poco de compañía. Espero que, aunque sea, hables un poco con él. —Avisó, para después salir susurrando lo último con un poco de ilusión y decepción mezcladas.

La verdad, sí. Confiaba un poco más en Alex. Era la única persona que no transmitía la pena en su mirada, que no me trataba como si estuviera loca. Sabía entenderme en algunos casos, sabía cuándo guardar silencio y cuándo hablar. Digamos que es de esas personas que suelen estar en las buenas y malas. Como la gente la llama, un amigo.

— ¿Cómo estás hoy, Lisa? —Realizó la misma pregunta que Marie, mientras acomodaba un almohadón en la cama que se encontraba pegada a la otra pared.

Sus preguntas siempre sonaban desinteresadas, y tal vez eso era lo que hacía que tuviera más confianza. No anotaba cada cosa que decía, y no me imponía que le respondiera. Tampoco me atacaba con preguntas, ni trataba de hacerme entrar en razón con cada respuesta que para él era incorrecta. Con él podía ser yo sin la presión que Marie me causaba.

— ¿Cómo crees? —Pregunté irónica.

— No lo sé. Pensé que, por algún milagro de la vida, te habías levantado con un pensamiento más positivo, que te habías decidido a mejorar para salir, que ibas a empezar de cero esta vez. Pero al parecer se necesita mucho más que un milagro —Comentó sarcásticamente mientras sacudía sus manos en el aire, haciendo que rodara mis ojos. Sus bromas sin gracia hacían que mis ganas de matar a alguien aumentaran a una velocidad increíble.

— Pues si, te equivocas.

Un pequeño silencio invadió la conversación, mientras Alex seguía ordenando la cama. Supuse que la charla ya había finalizado para ambos, así que me dispuse a dormir.

Pero Alex no puede mantenerse callado por más de cinco minutos, así que volvió a hablar.

— En el desayuno vi que estabas hablando sola, ¿Acaso ya estás completamente loca? Recuerdo cuando decías que no lo eras.

¿Qué..?

— No, claro que no hablaba sola. Hablaba con una niña, su nombre era Mía y era de la parte infantil. —Fruncí mi ceño, me reincorporé para tener una mejor vista de él y verificar que no estuviera haciéndome una broma ¿En serio esto estaba ocurriendo?

— No soy de la parte infantil, pero no conozco a ninguna Mía de allí. Tal vez sea nueva, pero tampoco vi a alguien contigo. —Dijo con cierta confusión, pero le restó importancia luego de unos segundos al encogerse de hombros, y quedé aún más confundida que él al principio.

— No importa, tal vez si esté algo loca.







"Porque no se si estoy seguro si quiero darte herramientas que puedan destruir mi corazón"

psychiatric [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora