♚Reyes y Peones♔ #RP1

♚13♔

En cuanto llegamos a la habitación, Alice anuncia que se va a ir a la ducha, tiempo en el que aprovecho para quitar las sábanas y limpiar todo rastro de sangre de la habitación. Después coloco la ropa nueva en el armario, y sin ganas cojo el teléfono para llamar a Trevor.

Suena un tono, dos... y así hasta que se corta la llamada sin que nadie conteste.

-¿Qué te pasa? -me pregunta Alice, quien justo entra por la puerta, tiene el pelo mojado por la ducha.

-He llamado a un amigo pero no me ha contestado-miento, muerta de vergüenza.

-¿Enserio? Vaya...Eso es frustrante -se encoje de hombros y cambia de tema -. Voy a salir hasta tarde así que no me esperes despierta, ya sabes, lo que se suele decir en las pelis -asiento y me tumbo en la cama mientras ella se prepara y me cuenta con quien va a salir. Dice que sus amigos me caerían genial y que deberíamos salir juntas algún día. Al cabo de un rato exasperantemente largo, sonrío mientras ella se despide con un gesto de la mano y cierra la puerta tras de sí.

Me quedo pensando acerca del incidente de ayer con Dave. Sus palabras hirientes, la forma en la que cambió su estado de ánimo cuando le rechacé...

Después de lo que parece haber sido una eternidad, mi móvil comienza a sonar y tengo la esperanza de que sea él, pero me decepciono cuando veo el nombre de mi madre en la pantalla. Acto seguido me siento mal por haber pensado eso.

-¡Mamá! -digo con alegría  -¿Qué tal por allí? ¿Cómo estáis?

-Muy bien Alexia, pero lo más importante es cómo estás tu -escuchar la voz de mi madre es un gran alivio y me recuerda que no estoy sola y desprotegida ante el mundo - ¿Cómo ha ido tu primera semana de universitaria?

Pienso en que desde que llegué lo único que he hecho ha sido beber, besar y curar una herida de bala, así que respondo un simple "bien".

-Me alegro de que mi niña sea una universitaria -por su voz diría que se ha emocionado, no me extrañaría nada tratándose de mi madre -Te echamos tanto de menos...

-Yo también os hecho de menos mamá -unos golpes en la puerta me interrumpen -. Oh espera, llaman a la puerta.

Cuando la abro me encuentro a una mujer con el pelo negro perfectamente peinado sobre uno de sus hombros, lleva un vestido rojo que se ajusta a su cuerpo y me sonríe de oreja a oreja.

-¡Mamá! -grito de sorpresa , todavía con el teléfono pegado a la oreja -¿Qué haces aquí? -no puedo contener la sonrisa.

-Visitar a mi pequeña -me abraza y mis fosas nasales se llenan de su habitual perfume  -,te echaba de menos.

-Y yo mamá -me separo de ella para poder mirarla a la cara, tan familiar y acogedora como siempre -¿Vamos a dar una vuelta y te enseño todo esto?

-No quieres que vea el desorden de tu habitación  ¿Verdad? -enarca una ceja, pero su sonrisa le delata -. Estaría genial.

Salimos al césped de la entrada mientras hablamos. Mi padre no ha podido venir porque está en un viaje de negocios en Italia, lo cual es lo más común, ni si quiera pudo venir el día que ingresé en la UBA. Los vecinos no paran de preguntar por mí y en especial Pete, mi exnovio.

-Bueno y tu ¿Qué has hecho por aquí?-me pregunta, el rojo del vestido le reafirma las facciones y le da color a sus mejillas, es preciosa.

-Bueno el Viernes fui a una fiesta con Niall -me ahorro los detalles de la borrachera y demás cosas extrañas que sucedieron -y hoy he conocido a mi compañera de cuarto.

-¿Y qué tal? -pregunta ella, y hace una mueca cuando pasamos por delante de un grupo de chicos que estaban fumándose un cigarro sospechoso.

-Se llama Alice y habla sin parar -admito, aunque en el fondo no me moleste tanto -, pero casi nunca está así que vivo tranquila.