CAPITULO 20 Unión matrimonial. Parte II.

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---Yukito---

Estar en los brazos de la persona que amo es lo más hermoso que puedo sentir, su cálido aliento, cada caricia, sus besos tan tiernos, sus palabras hermosos, cada susurro, todo tan perfecto, nuestra primera vez fue única y especial.

Soy tan feliz con él...

¿Qué más puedo pedir?

Tengo todo estando a su lado, es lo que más me importa, mi amado Usagi.

Aunque, me gustaría que mi hermano estuviera con nosotros, sé que él tiene responsabilidades, pero también tiene derecho a ser feliz, ojala pronto pueda ser libre y hacer su vida con la persona que ama.

Es decir, con Nowaki, sé ellos se aman tanto y no pueden estar lejos él uno del otro, su amor es tan grande que vence barreras.

Al despertar le hable a mi hermano, sonaba triste, como si algo malo le pasara, espero estar pensando demás, quiero creerle pero algo de mí se niega a hacerlo.

-¿En qué piensas? –pregunto Akihiko mientras me abrazaba.
-Solo estoy preocupado por Hiroki. –respondí.
-¿Ocurrió algo? –me tomo del mentón.
-No pero, tengo un mal presentimiento, aunque él dijo que estaba bien.
-Mi amor, -sonrió- no pienses en cosas que te atormentan, seguramente mi cuñado está bien, o son cosas sin importancia.
-Aun así, -suspire- solo espero que todo esté bien.
-Ya lo verás. –beso mi cuello.
-Ahh, -gemí cuando me mordió- e-espera.
-Yukito no deberías hacer esos sonidos, -susurro en mi oído- me hacen perder el poco autocontrol que tengo.
-U-Usagi-san, -susurre- te amo.
-Y yo a ti.
-cof, cof, no quisiera interrumpirlos pero muero de hambre. –comento su hermano.

Me separe de Akihiko todo sonrojado mientras él me abrazaba.

-No tienes nada de qué avergonzarte amor, solo es mi hermano.
-P-Por eso... -desvié mi mirada.
-Akihiko trata de controlarte un poco, mi cuñado está muy avergonzado.
-Sí no nos hubieras interrumpido...
-Mejor comamos. –comente.

Nos sentamos en el comedor y las personas que trabajaban en esa casa nos sirvieron la comida. No me acostumbro a llamarlos por sirvientes, ya que para mí no me interesa llamarlos por ese concepto, solo son personas que trabajan como cualquiera.

-Yukito, entonces ¿estudiaste medicina? –pregunto Haruhiko.
-Así es, -comente- me gradué y tengo mi título, pero no ejercí mi carrera.
-¿Por qué?
-Digamos que a mí me gusta cantar.
-¿Medio del espectáculo?
-Pues no precisamente, -comente- estoy en un grupo llamado "Red Rose" con mis dos mejores amigos, aunque por cierto motivo nos tuvimos que separar, aunque prometieron venir a este país para volver a ser el grupo que éramos.
-Interesante.
-Tiene una hermosa voz, -comento Akihiko tomando mi mano- es tan perfecto.
-N-No digas eso. –me sonroje.
-Me alegra que me aceptaras como mi pareja.
-Se ven bien juntos, -comento su hermano- te encargo a mi hermano, cuida de él.
-Así será.
-Lamento tener que quitarte a mi hermano un momento, pero necesito que me ayude con algunos negocios.
-No se preocupe Haruhiko-san, entiendo que deben de atender su trabajo, así que los esperare.

Haruhiko se adelantó a la puerta y Akihiko me abrazo fuertemente.

-Mi amado Yukito, no tardare lo prometo.
-No te preocupes Usagi-san, -acaricie su mejilla- te prometo no moverme de aquí.
-Ese es mi niño. –me beso- Te amo-
-No más que yo.

Los acompañe a la salida y me quede en el sofá, tome mi celular y les marque a mis amigos.

-¿Diga?
-Chicos, ¿Cómo están?
-Yukito, -comento Mao- te estamos extrañando.
-Nada es lo mismo sin ti. –susurro Eiri.
-Los extraño tanto chicos. –comente.
-Sabes, -comento Eiri- el señor Laforet ha decidido que en unas semanas iremos a París para empezar la producción del disco.
-¿Cómo? –me sorprendí.
-Que nos veremos pronto y estaremos juntos como siempre.
-Me siento feliz de que así sea.
-Así que ni pienses en deshacerte de nosotros.
-Jamás lo he pensado, gracias chicos.
-Te queremos...

Seguimos platicando acerca de las canciones las cuales empezaríamos a realizar y las melodías que estaban realizando. Colgué el teléfono y seguí leyendo un libro.

-¿Quién eres tú?

Al escuchar la voz me levante y vi a un hombre mayor de pelo negro y lentes obscuros.

-Y-Yo soy Yukito.
-¿Así de simple? –dijo quitándose su saco.
-Soy Kamijou Yukito y soy la pareja de Akihiko-san.

Él me miro sorprendido y luego soltó una pequeña risita.

-Mi hijo jamás se fijaría en sirvientes como tú.
-¿Eh? –me sorprendí.
-Eres poca cosa para mi hijo, un sirviente no debe poner los ojos tan alto, él se merece a alguien de su estatus, de su nivel económico y no, -me miro- en personas de tú clase.
-Yo lo amo. –comente.
-Eso es un amor sucio así que te pido que salgas de mi casa.
-Señor yo...
-LARGO.
-En verdad amo a Akihiko, él es...
-No te lo diré dos veces, -tomo mi brazo y me saco de la casa- no quiero verte a lado de mi hijo, no eres digno de estar a su lado, además él está comprometido con la hija de un amigo mío.
-Eso no...
-ADIOS.

Me aventó y cerró la puerta.

¿Sirviente?

Lo soy, pero mi amor por Akihiko es mucho más grande que yo...


Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora