Stilinski Twins [Teen Wolf]

4. Bad boy in jail

4. Bad boy in jail

—Sarah, ¿para qué quieres hablar con él? —preguntó mi amigo. Stiles estaba con papá, mirando junto a él como la policía se encargaba sobre el cuerpo descubierto en la sagrada propiedad privada de Derek Hale.

Metieron a Derek, esposado, al auto de papá. Quería entrar y hablar con él, porque no estaba convencida de que él la mató pero las pruebas dicen lo contrario. Así que quiero saber por qué.

—Sólo dame unos segundos —pedí. No esperé a su respuesta. Corrí al auto y me senté en la parte del copiloto. Me giré y lo vi ahí sentado, tranquilo. Nos separaba una reja metálica negra, miré sus ojos verdes y por un segundo me olvidé de qué hacía ahí. Malditas hormonas y maldito Derek. Se supone que eres el malo, no debería tener estos sentimientos por ti.

—Mira, sólo para que sepas, no me das miedo —indiqué intentando no sonar estúpida—. Bueno, tal vez un poco —agregué, porque había una posibilidad de que fuera un gran lobo malo—. Solo quiero saber algo... Ella era una mujer lobo, y estaba convertida completamente en lobo. Sé que Scott no puede hacer eso... ¿La mataste? —pareció sorprenderse con mi pregunta—. ¿Porque podía transformarse en un lobo?

Quería por una vez una respuesta directa. Necesitaba una respuesta. Mi instinto decía que no fue Derek, pero la realidad me daba un bofetón mostrándome el motivo y el lugar donde estaba el cuerpo.

—¿Por qué te preocupas por mí cuando tu amigo está en problemas? —habló frunciendo el ceño, estaba a punto de contestarle pero continuó hablando—. Cuando se transforme en lobo en el campo, ¿qué crees que harán todos? ¿Seguir alentándolo? No puedo detenerlo, pero tú sí. Y créeme, querrás detenerlo.

Abrí la boca para contestarle, para hacerle entender que yo veía una mínima posibilidad de que él no fuera el asesino, pero no parecía intentar probar su inocencia y eso me molestaba. Quería gritarle que me diera una maldita y directa respuesta, que me dijera que no lo hizo, que tenía motivo para ocultar el cuerpo y no por haberla matado. Quería que dijera algo que satisficiera mi instinto, el cual repetía que él no era el asesino.

Pero no pude decir nada. La puerta del auto se abrió y sentí una mano fuerte forzándome a salir. Al estar ya afuera del auto vi a mi papá mirándome con regaño y los brazos cruzados. Stiles apareció en mi lado, y de lejos podía ver a Scott ocultándose, pretendiendo ser un árbol más del bosque.

—¿Qué crees que estás haciendo? —me cuestionó papá. Miré al piso y luego a sus ojos claros. Sonreí inocentemente.

—Tratando de ayudar.

—Okay, bien, ¿por qué no me ayudan a entender cómo exactamente encontraron esto? —señaló el pozo atrás nuestro. Dejé que Stiles inventara una excusa.

—Buscábamos el inhalador de Scott —nada mal, una mentira bastante creíble.

—¿Cuándo se le cayó?

—La otra noche —contestó con rapidez.

—¿La noche en que saliste a buscar la primera parte del cuerpo? —Stiles asintió orgulloso de que le creyera—. ¿La noche que me dijiste que estabas solo y que Scott estaba en su casa?

Mierda.

—Sí. No. Maldita sea.

—Así que me mentiste —declaró finalmente papá—. Dime, Sarah, que tú no estuviste merodeando en los bosques con un asesino suelto.

—¿Hablas de esa noche o en general? —pregunté pensativa, aunque me di cuenta que haber dicho eso empeoraba las cosas.