Este Es El Adiós

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Apenas hubo cruzado las puertas de la mansión Eron llegó corriendo con la pequeña cubriéndola de la lluvia con un paraguas, sabía que había algo mal en lo que sucedía pero no comprendía el que sin embargo el primer pensamiento que se le vino a la mente fue Alucard y al parecer tenía razón, prefirió no hablar del tema ni siquiera mencionarlo así que sería minucioso con cada palabra que saliera de su boca, pensó que lo primero que preguntaría sería el dónde se encontraba el conde sin embargo para su sorpresa no fue así ya que sólo se quedó callada y de la nada miró a Eron mostrándose una lindísima sonrisa.

-¿Está Sir Integra? - su gesto había cambiado y ahora era feliz como si nada hubiera pasado lo cual extrañó a Eron en demasía.

-Salió hace unos momentos con el joven Alucard, regresarán hasta tarde, debían atender unos asuntos con la Reina e Integra me pidió que me quedara hasta que llegarás - le sonrió de la forma más bella que pudo.

-Se fue con mi Maestro.... Está bien - sonrió tiernamente para disimular lo que realmente estaba sintiendo.

La chica pasó del chico y siguió su camino convirtiéndose en sombras y llegar a su habitación. El joven sirviente se quedó atónito por el actuar de la chica sin embargo siguió su camino.

-Quizá debí decirle que Alucard pidió quedarse para esperarla pero Integra lo obligó a ir, No... No debo decirle nada- lo dijo para sus adentros pensando en ello, siguió su camino a la Mansión Hellsing planeando ir a la habitación de Victoria.

La pequeña Draculina se encontraba en su habitación pensando en lo ocurrido pero prefirió entrar y darse un baño para pensar nuevamente las cosas, una pequeña parte de ella le decía que debía quedarse en la mansión y hacer caso omiso de la propuesta del joven Dezu pero la otra gran parte se había dado por vencida hacía con su maestro comprendió que jamás podría competir contra Integra así que prefería no pelear una guerra que sabía perfectamente que perdería ¿Cobardía? No eso no era lo que sentía sino aceptación de una inminente derrota. Su baño fue de aquellos largos y calientes baños que te hacían pensar en todo y que te evitaban hacer tonterías sin sentido o fuera de lugar, su ser ya estaba decidido a actuar de una manera, aunque su corazón estaba completamente roto su rostro mostraba otro lado de la moneda.

-No puedo creer que me rompas tanto el corazón y con las últimas fuerzas que tiene te sigue amando... - lo dijo en forma de susurro mientras retenía sus lágrimas.

La pequeña Draculina salió de la ducha ya con una idea clara de lo que haría, así que se cambió de una forma diferente a la que acostumbraba esta vez llevaba puesto: una falda de color azul marino que le llegaba un poquito más arriba de la rodilla agregándole un pequeño revuelo y una blusa de color blanco de manga larga y hombros descubiertos con pequeños adornos en la parte frontal además de un pequeño escote bastante elegante que estaba fajada dándole una figura excepcional, agregando unos tacones de color azul con una cinta que se agarraba a sus tobillos, aquella vestimenta era complementada por los guantes blancos que cubrían sus finas manos y aquel escote se hacía más llamativo dejando ver la cruz plateada. Comenzó a sacar toda su ropa para meterla a una maleta dejando obviamente los uniformes de Hellsing bien acomodados, no tardó mucho para guardar su ropa y poder dejar todo impecable como si nadie hubiera habitado la habitación de la joven.

-Ya está todo listo... Ahora sólo falta que ella llegue- dejó escapar un fuerte suspiro como deseando que todo su pesar se fuera con el- Iré un rato al jardín- sonrió para sí misma tratando de olvidar todo el tema por un momento.

Tal como dijo, tomó un paraguas y salió caminando al jardín dirigiéndose a aquel bello columpio de madera que se encontraba cubierto por una estructura de madera que alrededor de él se encontraban miles de bellas flores con un bello camino de piedra que se dirigía a él, además aquel columpio era cubierto por un gran camino de grandes árboles verdes con hermosas flores blancas y rosas. Solo ella solía sentarse allí para pensar y aclarar sus ideas cuando realmente se encontraba confundida, Claro que extrañaría aquel sitio tan bello que le hacían sentirse tan tranquila, era como si aquel lugar liberará su corazón de tantas penas trayéndole paz a su alma.

MIS DEMONIOS (AxS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora