Cartas de un Stalker.

Carta N°31

Scott nunca había estado más nervioso por una salida en su vida.

Se encontraba en su casillero, esperado a Chase. Aún no estaba muy seguro de que es lo que harían. Había pensado en llevar al chico a un parque a caminar o incluso al cine. Pero sentía que tenía que hacer algo más. Sentía que no era suficiente. Él no era lo suficientemente bueno para Chase.

El chico de ojos miel apareció en su campo de visión con una sonrisa que hizo que el corazón de Scott latiera con más fuerza. Aunque aún no sabía muy bien porqué.

—¡Hola! —Chase, por su parte, intentó que su voz no temblara por los nervios. Y al parecer funcionó porque Scott correspondió su sonrisa y su saludo.

Ambos estaban un poco confundidos. Scott se intentaba auto convencer de que era sólo una salida de amigos y que el hecho de que estuviera nervioso no tenía nada que ver con que Chase le pareciese atractivo. En cambio, el otro chico, estaba confundido por no saber si era una cita o una simple salida. En la carta Scott había dicho que era una cita, pero le costaba creerlo.

—¿A dónde iremos? —Se atrevió a preguntar.

Estaba tan nervioso que creía que tropezaría con sus propios pies, caería al suelo y rompería su nariz. Todo tipo de situaciones embarazosas cruzaron por su mente.

—Tenía pensado ir al parque...

Scott no estaba muy seguro de por qué le dijo a Chase que esto era una cita. Estaba seguro de que el otro chico se llevaría una decepción. El popular Scott Griffin no era muy bueno en las citas. Y menos con un chico que apenas conocía, y que estaba enamorado de él.

El camino hacia el parque fue silencioso. Apesar de que ambos morían de los nervios, estaban a gusto yendo uno al lado del otro. Chase moría por tomar la mano de Scott, pero sabía que eso sería muy apresurado. Así que se contuvo.

—No entiendo —Dijo de repente Scott, cortando el agradable silencio— ¿por qué estás enamorado de mí?

A Chase no le pasó por alto que usó la palabra «enamorado» y no gustar, o amar.

—Por dónde empezar... —Dijo más para él mismo que para Scott.

—¿Qué tal si empiezas por la primera vez que me viste?

Chase sonríe acordándose de ese día y le cuenta a Scott su encuentro en la máquina de bebidas.

—No puedo creer que ya te conocía. —Scott parecía realmente sorprendido pensó el chico.

Llegaron al parque y se sentaron. Hablaron durante horas sobre distintas cosas, rieron mucho y cuando se dieron cuenta el sol ya no calentaba el pavimento.

Scott le contó acerca de porqué no contestaba a sus cartas. Le contó que había perdido un familiar cercano y que aún no podía superarlo. La mirada de tristeza en el hermoso rostro de Scott sólo hizo que el corazón de Chase se oprimiera en su pecho.

Cada segundo que pasaba Chase se sentía un poco más enamorado de Scott. Con todas sus virtudes y sus defectos.

Griffin había insistido en acompañar a Chase a su casa, la excusa fue que era de noche y era muy peligroso.

Scott se sorprendió cuando una mansión apareció delante suya y Chase detuvo sus pasos anunciando "aquí es".

No podía evitar pensar que algo faltaba.

—La pasé muy bien, gracias por invitarme. —Dicho eso Chase pensaba que ahí iba a terminar su cita, estaba un poco decepcionado, pero tampoco iba a pedir mucho. Se conformaba con haber pasado el día con él.

En un ataque completamente impulsivo, antes de que Chase se vaya, Scott lo toma de la muñeca. Ni él sabía lo que hacía, se sentía como algo correcto.

—¿Qué... —La pregunta de Chase fue interrumpida por los suaves labios de Scott sobre los suyos.

Lentamente, sin presionar mucho y con realmente ganas de hacer aquello, Scott besó a Chase. Éste estaba tan sorprendido que al principio le costó reaccionar y tardó en corresponder. Pero finalmente lo hizo.

Estaba muy confundido acerca de porqué Scott lo estaba besando, pero no iba a dejar que sus pensamientos le prohibieran disfrutar algo que, hasta hace solo unos minutos, había creído imposible.

Sin embargo, ¡estaba sucediendo! estaba besando a Scott Griffin.

"Mi amado Scott Griffin:

Creo que mientras escribo esto estoy sonrojado, creo que sigo sonrojado desde que me besaste. No puedo evitarlo. Eso solo había pasado en mis sueños. Sólo hay algo que quiero saber, ¿por qué lo hiciste? Siento que te has visto obligado a hacerlo. Por favor, no quiero que sientas lástima por mí.

PD: ¿Podemos salir otra vez algún día de estos? ¿O ya estoy pidiendo mucho? Me he vuelto un poco codicioso.

              Atentamente: un sonrojado y enamorado Chase."