CAPITULO 20 Unión matrimonial. Parte III.

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---Roderich---

Después de tocar unas cuantas baladas más, nos ofrecieron comida, así que nos sentamos en una de las mesas de atrás mientras comíamos.

Gilbert en todo momento me miraba y yo desviaba mi mirada para no encontrarme con la de él porque me apenaba al mirarlos a los ojos, y él solo sonreía, aunque también otra miraba que trataba de evitar era la de Steven.

La velaba apenas empezaba, el novio no estaba y alcancé a escuchar que se había retirado a descansar un poco, pobre chico, se le ve tan triste, realmente lo compadezco, las personas que poseen más dinero creo que son las personas que más sufren.

Casarse solo por un prestigio...

Que estupidez...

Salí a dar una vuelta al patio de esta casa ya que necesitaba un poco de distracción y descanso. La música es mi todo, desde que volví de Londres, de donde fui echado por haberme enamorado de alguien prohibido.

Pero creo que ha valido la pena.

He encontrado a muy buenas personas y con los músicos con quienes trabajo son realmente muy buenos conmigo, solo somos 5 pero realmente tocamos bien.

Desde que ocurrió eso hace 4 años, no me he enamorado, no quiero confiar en el amor de nuevo, ya que son palabras que se las lleva el viento, ya no puedo hacerlo, creo que aún sigo con el miedo de ser dejado, pero todo toma su tiempo.

-Roderich, te he estado buscando.

Me estremecí al escuchar la voz de aquel hombre, voltee a verlo mientras él me miraba con una sonrisa en sus labios.

-Señor Steven, -suspire- ¿en qué puedo ayudarle?

Él se acercó a mí con dos copas y me dio una copa de vino.

-Quiero brindar contigo.
-Y-Y eso...
-Solo quiero que brindemos por ti.
-¿Por mí?
-Así es, -tomo mi mano- quiero brindar por tú belleza y tu hermosa música.
-G-Gracias.
-Te conozco desde hace tres meses cuando fui a una reunión en el palacio de Empire, -sonrió- desde ese momento me llamaste tanto la atención, tus ojos, tu sonrisa, todo tú me gusta.
-E-Eh. –me sonroje.
-Roderich eres tan hermoso. –acarició mi mejilla.
-S-Señor Steven yo lo siento pero...
-Solo dime Steven, -dejo su copa en el piso y la mía también, tomo mis manos- quiero que seas mío, te voy a enamorar.

No sabía que decirle, nadie me había hablado tan directo como ahora, él me ha tratado bien pero, en cierta forma me hace sentir muy extraño.

-No sé qué...
-Quiero que seas mío. –beso mi mejilla.
-S-Steven.
-Debo regresar, por favor no olvides lo que te dije.

Él sonrió y entro a la casa, yo me quede parado, no podía salir de mi sorpresa, él se me confeso, pero, no me agrada esto, me siento como si fuera una amenaza, no sé lo que siento, esto me incomoda mucho.

-Que es lo que voy a hacer. –suspire.
-¿Puedo ayudarte?

Mi mirada se encontró con la de Gilbert, sentí como mi corazón latía fuertemente, sentí como comenzaba a temblar, desvié mi mirada porque sentí como mis mejillas comenzaban a arderme hasta el punto de que todo mi cuerpo se sentía así.

-No, ¿Por qué lo preguntas?
-Es que te escuche.
-Ah, -suspire- jeje pensé en voz alta.
-A veces es bueno desahogarse con alguien.
-Tal vez. –comente- Debo regresar.
-Espera. –me tomo del brazo.
-¿Sí?
-Roderich, ¿Dónde trabajas?
-Etto... -lo mire- Todos los días estamos en el restaurante Star.
-Qué alegría. –sonrió.
-Bueno me voy.
-Está bien. –me soltó.

Ese tipo es extraño pero... me agrada.



---Yukito---

Volví a tocar la puerta pero nadie salió, así que me dirigí al parque más cercano para distraerme un poco, en verdad no pensé que su papá me diría esas cosas, me dolió tanto que dijera que Akihiko estaba comprometido.

Yo lo amo, pero parece que no soy apto para él.

No estoy a su altura, soy muy poca cosa para él...

Tengo miedo, no quiero separarme de él, yo lo amo tanto...

Abracé mis piernas mientras dejaba caer mis lágrimas, me siento tan impotente, no sé cómo defender esté amor que le tengo, no quiero poner a Usagi-san en contra de su padre, no soy nadie para hacerlo.

-Usagi-san, lo siento...
-¿Estás bien?

Levante mi mirada.

-Natsu... -murmure.
-Yukito, -sonrió- cuanto tiempo.

Me levanté y empecé a caminar hacía la casa.

-Espera, no te vayas. –me siguió.
-Déjame en paz. –murmure.
-Debemos hablar.

Me jalo del brazo y me pego a su pecho.

-Déjame Natsu.
-Yukito por favor aclaremos las cosas.
-No quiero aclarar nada. –lo mire.
-Lamento haber jugado contigo en el pasado.
-Ya no importa, eso quedo atrás.
-Debo disculparme como es debido.
-A mí no...
-Deja a mi novio, -gruñó mi amado separándome de Natsu- no me agrada que cualquier persona toque a lo que yo más amo.
-¿Quién eres tú? –gruñó Natsu.
-Soy Usami Akihiko, el novio de Yukito.
-¿Cómo?
-Vámonos, -tomo mi mano- y no busque a mi amado.

Caminamos hasta su casa y yo trate de soltarme.

-U-Usagi-san.
-No estoy molesto contigo mi amor, -me abrazo- solo estoy molesto con ese idiota se acercó a ti, es un cretino.

Me aferre a su espalda y empecé a llorar.

-¿Qué ocurre Yukito?

No quería soltarlo, quería estar en sus brazos.

-Mi amor, aquí estoy, no te preocupes, no te pasará nada.
-¿Soy suficiente para ti?
-¿Cómo?
-Yo, ¿soy indicado para estar a tu lado? ¿Merezco...

Él me tomo del mentón y me beso tiernamente.

-Eres todo para mí Yukito, no sabes cuánto, eres mi vida entera, así que no digas esas cosas, quédate siempre a mi lado.
-Yo, -solloce- te amo, te amo tanto.
-¿Por qué estás así Yukito? ¿Es por ese imbécil?
-No, -lo mire- es t...
-Akihiko, ¿Dónde estabas?

El señor Usami salió por la puerta y se acercó a nosotros, me empujo un poco para abrazar a su hijo.

-Papá, me alegro verte tanto, -sonrió mi amado- quiero presentarte a alguien importante.
-¿De quién se trata? ¿Dónde está Haruhiko?
-Mi hermano fue a atender algunos negocios.
-Ya veo.
-Bueno, te presento a Kamijou Yukito, el chico del cual estoy enamorado.

Me tomo de la cintura y me acercó a su lado.

-Mucho gusto Yukito, me alegro que hagas feliz a mi hijo. –sonrió.

"¿Me está tratando bien?"


-El gusto es mío. –hice una reverencia.
-Es tan tierno. –revolvió mi cabello.

Quería preguntar porque me dijo aquellas palabras hace apenas un rato, pero no quería arruinar el momento.

-Me alegro que hayas encontrado una pareja hijo.
-Gracias.
-¿Podemos hablar en el despacho?

Akihiko me miro y le sonreí.

-Claro.

Los dos se fueron a otro lugar y me quede sentado en el sofá.

¿Qué está pasando aquí?



---Hiroki---

Me di un baño junto con Nowaki, mediante besos y caricias, volver a estar en sus brazos me hace sentir bien, no puedo negarlo, pero tampoco podemos estar más tiempo aquí, podríamos ser descubiertos por cualquiera y es lo que no quiero.

-Quédate más tiempo conmigo. –me abrazo de la cintura.
-Sabes que no puedo, debo bajar y...
-Eres solo mío, y tendrás que cumplir con lo que te dije.
-Nowaki...
-Eres lo que más me importa Hiro-san, eres solo mío.

Le di un beso casto.

-Me iré primero, así que no hagas algún escándalo.
-Sí me das un beso lo pensaré.
-Baka.

Salí de la habitación y baje las escaleras saludando a los invitados que estaba cerca, vi a Mookyul charlar con varias chicas y camine hacía un amigo.

-Miyagi. –sonreí.
-Hiroki, -tomo mis manos y las beso- vaya, no pensé que te casarías.
-Fue algo repentino.
-Que lastima, me hubiera encantado tener una relación contigo.
-Eh...
-Pero, supongo que tenías tantos pretendientes que tenías de donde escoger.
-No es para tanto.
-Lo es, eres increíble.
-Y ES MI ESPOSO.

Mookyul me aparto de su lado, aventando la mano de Miyagi con un manotazo y tomando mi cintura.

-Hiroki es mío.
-Lo entiendo señor Mookyul.
-Eso espero.

Miyagi se disculpo y se retiro.

-Y tú escúchame bien, -me apretó mi mentón- más te vale que no te le acerques a nadie más, porque no responderé.
-...
-¿ENTENDISTE?
-Sí.
-ESO CREÍ.

Me beso apasionadamente mientras trataba de empujar.

-Fuiste una buena inversión. –sonrió.

"No sé cómo le haré pero rescataré a mi madre y huiré de este loco."  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora