-Tranquila soy yo, no te asustes.-cada uno de los músculos de mi cuerpo estaban en absoluta tensión y nada podría relajarlos en ese instante.
Acababa de despertar de mi profundo y doloroso sueño el cual en cuanto abrí los ojos se convirtió en una pesadilla. No podía haberme esperado algo peor, estaba atada de pies y manos a una silla y tenía tanto una venda en los ojos como en la boca.
Intenté pedir que me soltaran pero solo emití un sonido incoherente.
-¿Cómo dijiste?-preguntó esa voz masculina a la cual me había acostumbrado en la escuela.-¿Sabes? No me gusta tenerte atada, pero no me has dado otra opción, no quieres hacerme caso.-dijo fingiendo estar dolido y ofendido.
Suspiró pesadamente y luego soltó una pequeña carcajada.
-Mírate, tan firme y testaruda. Te crees fuerte y especial.-dijo el seguramente con una sonrisa.-pero no lo eres.-dijo acercando algo a mi cabeza y apoyándolo justo en mi frente.
Volvió a suspirar y dijo.-Pero bueno Elliot, ¿dónde están tus modales? Estas hablando con una señorita.-y me aflojó la banda de los ojos de un fuerte tirón haciéndome echar la cabeza para atrás.
Elliot soltó una sonora carcajada y me miró directamente a los ojos con una expresión divertida y asesina.
-¿Estas asustada?-preguntó acercándose a mí hasta ponerse de cuclillas a escasos centímetros de mí.
Fruncí el ceño intentando transmitirle enfado pero mis latidos y el temblor de mi labio inferior me delataron haciéndole parecer más divertido.
Levantó mi mentón con su mano izquierda, la que no llevaba el arma y me hizo mirarle fijamente unos segundos.-seguramente alguna vez se te pasó por esa sucia cabecita poner los cuernos a mi hermano conmigo ¿verdad princesita? Al fin y al cabo somos casi iguales.
Lo miré más que enfadada deseando arrancarle cada uno de los pelos de la cabeza, después apalearlo y dispararlo para acabar con su sufrimiento pero lamentablemente eso no pudo ser.
-Eso sí, yo soy más atractivo. Sonrío muchísimo más que él.-dijo poniendo esa estúpida y engreída sonrisa.
¿Qué quieres de mí?-quise preguntarle pero la mordaza me lo impedía.
-¿Quieres decir algo?-preguntó con una fingida sorpresa.-oh pues claro que quieres.
Dijo levantándose y acercándose por la parte de atrás de la silla hacia mí. Esperé a que desatara el nudo pero en vez de ello tiró de mí tanto que caí hacia atrás causándome un gran dolor en la espalda, los brazos, las manos y la cabeza.
Estaba aturdida y las lágrimas comenzaban a caer por mis mejillas sin control.
-¡Pobrecita...!-exclamó Elliot tirando de mí para ponerme de nuevo en mi sitio y ya de paso acercarme.-te diré una cosa, esto no son unas vacaciones nena, aquí has venido a pagar por lo que hizo tu familia.
Y me bajó la mordaza dejándome hablar.
-Yo no soy mi familia.-Elliot sonrió.
-Sé que no eres ellos, pero alguien tiene que pagar. Además eres el punto débil de mi hermanito.-dijo acariciando mi mejilla y haciéndome apretar la mandíbula.-pronto se pasará todo este dolor tranquila, pronto estarás reformada y serás buena. Te lo prometo.
Estaba absolutamente loco, decía absolutas estupideces. Nunca había visto esa faceta de él y no sabía si asustarme o cabrearme. Desde luego estaba metida en un gran problema.
Elliot se giró y se echó a andar, cuando pensé que se iba a ir volvió rápidamente como si se le hubiera olvidado algo.
Me cogió de nuevo del mentón y dijo.-de ahora en adelante me llamarás señor Tomlinson ¿entendiste?-preguntó suavemente.
Negué con la cabeza.
No iba a llamarlo así jamás.
Elliot tiró de mi pelo fuertemente consiguiendo un gemido de dolor de mi parte.-¿cómo me llamarás?
Negué con la cabeza mientras lágrimas descendían por mis ojos. Él asintió, me puso la mordaza en la boca y me golpeó dejándome totalmente aturdida para después largarse de allí.
Las horas que pasé allí quieta se me hicieron eternas, sabía que nadie vendría y que debía salir de allí. Intenté millones de veces quitarme las cuerdas que me mantenían fija a la silla pero lo único que conseguí es causarme más y más dolor.
También intenté pedir ayuda, pero ni podía gritar, ni había nadie allí, estaba sola.
Y finalmente mi cabeza daba tumbos por el golpe que Elliot me había propinado.
Al final decidí rememorar todo lo que había hecho antes de ser secuestrada para intentar entender las cosas y me sentí mal por no haber escuchado a Scott cuando me dijo que lo esperara en aquel callejón. Seguramente me habían seguido hasta la cabina y me habían visto hablar con Louis.
Oh, Louis. El no podía ayudarme ahora, seguramente estaría como loco buscándome. Pero ni yo sabía donde estaba, ni como localizarlo. Entonces el tampoco lo haría.
A menos que Elliot quisiera claro.
Intenté una vez más soltarme y para mi suerte no pudo ser, miré a mi alrededor y todo estaba a oscuras, no había ni una pequeña luz y eso me volvía loca. Estaba sola, sin saber donde y dolida.
Lo mejor que podía hacer era esperar porque alguien me encontrara. Tal vez la policía ya estaba buscándome.
¿Cuánto había pasado desde mi secuestro? Ahora que me daba cuenta no lo sabía. Me habían golpeado en la cabeza con algo y perdí el conocimiento hasta ahora cuando Elliot apareció justo delante de mí. No sabía cuanto había dormido, no sabía nada.
Tal vez debía resignarme y esperar a que Elliot decidiera que hacer conmigo, pero ese no era mi estilo. Yo no esperaba por mi final, yo buscaba una maldita salida y después una vez a salvo hacía pagar yo misma a los que me habían osado tocar.
Suspiré derrotada. No sabía que podía hacer...
Me imaginé a Louis junto a mí en el aparcamiento del instituto, sonriendo y acercándose para rozar sus labios con los míos y un sentimiento nostálgico llenó mi pecho. Quería volver a verlo, no quería que todo acabara así. Quería volver a besarlo y a abrazarlo. Y también quería que me tranquilizara y me hiciera olvidar entre sus brazos todo este mal momento.
Pero no pasaría, al menos no ahora. El primer paso para que me encontrara lo tenía que dar yo, estaba en mis manos...
Tal vez no me quedaba otra que fingir respeto a Elliot y manifestar mi odio a mi familia, pero eso debía ser poco a poco o él sabría mis verdaderas intenciones. Debía acabar con esto cuanto antes.
Y eso haría...
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Lies
FanfictionCassie ha vivido engañada toda su vida, su familia no es quien cree que es, sus amigos tampoco y pronto se dará cuenta de que sus enemigos son el menor de sus problemas.