CAPÍTULO 2: ESTA BIEN, PERO IRÉ CONTIGO

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-Alto ahí- grito una voz muy familiar atrás mío. Pare en seco. No iba a hacerle caso y continúe mi camino.- Alto ahí jovencita-dijo autoritario. Me di la vuelta y vi a Tyler, el ayudante del director del orfanato. Me apuntaba con un arma. Les cuento, en el orfanato nos obligaban a hacer muñecos para vender en un local del dueño del orfanato, quien se quedaba con el dinero. Íbamos a la escuela solo 4 horas. En realidad venía una maestra y se quedaba allí y el dueño le pagaba para que dijera que aprendemos un montón y muy rápido. Lo básico que aprendí fue a leer, escribir, sumar, restar, dividir, multiplicar y fracciones. Lo básico de la primaria. Se supone que el año que viene me graduó.

-¿Que quieres Tyler? - pregunte cortante.

-¿Donde crees que vas? Se supone que deberías estar haciendo las cosas para Michael. Se enojara conmigo si descubre que te saliste. Se supone que tengo que cuidarlos a todos. Y no creo que esto tenga que ver con Marissa ya que ella se fue hace media hora. Así que... ¿Que haces afuera tan tarde? Van a ser las 19:30- dijo mirando su reloj.

El es el único que puede salir de aquí. Es como el consentido de Michael y todas mueren por el, menos unas cuantas chicas del orfanato, después son un caso perdido
- y tu turno empieza a las 19:45, así que mejor andando. - dijo bajando el arma, dándose la vuelta y haciendo un ademán con su mano, indicándome que lo siga adentro.

-No- Dije seria. - NO pienso volver allí adentro.

- ¿A, si? ¿Y que piensas hacer?- dijo elevando una ceja y una mirada desafiante en sus ojos. Estaba serio a la vez. COMO MIERDA HACE ESO. YO EN NINGUNA VIDA LO LOGRARÍA. NO PUEDO VER A ALGUIEN A LOS OJOS NI POR 10 SEGUNDOS SEGUIDOS SIN REÍRME.
-Irme de aquí de una vez por todas. No aguanto más, quiero una vida en paz y como nadie viene y me adopta, creo que es hora de que me valla a la mierda y deje todo este lugar en el pasado, me olvide de ello y comenzar de cero, como si nada de esto hubiera pasado. Como si estos 10 años que pase en esta... Prisión no me hubieran arruinado la vida. Como si no me hubiera causado una tristeza inmensa dentro de mis ser. - dije casi en un susurro sollozante - Fingiendo ante todos que no pasaba nada. Como si no hubiera llorado cada noche desde que mis padres me dejaron en este infierno. - dije a punto de llorar. Cerré los ojos- recuerdo todas esas noches que pase abrazando a Pipo, mi muñeco, hasta los 12 años y después solo me abrazaba a mis misma preguntándome que es lo que hice mal, tan mal hija fui para merecerme esto. Pero la pregunta es si en verdad me lo merecía. Ahora se que cuando me pregunten si tengo o donde están mis padres les diré NO SE Y NO ME IMPORTA, PARA MI ESTÁN MUERTOS. -
Dije finalmente rompiendo en llanto.

Tyler se me acercó con cara de preocupación y me asombro su acto. Me rodeo con sus brazos y me acerco a su pecho. En este momento era lo que más necesitaba... Y lloré. Lloré como nunca. Maldita vida, por qué me haces esto.

-Shhhh, cálmate. Estoy aquí. Cuidarte es mi trabajo- dijo sobando mi cabeza. Al final de todo mi vida es horrible, pero al menos alguien me quiere, no se si de verdad, pero si, es verdad me quiere. O bueno eso creo.

-Sabes que siempre puedes contar conmigo y protegeré a todo los del orfanato. - Dijo aun abrazándome.

-Creo que todos estos años solo me has cuidado a mi. En vez de a los demás. Siempre estuviste para mi en los momentos más difíciles y cuando llegamos fuiste el primero en mostrarme el lugar. Cuando lloraba en las noches, siempre venías, hasta que un día te dije que no lo necesitaba más, que yo podía sola.

-Yo también lo recuerdo, tenías 8 y yo 10 años. - dijo mirándome a los ojos con una sonrisa en sus labios. - así que...¿Te iras y me dejaras?
- Lo lamento tanto Tyler, pero es mejor que me valla, así que deja que agarre mis cosas, ya es hora de irme- Dije acercándome a su mejilla, pero se echó para atrás molesto. Nunca lo había notado, pero en serio lo dejaría solo en este lugar, aunque se la pasa mejor que yo, a decir verdad- ¿Ahora que ocurre?

-Es que me harás falta, y mucho.

-Y tu a mi- dije juntando nuestras manos, elevandolas hasta nuestro pecho y mirándolo a los ojos- Pero encerio, tengo que irme de aquí. - entrecerró los ojos y dijo casi en un susurro.

- Esta bien, pero yo iré contigo.

-¿QUE, ACASO ESTAS LOCO? NO PUEDES DEJAR EL ORFANATO. - dije medio enojada. Que le pasa por la cabeza.

-¿Que? ¿No te agrada la idea?

-La verdad es que no se, por un lado me encantaría que me acompañes, pero es que esta todo listo y me estoy por ir. Nadie me descubrió - dije mirándolo con súplica para que me deje ir.

- ¿A si? Dime por favor, ¿quien está en frente tuyo?- dijo apuntandose con los pulgares y una sonrisa en su boca.

- Buen punto. - dije rendida, mirando hacia otro lado y agarrando con mis manos la mochila que llevaba puesta en mi espalda.

- Entonces... ¿aceptas?- dijo con una sonrisa en sus labios. Nunca me detuve a verlo detalladamente, pero tiene una linda sonrisa a decir verdad.

Maldita traicionera. No caigas en sus encantos naturales por las que todas caen rendidos, es uno de tus mejores amigos, tal vez ahora no tanto pero uno a fin de cuentas.

Tienes mucha razón, si esto va por donde yo creo que irá, debo ser muy fuerte por lo que se viene.

- Está bien- dije rodando los ojos. A veces puede ser insoportable cuando se lo propone. Y más si es por algo que quiere conseguir a toda costa. Este chico va a hacerme morir algún día de estos con sus manías.

- Entonces, mañana a la mañana nos vamos. No tengo las cosas y ya tengo un plan que tiene un 1,0% de probabilidades de que salga mal, así que, vamos adentro antes de que nos descubran.- dijo pasando su brazo por mis hombros haciendo que me gire y vallamos hacia la entrada.

- ¿siempre tienes un arma? - pregunte elevando una ceja recordando lo anterior- creí que me harías daño.

- Nunca podría hacerte daño-dijo y deposito un beso en mi cabeza- sabes que siempre podrás contar conmigo en lo que sea que necesites- dijo sonriente mente.

(...)

Ya eran las 22:30, hora en la que todos tendrían que ir a sus dormitorios para levantarse temprano mañana. Supuestamente hay muuuucho trabajo. Para mi es ir a buscar a las tías de Michael a Los Angeles y traerlas a pasar un rato en el orfanato. La última vez que vinieron, Michael nos hizo hacerles masajes en los pies. Casi me corto las manos después de eso. Fue hoooorrible. No se los recomiendo.

En fin...

Nos fuimos todos a dormir. Tenía una sonrisa en mi pequeña boca, según Tyler.

POR FIN SALDREMOS DE AQUÍ.

SIIII. LOS DOS JUNTOS Y Tyler ME ACOMPAÑARÁ. ESTE ES UN NUEVO COMIENZO PARA...

CAZADORES DE ALMASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora