cuenta la historia del sultano de Alharma que,
mientras gobernaba el sultán Amenábar y en
momentos en los que la religion creada por Mahoma se
extendía, un grupo de beduinos decidio enfrentar al gobernante
e imponer el nuevo credo de manera violenta.
el sultán Amenábar fue decapitado, sus ayudantes ahorcados
frente a la mezquita principal, y el primero de los abderramanes
se instalo como mandatario. Se prohibió hablar, fabular
historias, escribir y comentar en las casa de familia y en los
templos sobre la muerte del antiguo gobernantes. De este modo
se buscaba eliminar para siempre la memoria, decapitar tambien el pasado, y hacer creer a los nuevos habitantes nacidos en el sultanato que los abderramanes habían gobernado siempre como los dueños de Alharma.
Se dice que un hijo de Amenábar escapo de la matanza y que escondido en las montañas, terminó dedicandose al comercio de pieles y alfombras, pasando luego al oficio de ladron de carabanas.