Capítulo 1

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A la mañana siguiente me despierto, me fui a duchar, ya que a la noche tuve una pesadilla horrorosa y había sudado efecto porquina, me di una ducha muy larga, al salir me peine el pelo y cogí lo primero que encontré, unos shorts y un croptop, me disponía a hacer las maletas cuando petaron la puerta.

- Mía, vas a desayunar?- mi madre asomó la cabeza por la puerta.

-Si ,voy ahora mamá, quiero acabar de hacer las maletas.- mi madre asintió y desapareció por el pasillo.

Después de media hora guardando la ropa , el calzado y el resto de mis objetos necesarios para todo el verano, bajé a tomar algo de desayuno.

- Cariño, que quieres? Tostadas o donut?- mi padre estaba con los dos alimentos en la mano.

-Ya sabes cuál me gusta más.- Mi padre levanto los hombros y le pegó un mordisco al donut.- NO! -grité, mi padre quito el donut de la boca y con los ojos muy abiertos.

-Perdón... Yo pensaba q...- no le dejé acabar.

- Que no tonto.- me heche a reír y empecé a comer la tostada, mi padre pasó por detrás mía y me dió una colleja.-Creo que me la merecía.

-Y bueno Mía... a que hora sale el autobús que te lleva al muelle?- mi madre cambiando de tema era una especialista.

- Pues...- miré el reloj.- Dentro de quince minutos!- me bebí el colacao que me quedaba de un trago y corrí a la planta de arriba a por mis maletas, baje corriendo.

-Toma comida para el camino!- mi madre apareció de la cocina con una bolsa llena de comida y me metió un donut de chocolate en la boca.

-Gracias mamá, me voy.- mis padres me dieron un beso en la frente y salí de casa dirección a la parada de autobuses.

Conseguí llegar a la estación de autobuses, por suerte, no perdí el mío, muy bien Mía es la primera vez que te sale algo bien, subo a mi correspondiente autobús, ya había guardado mis maletas y ahora me tocaba buscar mi asiento.

-12 g...- empecé a mirar los números- Aquí es! 12 g!- me senté y puse mis cascos en los oídos, empecé a escuchar música, más que nada, para que el viaje se me hiciera menos aburrido, alrededor de unos quince minutos, me quedé dormida.

-Chica, hola?- algo o alguien me estaba tocando la cara.- Niña!- me dio un golpecito en la cara.

-Pero de que vas?! Ser de mordor.- puse mi mano en la mejilla y mire a aquel chico con el ceño fruncido.

-Tampoco nos pasemos...te estaba despertando , que ya hemos llegado al muelle.- miré por la ventana, era cierto, ya habían bajado todos.

-Ah...yo...lo sien...-no me dejó acabar.

-No pasa nada, por cierto, me llamo Pablo.- El chico que me dio la bofetada intentaba ser amable conmigo después de lo que hizo?

- Yo... Eh...- Para el carro Mía, y si era un acosador de estos? Las advertencias de mis padres hacían efecto, mejor le miento.- E...Ermenigilda, si, eso.

-Yo...EH..ah.- Pablo se fue un poco asustado.

Bajé del autobús, cogí mis pertenencias y me dirigí al barco que me llevaría a la isla.

En el nombre de la Rosa.- Diana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora