Hace muy poco que León se mudo a un pequeño pueblo de Dakota del Norte con su hermana mayor Silvia. Los dos volvieron para enterrar a su difunta madre que había nacido allí. Durante un par de meses se iba a quedar a vivir en aquel pueblo llamado Wendigton, en la casa donde había vivido su madre. León estaba muy triste por su muerte, pero también furioso con su hermana Silvia, por tenerse que quedar en la casa donde sufrieron tanto.
Ya han pasado dos días desde el entierro y era el primer día que León y Silvia iban a dormir en la casa de su madre. Silvia destrozada se tumbo en el sofá y se echo a llorar, mientras león la miraba desde el hole. León no quiso molestarla así que se fue a la que era su antigua habitación de cuando tenía cinco años. Subió aquellas escaleras que al pisarlas sonaba como crujía la madera de la casa. Todo era tétrico en esa casa, su cuarto se encontraba al final del pasillo. No le hacía mucha gracia ir allí, ya que no había electricidad y todo estaba oscuro. Con todo su valor, trago saliva y se dispuso a avanzar poco a poco. Cada paso que daba crujía el suelo y se escuchaban ruidos en las otras habitaciones, León pensó que solo era el viento y que era una casa vieja.
Llego a la puerta de su habitación y un escalofrío recorrió su nuca. Agarro el pomo de la puerta y lo giro lentamente.- ¡Ah! Grito León, un murciélago salió de aquella habitación. El corazón se le salió del pecho y las lágrimas brotaron de sus ojos. Minutos después se recompuso y entro en la habitación, entonces recordó una cosa, que llevaba su móvil encima.- Estúpido, se dijo a sí mismo. León pasó miedo en balde ya que tenía su móvil con linterna. Entro en el cuarto de su niñez. Todos sus dibujos se encontraban allí, su cama, su escritorio, colores, etc.
Cerró la puerta de su habitación y se dispuso a dormir, pero antes de eso miro su teléfono móvil e intento mirar su correo, pero no había demasía cobertura y el internet no iba. Ofuscado dejo el móvil en la mesita de noche y se tumbo en la cama. Cuando estaba a punto de dormirse escucho unos ruidos que provenían de la calle, se asomo desde la ventana de su habitación que daba a la calle principal. Levanto suavemente las persianas y se asomo a la venta muy despacio. Miro hacia ambos lados de la calle, pero parecía no haber nadie. León se dispuso a dormir esta vez sí, así que se tiro en la cama y se giro hacia la pared para dormir, ya que si no duerme hacia la pared no se siente seguro, es una manía muy rara.
A la mañana siguiente León se despertó, se levanto de la cama, se ducho y bajo a la cocina a preparar el desayuno para él y su hermana. Silvia le preguntó si estaba nervioso por empezar en la escuela, -no mucho hermana.- Contesto León. Silvia no dijo nada, se cayó y continuo con su desayuno. Al terminar recogieron los platos y Silvia se fue para su nuevo trabajo como enfermera del la clínica del pueblo. León por el contrario cogió su mochila y se fue directo para el instituto. Cuando estaba a punto de llegar se choco con una chica y los dos cayeron al suelo.
- Perdona estaba pensando en mis cosas ¿estás bien? -Pregunto León
- ¡Ay! Que daño.- Si estoy bien, no es nada yo también estaba en mi mundo.
- Ven, dame la mano.
- No, gracias, ya puedo levantarme sola.
- Lo siento mucho, estaba mirado si había internet. Perdona no me he presentado me llamo León Weldenton
- Encantada León, yo me llamo Emily Duwan.
- Encantado de conocerte Emily, pero tengo que dejarte que llego tarde a la escuela.
- Yo también voy a la escuela si quieres vamos juntos, ¿Te parece bien? - Dijo sonrojada Emily.
- Claro que no me importa, - contesto sonriendo.
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Wendigo Adolescente
Mystery / ThrillerLa familia de León esconde un gran secreto. Él y su hermana se acaban de mudar al pueblo de su difunta madre. Tras el entierro decidieron quedarse en Wendington por un tiempo, con el paso de los días León se iba dando cuenta de que esté pueblo no es...