Cuando el amor duele

Carta de un corazón roto.

Quiero que me dejes de doler.

Las agujas del reloj iban en dirección contraria, el viento era de color, el tiempo se podía tocar y ahí estábamos nosotros, disfrutando de eso, de nuestro momento.

Podía quedarme observando tu rostro por siglos, tenias esa sonrisa que hacia que dudará de tu mortalidad y mejor ni hablemos de tus delicadas pecas con las cuales me escapa al espacio.

Quizás era un tonto, quizás te ame demasiado, tanto como para asustarte, para que te dieras cuenta de que yo no era esa persona, pero, ¿qué culpa tengo yo? Llegastes efímera, sin avisar, con ganas de ser amada.

¿Recuerdas ese día? Donde todo empezó a cambiar, donde las sonrisas se enamoraron de las lagrimas, donde ya no había reloj averiado, donde el viento era invisible y donde el tiempo no ocupaba una masa en nuestro espacio.

Sentí miedo, no te lo niego, miedo de perderte, pero ya vez, ahora me encuentro solo, como siempre, quizás el error sea yo, quizás aún no e aprendido amar, quizás aún no sabia como tratar tu inmortalidad o quizás simplemente nunca te importe.

Descuida, los pequeños fragmentos de mi corazón no son filosos, no te harán daño, no tratarán de llamar al tuyo, ya los e hecho fuerte, como el amor que sentía por ti.

Quizás dirás que soy un idiota, pero e sido el idiota que mas te a amado, se como esta tu rostro en este momento, se que está iluminado como un sol en verano, se que tus labios se han separado de tus dientes, si, se que te estas riendo pero descuida, ya e aprendido a sobrellevar el dolor.

Creo que debería empezar de nuevo, quiero que me dejes de doler.

Con cariño,
El idiota que siempre te amará.