Mi amor lejano [Byakuya y Tu] {Cancelado}

Comienzo del camino

Iba caminando una chica de cabellos rosado y ojos dorados por las inmensas calles de Karakura. Por donde ella pasaba, los curiosos de la ciudad no paraban de susurrar entre sí a la vez que la señalaban. Esta simplemente los ignoraba ya que siempre a sido lo mismo y aprendió a ignorarlos. En un gran suspiro se colocó sus audífonos. Al estar oyendo una de las tantas canciones que amaba, debes en cuando tarareaba alguna parta de la letra.

Como alrededor de unos 20 minutos finalmente llegó a la calle que horas atrás le habían indicado cuando preguntaba por una dirección en especificó. Pausando su música palmeaba los bolsillos de su pantalón en búsqueda de algo. Sonríe levemente al sentir algo en su bolsillo izquierdo que era un pedazo de papel doblado. Al tener dicha cosa en su mano empezó a buscar casa por casa lo que tenía escrito en el papel.

—Kurosaki. . . Kurosaki. . .¡Lo encontré!—exclama alegre al finalmente hallar la placa de la casa

—Bueno. . .—dobla el papel y lo guarda—Ojalá halla alguien en casa—se dice a si misma a la vez que toca la puerta

Al otro lado de la puerta, se encontraba inundaba la casa por completo en silencio. Con excepción de las maldiciones que soltaba la menor del lugar a la vez que jugaba uno de sus tantos videojuegos. Esta al escuchar la puerta ser tocada, suelta una gran exclamación para pausar su juego. Suspirando baja las escaleras con fuerza para finalmente abrir la puerta sin mirar quien tocaba.

—¿Si?—pregunta media molesta viendo con desdén a la contrarió

—Buenas tardes y disculpa las molestias, ¿pero tu padre se encuentra?—le pregunta un tanto incómoda

—Mmm—se apoya en la puerta—¿Por que lo buscas y quien eres?—la ve desconfiada

—Soy una vieja amiga de tu padre y lo busco por asuntos personales—le responde aún incómoda

—Ya veo—se aparta de la puerta—Pasa

—Lamentó la introducción—murmura entrando a la vez que se quita sus zapatos

—Siéntate donde deseas

—Muchas gracias. . .¿eto?

—Karin—le responde como si nada para perderse por el pasillo

—Incómodo. . .—murmura para sí misma a la vez que se sienta en un sofá individual

—¿Quien era Karin-chan?—pregunta en un casi grito una castaña entrando a la sala

—Pues yo—le sonríe desde su asiento a la vez que la saluda con su mano

—Oh, hola, soy Yuzu un gusto, ¿y tu eres. . .?—la ve curiosa

—Yo soy-—

—¿Donde está la que me buscaba Karin-chan?—pregunta la voz de un hombre acercándose a la sala

—En la sala—le responde estando atrás de el

—Vaya, los años no te hicieron justicia viejo amigo—comenta burlona la desconocida viendo fijamente al contrario desde el sofá

—¡¿T-Tú?!—exclama en shock Isshin sin dejar de verla

—¿Que tal?—sonríe como si nada