Querido diario. Desde que me salí del convento me he sentido muy diferente pues salgo con Adrián, comemos fuera, nos divertimos...hacemos el amor... ¡diantres! ¿Cómo pude vivir sin esto por siete años? Me sentía viva, alegre..., diferente. Esta vez actuaba como yo debía actuar; ¡como yo!
Te cuento amigo que ha habido algunas situaciones que califico como adversas pues aunque ya no estoy en mi período, no he tenido relaciones con mi novio y no me he vuelto a masturbar tanto como antes. ¿Será que estaremos perdiendo la pasión? ¿Lo nuestro será pasajero? ¿Algo del momento?
Aunque Adrián me entiende cuando no soy yo la que quiere hacer el amor pero puedo ver su molestia mal disimulada. Un día yo estaba muy pero muy excitada pero él venía hecho pedazos de su trabajo por lo que esa noche no hicimos nada. ¡Diantres! Nosotros nos llevábamos bien a pesar de que perdíamos las ganas de tener sexo... hubo ocasiones en las que ambos teníamos la mejor intención de hacer el amor pero al estar desnudos en la cama, algo sucedía.
Decidí entonces preguntarle a la única persona experta en la materia, a mi hermana Sam por lo que la llamé para contarle lo que ocurría en nuestra relación.
-Bueno, Yami querida lo que sucede entre ustedes es que sí; han perdido un poco las ganas que se tenían el uno por el otro.
-¿Hay solución para ello, Sam?
-Creo que sí pero debes tener en cuenta que todo en la vida incluso el sexo es como un sube y baja o...una montaña rusa... cuando va subiendo, la emoción es grande y excitante ni para qué cuando se va con fuerza pero el problema aquí es que ahora ustedes están bajando y van por camino plano o sea que si su vida antes era sexo al 100%, ahora será de un 50-50 lo que quiere decir es que un 50% es de sexo y pasión mientras que el otro 50% es... nada sólo vivir juntos sin nada de nada...
-Pero Sam, ¿qué hace que nos distanciemos así? ¡No lo entiendo!
-Tal vez habrás oído hablar de la rutina. Cuando una relación se vuelve rutinaria se pierde la pasión, las ganas de hacer el amor, el tener sexo ya no es divertido... hay que hacer cosas diferentes, Yam.
-¿Cosas diferentes? –Pregunté con mucha curiosidad.- ¿De qué...hablas?
-Pues obvio, hacer prácticas diferentes como el sexo oral, anal, posiciones diferentes como el 69...
-¡No haría sexo anal! ¡Diantres, no! Oral menos... -Dudé al negar este último je, je.-
-Bueno hermanita, pueden enviarse lo que se conoce como "sex-tex" o mensajes de texto sexuales.
-¡No entiendo, Sam! ¿Qué es eso?
-Se trata de lo siguiente, te tomas una foto ya sea con poca ropa interior o desnuda con tu celular luego, se la envías por whatsapp a Adrián y él te deberá de enviar otra a ti, Yami.
No me imaginaba tomarme una foto desnuda para enviarla por whatsapp pero me tentaba y mucho, ¡Je, je, je...!
-¿Crees que...funcionará? Me siento rara de sólo imaginarme haciendo eso... Sam.
-O también puedes grabar un video donde salgas masturbándote, hermanita. De igual manera se lo envías, Yam pero eso sí, debe haber mucha discreción entre ustedes o sea que tu novio no se lo muestre a nadie ni tú tampoco.
-¡Hmm! Aún no estoy...muy segura de hacerlo... Sam.
-Te diré algo hermanita, Tibi y yo practicamos el "sex-tex", en verdad funciona. Incluso nos grabamos cuando hacemos el amor...
-¿¡Te grabas al hacerlo, Sam!? ¿¿Cómo?? –Le interrumpí asombrada.-
-A veces Tibi viene y aunque queremos hacer el amor pero no tenemos motivación; vemos un video nuestro y no ha terminado éste cuando ya estamos en la cama... ¡Ji, ji, ji! ¡Nunca falla!
Después de escuchar los consejos de mi hermana, decidí buscar imágenes de diferentes posiciones de hacer el amor y vaya que poses. Luego vi imágenes y videos sexuales tipo porno pero, ¡diantres! El simple hecho de ver un video de ese tipo me excitaba tanto que... me fui a mi cama y...me masturbé... ¡varias veces! Me excedí sobremanera quedando súper agotada y adormecida con mis piernas separadas, respirando cansada además que mi corazón... se me quería salir.
Luego vi otro video que no me agradó, era de como una joven y bella mujer le practicaba sexo oral a un hombre pero él descargaba su orgasmo en la boca de la mujer algo que me pareció repulsivo...Debo aceptar que le he practicado ese mismo sexo a mi novio, querido diario pero no he llegado a que él se descargue en mi boca ni tampoco yo a él.
Después de ver varios videos e imágenes, decidí mandarle un mensaje a Adrián y preguntarle si vendría a mi casa o yo iba a la de él pero me respondió que estaba por llegar a su casa y que estaba cansado por lo que no quería hacerme el amor.
Esto me molestó mucho querido diario pero antes de perder la paciencia, me tiré de nuevo a mi cama desnuda en pose de haberme masturbado y me tomé una foto con una sonrisa mordiendo mi labio y mirada algo cansada y se la envié por whatsapp con esta frase: "¡Te deseo, bebé! Y, ¿tú a mí?"
No tuve que esperar mucho para que me respondiera diciendo lo....sabrosa que estaba...yo, ¡diantres! ¡Je, je, je...! Esto me sonrojó... Luego dijo que sí vendría por lo que quise sorprenderlo por lo que al verlo cerca, dejé la puerta de enfrente abierta o empujada y las luces apagadas para luego esconderme. Lo vi entrar a la sala, cerró la puerta y cuando iba a prender la luz le dije:
-¡No la enciendas! –Caminé hacia él desnuda en la oscuridad.-
-¡Guau, Yami! –Dijo y luego puse mi dedo en sus labios.-
-¡Ssshhh! Hoy me encargo yo. –Le dije y lo besé.-
Le quité un maletín que tenía en sus manos, empecé a desabotonar su camisa y se la quité luego, besé o mejor dicho mamé sus pectorales mientras tocaba su miembro por encima del pantalón. ¡Guau! Mi novio estaba más excitado de lo que ha estado comúnmente además que mi corazón y el de él estaban a punto de salirse y nuestras respiraciones iban a 100 km/H. Seguidamente empecé a abrir su pantalón y me agaché para bajárselo hasta quitárselo por completo así seguí con su bóxer dejando su miembro excitado descubierto frente a mí...querido diario esto me sonroja porque lo que hice luego fue algo muy prohibido. Como te decía al tener su excitado miembro frente a mí, lo tomé con mi mano motivándolo mientras veía a Adrián mordiendo mi labio y fue cuando lo decidí; metí su miembro en mi boca y le practiqué sexo oral.
No podía creer que se lo estaba haciendo. ¡Sí lo sé! Que soy una inmoral y todo eso, sé también que días atrás se lo hice pero no como ahora pues mientras se lo hacía él sujetaba mi cabeza acariciándola a la vez que suspiraba mencionando mi nombre... Su mirada era como la de un demente al verme pero me encantaba verlo, ¡diantres!
Se me cortaba la respiración y él levemente movía sus caderas de repente su orgasmo quedó en mi boca. ¡Lo sentí con fuerza! Pero yo continué un poco más hasta que...se descargó por completo. Adrián vio mi boca y sonrió suspirando, me dio asco sí por lo que limpié mi boca con su camisa y no le molestó... ¡Ji, ji, ji...!
Después me levanté y él se agachó besando y mordiendo mis pechos bajando así cada vez más para luego, separar mis piernas y metiendo su boca en mi entrepierna practicándome sexo oral a mí... ¡diantres! Me enloquecía este hombre al sentirlo, lo tomé por el cabello con fuerza mientras me quejaba, gritaba un poco. Sentí como mis caderas se "quebraban" del placer y él me mordía con "cariño" por lo que entendí que no se detendría. De pronto descargué mi orgasmo en su boca con tanta fuerza que... ¡diantres! Quedé sin aliento, respirando por la boca y mi corazón latía tan fuerte que creí que me daría un infarto.
Al terminar me agaché frente a él para hacer el amor en el suelo sobre sus ropas. Pronto él se acostó sobre mí por lo que separé mis piernas para penetrarme muy fuerte. Posteriormente, Adrián empezó con los fuertes golpes de sus afiladas caderas tanto que pensé que las haría pedazos a la vez que como siempre lo rodee con mis piernas presionándolo, mordiéndolo, arañándolo y quejándome al mismo tiempo. Él mordía mis pechos dejándoles moretones igual que en mi cuello y hombros.... Fue ahí donde descargué con mucha fuerza mi orgasmo seguido del suyo. ¡Diantres! No hay palabras para expresar esta nueva sensación que me enloquecía.
Quedamos dormidos en el sitio y unas horas después nos levantamos para irnos a la cama donde sólo dormimos porque la verdad estábamos tan agotados que no haríamos el amor al menos por ese momento. Le agradezco a mi hermana Sam por sus sabios consejos, ¡ji, ji, ji...!
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Diario De Una Monja.
TienerfictieÉsta historia está dirigida al público mayor de 18 años. Lenguaje explícito. Estas son las vivencias de una joven monja llamada Yamileth quien desde los diecinueve años escuchó el llamado para formar parte de la fe en todo el sentido de la palabra...