Para toda la vida. (Larry Stylinson)

Capítulo 11 :

Eran pasadas las diez y media de la noche. Una hora exactamente. ¿Por qué no vino? ¿Acaso le habrá pasado algo? Debí haberle insistido de pasar a recogerlo con mi coche... Pero que mas da, no iba a venir. Tomé el control de la televisión y la apague. Me dirigí a la cocina por un vaso de agua y marche hacia mi habitación. Jamás nadie me había hecho esto, de dejarme plantado... Se sentía bastante feo. Aunque no fue una cita, no, claro que no. Pero si fue un compromiso, y no lo cumplió. Tal vez no quiso venir, tal vez no le agradó la idea de probar la carne azada o simplemente no tiene algún tipo de interés en verme. Revolee el vaso contra la pared mientras los vidrios caían en pequeñas partículas al suelo. Carajo.

Me recosté sobre mi cama, preocupado. Amplié mi mente y la focalice a un diferente punto de vista... Ya lo había encontrado al costado de la ruta, totalmente drogado y sin ningún tipo de reacción. ¿Qué pasa si en este preciso momento se encuentra igual o peor? Jamás presencie un caso de alguna persona cercana a mi con problemas de consumo. ¿Qué era exactamente lo que debía hacer? Quería ayudarlo, por supuesto que si, pero apenas lo conocía.¿Qué hay si le molesta que me meta en su vida personal? Saber que esta solo en el mundo no me agrada. Necesito ayudarlo. Espero verlo mañana en la escuela, espero que comprenda que solo quiero ayudarlo, que solo quiero darle un poco de compañía.

Nuevamente me encuentro con un fuerte dolor de cabeza. No debí haber tomado tanto alcohol. Me levante rápidamente de mi cama y me di una ducha rápida. Me coloque la maldita ropa para ir a la escuela y salí de la casa para comenzar a caminar. El cielo estaba nublado, en cualquier momento la lluvia comenzaría a cesar. Caminaba y pensaba... millones de preguntas retoricas invadían mi mente y acompañando a estas, millones de deseos... A veces me gustaría salir con algún chico, así sabría que tengo pareja, alguien con quien hablar. Confidencialmente, nadie se ha interesado por mi. A veces pienso que nunca interesaré a nadie. Vivo entre dudas, aprensiones y temores que nunca pude imaginar siquiera. ¿Acaso dios existe? Si es así, ¿por qué hace de mi vida una porquería?. Observando a la gente de mi alrededor, veo como sonríen y se ven felices... satisfechos con sus vidas, con lo que les toco. ¿Por qué yo no? Tengo la impresión de estar perdiendo interés por todo. Al principio creí que la escuela sería divertida, pero es un aburrimiento. Todo es aburrido. Tal vez se deba a que estoy creciendo, a que la vida se va volviendo mas asquerosa.

No quiero entrar a la escuela. No, no quiero. Viven burlándose de mi por ser "el maldito drogadicto" ya no lo soporto. Me gustaría darles su merecido, romper lenta y dolorosamente cada uno de sus huesos. Malditos idiotas, ¿que saben de mi? Absolutamente nada. Solo que consumo. No, no iba a entrar. Seguí de largo unas dos cuadras cuando de repente alguien me toma del brazo...

- No viniste. - Dijo a media sonrisa.

Voltee de manera rápida y lo vi... era él. Oh, claro, lo había olvidado, la cena. ¿Cómo no pude acordarme? Que mas daba, quizá fue mejor no haber ido.

- Am.. - Dije mirando su agarre.

- Descuida - Dijo soltando mi brazo - No hay problema. Pero... ¿Al menos puedo saber la razón por la cual no viniste? - Mirándome fijamente con sus ojos verdes, celestes... no lo se, eran raros, pero hermosos.

- ¿Quieres caminar? - Pregunté sonriente.

Hizo una mueca y luego rió suavemente.

- ¿Esto es enserio?

- ¿Por qué no ha de serlo? - Me escogí de hombros.

- De acuerdo... - Sonrió. - Aguarda, ¿no debes estar en la escuela en este preciso momento?

- No quiero ir, ¿caminamos?

Y sabía que no debía insistirle. Por alguna razón él no quería ir al colegio. Que mas daba, no le iba a pedir explicaciones, no quería hacerme quedar como un estorbo.

- De acuerdo, caminemos entonces.

Sonrió forzosamente, a mi parecer.

- Y... - Hable mientras caminaba con las manos en los bolsillos de mis jeans. - ¿Qué acostumbras hacer cuando te sales de la escuela?

- Acostumbro caminar, solo, tranquilo, o sentarme allí... - Señalo a un banco que se encontraba debajo de un árbol. - o simplemente hacer otros tipos de cosas que seguramente no son de tu agrado. - Sonrió.

- Buen lugar, el único banco alejado que se encuentra aquí. - Sonreí.

- Sabes, has sumado un punto... - Sonrió, y esta vez puedo jurar que su sonrisa fue sincera.

- ¿En qué y por qué?

- Ya... Deja, no importa. ¿No tienes que hacer algo hoy?

Oh, claro. He sumado un punto por no focalizarme en "otros tipos de cosas que seguramente no son de mi agrado". De ese tipo de cosas va a haber que hablar, y este podía ser el momento.