CAPITULO 1.

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Primer capítulo de mi primera novela. Espero que les guste.

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Teresa Palmer como Viviana

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Narra Viviana

Ring! Ring!

Ahggg!! Ese es el peor sonido del mundo que puede escuchar una por las mañanas, despues de haberse tirado una toda la noche sin apenas poder dormir.

Abri los ojos y mire el reloj de la mesilla eran las 8 de la mañana hora de levantarse e ir a entrenar. En cuanto estuve vestida

baje las escaleras que daban directamente a la cocina

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baje las escaleras que daban directamente a la cocina.

En cuanto puse un pie en las escaleras un olor delicioso a tostadas me inundo la nariz y en menos de un suspiro estaba en la cocina.

En ella se encontraba Ruth, quien era "mi cuidadora", puaj, como odiaba esa palabra me hacia sentir como si fuera otra vez una niña de 8 años y no como una mujer de 22 años que era.

Respire profundamente y aparte de oler el delicioso aroma del desayuno, me llego el aroma a felicidad de Ruth.

WTF!
Como habeis ententido, desde que tengo uso de razon he podido "sentir" "oler" "captar" "por favor introduzca el sinonimo que desee" las emociones de la gente y muchas veces si me concentraba podia llegar a tener una idea sobre el motivo de esa emocion.

¿Por qué podia hacer esto?
Pues... Ni yo misma lo entendia y cuando los cientificos de la base intentaban explicarmelo, yo es que directamente desconectaba.

I know it, I know it that it's wrong.
Pero es que cuando se ponen hablar sobre terminos cientificos que no entienden ni sus madres, me entra una jaqueca y es que sencillamente desconecto por completo.

A mi con que me digan que un grupo de cientificos locos hace 20 años les dio por jugar a ser Dios y crear a nosotras como armas me sobra y me basta.

Bueno voy a dejar de divagar y voy a presentarme:

Hola me llamo Viviana a secas, si asi es solo Viviana, porque aun a pesar de que cuando fuimos sacadas de alli y nos hicieron ciudadanas norteamericanas nos dieron el apellido Smith (si lo se, no fueron muy originales que dijeramos), ese no es nuestro apellido por lo que para mi solo soy Viviana, cuanto con la edad de 22 años, soy una increible rubia con unos ojazos azules y un cuerpo espectacular y tonificado, resultado de largas horas de gymnasio.

~ Buenos dias ~ me dijo Ruth de espaldas a mi mientras preparaba el zumo.

~ Buenos dias, lo seran para ti ~ la respondi.

~ ¿Que pasa?~me pregunto~  Otra vez enfuruñada por tener que madrugar - me dijo haciendo una burla.

La mire mal ya que ella sabia cuanto odiaba tener que madrugar. Cualquiera pensaria que estaria ya acostumbrada despues de mas de 7 años haciendo la misma rutina. Pero es que nadie deberia acostumbrarse a madrugar, es inhumano.

Decidi no contestarla y me sente en la una de las sillas que habia en la isla de la cocina en donde Ruth habia servido el desayuno.

Durante los primeros segundos estuvimos calladas, hasta que todo se fue a la mierda, cambió su estado emocional a uno de preocupación y yo sabia lo que eso significaba por eso arruino todo mi buen humor.

- ¿Que tal has dormido esta noche? ¿Has vuelto a tener pesadillas?- me pregunto preocupada - Si quieres puedes hablar de ello conmigo.

Me quede callada, sumida en mis pensamientos, que si habia tenido pesadillas, todas las noches desde que fuimos liberadas hace 9 años las he tenido, jamas desaparecieron, jamas se fueron.

Sabia que podia contar con ella, que no era una simple agente mas que me viese como parte de su trabajo, sino que de verdad me ve como una persona, pero es que simplemente no puedo, no puedo contarla los horrores alli vividos.

El sonido del telefono me salva de tener que contestar, ya que Ruth tuvo que ir a cogerlo al salon.

En cuanto me quede sola, no pude evitar acordarme de la pesadilla, todas las noches era la misma, era como si volviese a estar alli, aquel dia y volviese a ver aquellos cuerpos desagrandose delante mia, como hombres y mujeres se mataban entre si o si mismos. Se lo merecian, eran malos, eran crueles, no tenian escrupulos hacia nosotras, aun asi, fue horrible de ver y sabia que tardaria mucho mas tiempo en que aquellos recuerdos me abandonasen.

La llegada de Ruth indicandome que ya era hora de iniciar el entrenamiento, hizo que saliese tras ella y tales pensamientos quedasen relegados a un segundo lugar en mi mente.

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Primer capitulo publicado
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Chao Chao

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