Mi Chico de Enjuegos

Capítulo 3

-2:05 a.m.-

Lo sé, ya debería estar durmiendo pero me he entretenido hablando con personas en mi juego virtual, en este, en especial charlé con un chico que me llamó mucho la atención, él comentó que vivía en mi país en mi estado vecino y tiene dos años más que yo, dijo que mi nombre le suena pero ni idea de donde dice conocerme.

Vienna: De verdad, no me suena tu nombre.

Sam: Uhmm... El tuyo sí, y que se diga no es muy común.

Vienna: Hablamos otro día, ya es lo suficientemente tarde como para seguir aquí.

Le di click para cerrar la pestaña cuando leí:

Sam: ¿No podemos hablar por otro lado?

Y se cierra. No alcanzó a responderle pero ahora que me di cuenta, ni lo agregue en el juego. Apago el computador y me voy a mi cama la cual está a un costado de escritorio, exactamente a la derecha. Frente a la cama, se encuentra el closet y a mano izquierda la puerta hacia el baño, y ya en la pared en donde no está el escritorio, se encuentra un espejo de cuerpo completo y la puerta para salir del cuarto.

Acomodo mis almohadas y cierro los ojos. Me quedo dormida en segundo.

-17:56 p.m.-

-Mamá, no consigo mi cuaderno, ¿Lo has visto?-Grito desde mi cuarto.

No obtengo respuesta.

-¡Mamá!- Grito aún más fuerte, ella llega inmediatamente con mirada de preocupación.- Necesito ayuda, tengo una que hacer unas cosas pero necesito mi cuaderno, vale la mitad de mi nota.- Digo.

-Si arreglaras tu cuarto, lo consiguieras.- Menciona mientras da un vistazo en toda mi habitación.

Le doy una mirada de reojo y me levanto para observar en otro lado.- Yo solo necesito ayuda, no criticas.- La aparto y miro en mi closet, revuelvo toda mi ropa haciendo que unas caigan en el suelo.

-¿Revisaste en tu bolso? Seguro está ahí.-Cierto... No lo he revisado.- Por ahí deberías empezar, antes de hacer más desorden del que hay.

-Aquí está.-Enuncio abrazando el cuaderno, miro a mi mamá dándole las gracias y esta sale.

Me coloco en mi escritorio para hacer un par de trabajos importantes, estoy a punto de graduarme y no puedo dejar que mi promedio baje si deseo estudiar en la universidad. Sé que me dirán "nerd" pero tampoco soy así, estudio lo necesario cuando debo hacerlo, pero tampoco soy descuidada, se puede decir que estoy en el medio.

Investigo un par de cosas, escribo en mi libreta, hago anotaciones para el examen de mañana y para el trabajo que hago en este momento. Luego de hacer eso mi madre me trae la cena, como para seguir con lo mío y ya a las 22 p.m. me voy directo a la cama, para así descansar.

-06:00 a.m.-

Suena exactamente el reloj a esta hora, para así arreglarme con tiempo de sobra y también poder repasar un poco. Hago lo planeado para luego de 45 minutos, salir de casa y montarme en el auto de Carlos, quién se ofreció nuevamente a llevarme a nuestra escuela.

-12:00 p.m-

-¿Cómo crees que saliste Vienna?

-De 6 pasos Alana, ¿Y tú?- Respondo.

-Tengo duda, no estudie mucho pero espero pasarlo.-Dice tomando su bolso-. Carlos.- Lo llama, este voltea para verla.- ¿Ahorita vas a tu casa?

-Sí, ¿Te llevo?- Ofrece Carlos.

-Te lo agradecería.- Dice con una sonrisa y un poco sonrojada.

A esta chica le gusta Carlos, sin dudarlo mucho y ciertamente como pareja no se vería mal, ya que los dos tienen algo que los hace ver bien juntos. Alana es de piel clara pero no pálida y su cabello es castaño claro, ella tiene una personalidad parecida a la de Carlos, es muy social y femenina, se lleva bien con todos además de que baila muy bien, muuuuuy bien.

-Vienna, a ti también te puedo llevar.- Propone mi amigo.

-No para nada, tranquilo.-Niego con mi cabeza-. Mi madre me puede buscar, así que no es necesario.- Miento.

-¡Genial!, entonces vamos.- Alana toma del brazo de Carlos y los dos salen del salón, dejándome sola.

Coloco mi bolso en mi espalda y empiezo a caminar a la salida, por suerte traje algo de dinero que me da mi mamá cada semana, así que puedo irme sola y hasta pasar a comer algo de comida rápida. Le marco a mi madre para confirmarle que comeré fuera de casa y que no preparé comida de más. Tomo un bus hacia el centro de la ciudad y al llegar ahí, me bajo, camino y llego a Joe's, un restaurant que vende comida rápida pero de una manera más gourmet.

Me siento en la barra y pido una gaseosa para luego mirar el menú, pido mi hamburguesa favorita, ¾ con doble queso y tocino. Nada dietético para muy exquisito, cuando me provoca algo, debo comerlo, prefiero ser feliz a ser flaca... ¡Nunca hay que arrepentirse de nada! ¡Nunca!

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Subiré un día sí y uno no de momento, así vamos poco a poco y sin problema alguno. Espero que les guste.